-12-

418 64 7
                                    

No había tenido una noche fuera de lo común, había abrazado a Wanda y se había preocupado de que esté bien, de que duerma a gusto, no había dejado de mandarle mensajes cada diez minutos con cualquier excusa, hasta pensaba en ir a almorzar a casa, lo que había pasado anoche era preocupante, no un arranque de enojo ni desquite o algo parecido, era una alarma y no quería pensar sobre qué exactamente.

— Hola... vine para nuestra merienda de media mañana — Emitió Maria entrando a su oficina

— Hola, hermosa — Trató de sonreír notando como se sentaba en su regazo — ¿Cómo estás? — Acarició su mejilla sintiendo que se acercaba a besarla

— Bien — Se abrazó a su cuello — Necesito otro fin de semana como el anterior — Besó su rostro

— Yo también — Sentía los besos en sus labios

— ¿A dónde iremos al almuerzo?

— Yo tengo que volver a casa

— ¿Y ahora con que drama te salió tu mujer?

— Esto es serio... — Dijo con molestia — Wanda no se encuentra bien, anoche tuvo un problema

— ¿No se cansa de joderte? — Se cruzó de brazos

— Maria, no te expreses así de ella, menos cuando no sabes que sucedió, sé que te he contado algunas de las cosas que he pasado con Wanda, pero no sabes ni la mitad de todo lo que pasamos juntas, no quiero que creas que me apoya hablar así de ella porque no, yo la amo, es la madre de mi bebé, Wanda y yo jamás nos podremos alejar, ella va a ser parte de mi vida para siempre, por favor, no hoy, Maria...

— Te entiendo — No lo hacía, pero lo intentaría, ella recordaba el momento desde que Wanda y Natasha se conocieron, no pudo contra su amor a primera vista, esa misma noche en la fiesta supo que había perdido cualquier remota oportunidad que tenía con Natasha, así que si ahora quería entrar a su vida debía aceptar que Wanda, jamás se iría, la vería en cada oportunidad, era obvio que se amaban, Natasha se encontraba herida, no sabía si en algún momento sanaría, pero desde que se separó metafóricamente de Wanda, no la había visto tan preocupada como ese día

El teléfono de Natasha, empezó a vibrar con mensajes, Maria quería ignorar que aún tenía agendada a Wanda como "Mi chica", en un principio creía que se le había olvidado, ahora pensaba que era de esos pequeños detalles que no quieres dejar ir.

— Debo atender esto — Emitió Natasha tomando su celular besando los labios de Maria

— De acuerdo

— Te buscaré al volver del almuerzo — La tomó del cuello besándola

— Okay — Trató de sonreír

Maria — La vio dar la vuelta — Voy a compensarte lo de hoy y estos días, lo juro

— Bien — Sonrió acercándose a los labios de Natasha — Te quiero

— Yo igual — Suspiró

Vio a Maria salir, tomó su celular para leer los mensajes de Wanda, sonrió cuando lo primero que apareció en la pantalla era una foto de su esposa dándole de comer a Cassie.

Mi chica | 11:04 a.m.

Foto

Cassie ya comió su merienda.

Está bien si no puedes venir a almorzar, pero avísame para no cocinar demás...

O quizás... quieres que pida algo...

O... podemos salir a comer...

O... sabes? No quiero que te sientas forzada a venir, estoy bien y Cassie igual

Perdón, seguro estás trabajando y te interrumpo.

Pero me dijiste que te mande un mensaje cuando Cassie coma...

Yo... perdón.... Ya no te escribo...

Láska | 11:14 a.m.

Sí iré a almorzar, gracias por escribir cuando te lo pedí.

Está bien si pides o quieres salir a comer o cocinas, elige tú.

No te disculpes, yo fui quien te pidió que me mandes un mensaje.

Nos vemos a la hora del almuerzo, iré a casa para lo que sea que decidas.

Me emociona verlas...

Natasha dejó su celular y se apoyó en el respaldar de su silla, pensó en que deberían enterrar el hacha de guerra, no más discusiones ni nada parecido, vivirían de manera pacífica el fin de su matrimonio.

High Infidelity | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora