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Estaba haciendo el almuerzo, los niños jugaban en el patio, los observaba por la ventana mientras estaba ocupada, pero no quería perderlos de vista, sintió unos brazos en su cintura y también besos en su cuello.

— No sabes lo mucho que te extrañé, malysh... — Decía con voz baja no dejando de acariciarla — Moría por tenerte así de cerca, hueles tan rico... ¿Por qué no dejas lo que haces y nos vamos a la habitación?

— No, Natasha... — Quiso quitarse a su esposa de encima — Estoy ocupada

— No nos vemos desde hace semanas... Wanda... sé que cuando me fui...

— Natasha, no — Volteó a verla — Yo no quiero nada contigo, estuve por hacer la peor locura de la vida para dejarte, porque tú lo haces constantemente y no te importa nuestro matrimonio, yo no te importo... ¿Quieres tener a alguien con quien follar cada vez que vuelvas de misión? Está bien, aquí estaré, pero yo no voy a ser tu esposa, no más... tampoco te haré elegir, porque estoy harta de esta situación, nos vamos a divorciar

— Wanda... ¿De qué hablas? Tenemos hijos... no vamos a divorciarnos... — Se acercó incrédula a ella

— Podrás verlos de vez en cuando como lo haces ahora, si yo fuera feliz con esta vida no tendría ningún motivo, pero te he expresado muchas veces que no estoy cómoda con esto, no te quiero lejos, no voy a darte un ultimátum porque no vas a cambiar, vas a prometerme que en unos meses lo dejas por completo y sé que no lo harás, así que... divorciémonos ahora, no lo voy a hablar, no voy a seguir escuchando tus mil excusas, sólo déjame en paz con mis hijos, ni siquiera estás aquí, no conoces realmente a Billy ni a Tommy, sólo los ves cuando puedes, sé que te puse la regla de no irte más de un mes en tus misiones, pero ahora puedes tomar todas las que quieras... las que duran un año, cinco o veinte... da igual... tú y yo ya no somos nada — Tenía lágrimas en las mejillas mientras hablaba, pero estaba decidida

— No, Wanda... mi amor... yo me muero si tú no eres mi esposa — Se acercó tomándola de las manos — Te amo, te amo a ti y a mis hijos, no quiero que nos divorciemos, mi trabajo es importante y lo he disminuido por ti y los niños, pero no quiero que nos separemos, jamás... no veo mi vida sin ti, sin besarte o dormir a tu lado o...

— ¡¿De qué mierda hablas, Natasha?! — Emitió confundida — Lo único que hacemos cuando llegas a casa es aparentar normalidad frente a los niños, discutir y follar después de que te cansas de pelear y te pones muy cariñosa ¿Eso es un matrimonio para ti?

— Sé que no hemos pasado por un buen momento, pero podemos mejorar juntas, amor... malyshka... yo te amo, sólo pienso en ti cada vez que me voy, no puedes dejarme

— Sí puedo y lo voy a hacer — Afirmó quitándose las lágrimas con las manos — Ve a pasar el tiempo con tus hijos, yo aún no termino aquí — Respiró profundamente volviendo a tomar el cuchillo para cortar el pan

— No hemos terminado de hablar de esto — La tomó de la muñeca haciendo que suelte lo que tenía y voltee a verla — Lo conversaremos por la noche, las dos a solas, en cama... tú vas a seguir siendo mi mujer — Se acercó a besarla y Wanda se deshizo en sus brazos correspondiendo sus labios, no podía negar que la amaba y también le atraía su esposa en el aspecto físico — Tu lasagna huele delicioso... sabes que es de lo que más adoro que me cocines... te amo — Presionó sus labios con los de ella

— Ni pienses por un segundo que vamos a "arreglar esto en la cama" como siempre — Dijo con seriedad, aunque mantener la mirada a su esposa era tremendamente difícil

— Te amo — Besó su mejilla varias veces mientras la abrazaba de la cintura

— También te amo — Suspiró rodeando los brazos en su cuello — Pero mi felicidad no es negociable, no voy a amarte más de lo que me amo a mí misma porque simplemente no tendrías una esposa, sino un objeto

Natasha volvió a besarla tomándola del mentón, ambas suspiraban mientras sus brazos hacían que se mantengan cerca a la otra, ninguna quería soltarse. 

High Infidelity | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora