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Su trabajo era su escape perfecto, siempre se sentía tan tranquila y sin tensiones, no es lo habitual, pero su vida privada era un completo desastre, así que en la oficina se sentía como todo debía ser.

— Hola, Nat  Escuchó desde su escritorio, notó la puerta abrirse y esa voz resonar en el lugar, sonrió nerviosa

— Hola, Maria  Suspiró viéndola entrar

— Luces tensa — Se acercó a sus hombros empezando a masajearla  ¿Qué pasó?

 Lo de siempre — Decía relajándose — Wanda sólo se empeña en fastidiarme, no sé si aguante otro de sus dramitas

— Cada vez falta menos para el día que esperan, después del terrible divorcio y las pruebas que tienes seguro te quedas con la custodia completa de Cassie y Wanda sólo habrá sido un mal sueño... — Sonrió besando su mejilla

— No sabes lo que deseo que llegue ese día — Volteó el rostro besando a Maria, sonrió encima de sus labios sintiendo como correspondía sus besos — Has sido una increíble compañía desde que todo se vino abajo, no sé cómo agradecerte que hayas estado a mi lado todo este tiempo — Acarició su nariz con la de ella

La mejor manera de agradecerme será este fin de semana — Decía besando su cuello — Tú y yo en un viaje romántico a la playa, lo tengo todo listo

— Me encantaría — Asintió mordiendo su labio inferior

— ¿Tu mujer ya aceptó cuidar a tu bebé?

— Aún no hablo con Wanda al respecto, sabes que sólo me hará otro drama, así que el mismo viernes alistaré una maleta y me iré, yo veo como lo soluciono — Sonrió acariciando la mejilla de Maria — Aún no puedo creer como se atreve a seguir haciéndome reclamos después de lo que me hizo, es una descarada

— No pienses en ella — Se sentó en su regazo volviendo a besarla, sabía que por más que Natasha se exprese así, esa traición aún le dolía, aún amaba a Wanda con todo su ser, sobre todo porque tenían a una bebé, así que dejar que se centre en su enojo con ella no le convenía si quería que formalicen su relación para cuando terminen, lo cual sería pronto, ese matrimonio tenía los días contados, Natasha aún no le daba la oportunidad de acercarse a Cassie, pero si era su hija claro que la atesoraría y cuidaría como lo más valioso, porque amaba a Natasha profundamente

El día pasó sin importancia en la oficina, tuvo algunas juntas y papeles que revisar, pero todo marchaba perfecto, la parte que odiaba había llegado, tenía que volver a casa, mientras conducía en el tráfico no hacía más que llevarse la mano a la frente preocupada, no sabía ni siquiera que le diría Wanda al llegar, pero ya estaba detestando el pensar que la vería.

La tortura de la cena con su esposa terminó, ella se encargó de atender a su bebé mientras Wanda aparentaba estar ocupada o solo se mantenía alejada de ella, de cualquier forma agradecía no verla, llevó a arropar a su pequeña, la dejó en su cuna con una gran sonrisa.

Al voltear e ignorar la presencia de su esposa fue al dormitorio principal para ponerse el pijama y dormir, porque sí, aún dormían en la misma cama, no porque sucediera algo diferente durante la noche, si no que cuando intentaron dormir separadas ninguna lograba conciliar el sueño, así que se detestaban por el día, pero inconscientemente se necesitaban para un buen descanso.

No era algo de lo que querían averiguar su raíz, dejaban que suceda en su extraña dinámica familiar.

 Buenas noches — Emitió Natasha apagando su propia lámpara y disponiéndose a cerrar los ojos para soportar otro día de matrimonio

— Descansa — La amabilidad se le estaba yendo poco a poco, su esposa quería pelear, no conseguía sacarla de sus casillas en un inicio, pero estaba a nada de explotar un día de estos. "Te amo" Pensó Wanda lo que ya no le podía decir en voz alta, pues terminaría en otra discusión llena de reproches y palabras de desprecio, no la culpaba. 

High Infidelity | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora