Comenzo un nuevo dia para Zoro y que mejor que empezando con un baño, al fin tuvo oportunidad de darse un baño digno, que no fueran los del hospital,ya se sentía con mas energía y quería hacer algunas actividades por si mismo.
Bajo a desayunar y pudo ver que la mesa ya se encontraba lista, por lo que solo se sentó invitando a Tashigi a comer juntos.
–Buenos días Señor Zoro.–saludo la mujer sonriente al tomar asiento.
–Buenos días Tashigi.–sonrió.
–Hoy lo veo más animado ¿hay alguna razón? –preguntó curiosa.
–Por alguna razón me siento con más energía.–sonrió.
–Eso es bueno, por cierto, ¿porqué no se comió su pastel?
–Oh, pues es algo que Sanji hizo para mi, no quisiera deshacerlo, creí en guardarlo y comerlo hasta que el regresara, no creo que se arruine si lo mantengo en la nevera ¿no?
–Mmm n-no no creo pero, supongo que a Sanji le hubiera gustado que usted lo comiera ¿no cree?
–Si supongo, ¿quieres que lo probemos?
–¿Enserio? Claro, me encantaría.–sonrió.
Zoro se levantó por aquel pastel para que ambos comenzaran a probarlo dándose cuenta que estaba delicioso y si lo mantenían guardado sería un desperdicio no comerlo.
Por otro lado desde la perspectiva de Sanji, según el aun era muy temprano para despertar pero tenía a la pelirosa tocando la puerta de su habitación a las 10 de la mañana.
–Sanji ¿quieres bajar a desayunar? todo esta listo.–dijo desde el otro lado de la puerta.
El rubio como pudo y aún con sueño respondió.
–Claro, bajo en unos minutos.
Y así lo hizo, estando en casa de Perona se había acostumbrado a levantarse temprano, no era como en la casa de Zoro que podía levantarse a la hora que quisiera, pero en realidad no se quejaba.
–Te vez mejor que ayer. –dijo Perona al verlo.
–¿Tu crees?
–Bueno, hace unos días pensé que ibas a morir así que si, estas mejor.–sonrió.
Sanji no respondió nada, solo bajo su cabeza, sabía que estar lejos de Zoro solo lo agotaba más, estaba consiente del cansancio tan repentino en su cuerpo.
A pesar de aún no ser marcado por el, de alguna manera se sentía enlazado al sentir una fuerte necesidad de tenerlo cerca.
–No puedes seguir haciéndote esto Sanji, no estas bien, ninguno de los dos esta.
–¿Pero que hago? No puedo volver así como si nada.
–Tu mismo lo escuchaste, el te extraña y te esta esperando con los brazos abiertos.
Después de todo Sanji si había escuchado aquella llamada que tuvo Perona con el peliverde, ese día fue todo un mar de lagrimas, eso solo hizo que lo extrañará más, porque también le hacia faltaba y faltaba poco para que dejara su orgullo de lado para correr a esos brazos que decían estarlo extrañando.
–También lo extraño...–dijo triste.
–¿Entonces? ¿Porqué no dejas el orgullo?
–Porque aun tengo sus palabras clavadas en mi mente, me sigue doliendo lo que dijo, me acuerdo de ese día y vuelvo a llorar cómo el día que me fui, no es fácil para mi.
–Lo sé, puedo ver lo mucho que te a afectado estos días, pero si no lo hablan nada se solucionara, vi a mi hermano y la verdad es que no se ve muy bien como digamos, verlo en esa cama de hospital me dolió mucho, pero su físico se veía muy descuidado, casi...parecía un zombie.

ESTÁS LEYENDO
ENTRE NOSOTROS//OMEGAVERSE
FanfictionSanji era un Omega sin olor y Zoro un Alfa sin olfato, o eso creían hasta que se conocieron.