High Infidelity | Wandanat

-75-

Sus últimos días estaban siendo increíbles junto a Wanda, se encontraban más felices que nunca en familia, despertaba con sus besos, la abrazaba a ella, sonreían, era casi que idílico.

— Extrañaba que vengas a visitarme a mi oficina — Sonrió Natasha, Wanda estaba sentada en su escritorio y su bebé en su portátil para el auto encima de la mesa

Natasha sentada en su silla de oficina acariciaba las piernas de su esposa mientras la veía a los ojos, sentía las manos de ella en su cuello.

— Prometo hacerlo más seguido, quisiera que fueran todos los días, pero... — Apretó los labios inclinándose a su ex esposa —- Así no trabajarías — Besó la boca de Natasha con una sonrisa

— Me encanta que vengan las dos de visita, amo que me traigas a mi bebé... — Sonrió tomando la mano de su pequeña con un dedo, Cassie balbuceaba mientras jugaba con un peluche que sonaba

— Yo ya quiero que vuelvas a casa — Le hizo un adorable puchero posando el índice debajo de la barbilla de Natasha para que la vea a los ojos mientras la besaba

Natasha sonrió subiendo las manos por los muslos de Wanda mientras la atraía del trasero, la seguía besando, a la vez jugaba con su lengua, la necesitaba cerca todo el día y todo el tiempo.

— ¡Natasha! — Exclamó bajo sintiendo cómo su ex esposa la jalaba hacia ella

— Es que no soporto que vengas con faldas — Mordió el labio inferior de Wanda — Me gustas... todo el tiempo — Se agachó a besar sus muslos

Wanda sonrió mientras sentía los besos de su ex esposa por sus piernas, volteaba hacia la puerta — Láska... para, por favor... ¿No puedes esperar hasta llegar a casa?

— Sólo un ratito... — Lamió la parte interna de sus muslos mientras subía su falda — No sería la primera vez que lo hacemos en mi oficina — Alzó los ojos sonriendo con suavidad

— Natasha...

— Shhh... — Besó su labios mientras subía las manos por sus muslos hacia su ropa interior

— ¡Señora Romanoff! — Escucharon al otro lado de la puerta después de unos toquidos

— Mierda — Se quejó Natasha bajo, porque a Wanda no le gustaba que diga groserías cerca de su bebé — Baja amor, con cuidado — Tomó a su esposa de la cintura poniéndose de pie, le dejó un beso en los labios

— ¡Señora Romanoff!

— Ya voy — Anunció calmada caminando hacia la puerta notando a su ex esposa en la silla

Natasha abrió y vio a su asistente, le parecía extraño que insista tanto en la puerta, no tenía reuniones ni nada pendiente.

— ¿Sí?

— Disculpe por interrumpir, pero el señor Poirot acaba de llegar, dice que es urgente — Anunció con la voz baja

— Dile que espere unos minutos, ni bien Wanda se vaya, lo dejas pasar, por favor

— Como ordene, señora Romanoff

— Gracias — Sonrió volviendo a cerrar

De pronto notó algo extraño en el rostro de Wanda, no estaba relajada y sonriente como cuando llegó.

— Discúlpame tremendamente, Wanda... pero justo llegó uno de los inversionistas y es muy importante que me reúna con él, fue de improviso, no tenía...