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Está bien... claro, iremos a la lectura del testamento la siguiente semana, muchas gracias por llamar... está bien... de acuerdo... llevaremos todo lo necesario, gracias, hasta luego, tenga buen día...

Natasha escuchaba la voz de su esposa a lo lejos, entreabrió los ojos y se dio cuenta de que estaba en la sala de su casa, una manta la cubría, se sentó estirándose un poco, vio alrededor aún confundida, por fin había despertado.

— ¿Descansaste? — Sonrió Wanda colgando el teléfono y sentándose al lado de su esposa

— Algo... — Mintió — ¿Dónde está Cassie?

— Toma una siesta, estuvimos jugando afuera, mientras dormías

— No descansaré bien por la noche... no me dejes dormir de día ¿De acuerdo?

Wanda percibió esa petición de manera extraña, como si dormir fuera de las peores cosas que le podía pasar en el mundo — De acuerdo

— Bien — Se estiró un poco — ¿Que se te antoja para después? ¿Quisieras ir a los juegos con Cassie?

— Lo que gustes está bien para mí — Sonrió con suavidad — Natasha... tenemos que hablar

— ¿Qué pasó? — Su esposa no era de ponerse seria para hablar de ningún tema

— Acaba de llamar el abogado que condujo el testamento de mi abuela, ya cumplimos la cláusula del matrimonio, así que debemos acercarnos para la lectura de lo que nos tocará, al tener una bebé, cambia un poco la situación en beneficio de Cassie, así que debemos llevar su acta de nacimiento también, eso es después de la lectura, tenemos que ir las dos, por lo que nuestras vacaciones deben aplazarse — Quería continuar sonriendo, pero sabía que eso era todo con Natasha, lo único por lo que mantenían su matrimonio después del engaño era para recibir la herencia de su abuela, no porque Natasha quiera el dinero, sino por Cassie, era la razón principal para tomar todas las decisiones en su vida desde que nació

Pasaron cinco años ya... — Dijo no sabiendo que era lo correcto expresar en esa situación, ninguna sabía en que consistía la herencia de Wanda, sólo que su abuela había puesto la condición de estar casada por mínimo cinco años para recibirla, era algo que le parecía sin sentido, era una forma idílica de ver el matrimonio, podrían tener cinco años horribles y eso no hacía a ninguna merecedora de nada, como también por el contrario lo cual resultaba en lo mismo, en resumen, habían estado casadas cinco años enteros cuatro buenos y uno malo... pero la abuela de Wanda al parecer no pensó en eso

— Bueno... sabes que reclamar una herencia tampoco es un proceso rápido, pero haré que todo se agilice...

— Wanda — Se puso de lado para verla a los ojos — Nuestra prioridad es Cassie, por ella es por quien hacemos esto, no me importa realmente que tarde meses o un año más el proceso, no quiero que afecte a nuestra hija el que te ocupes más de la herencia que de ella, así que tomémoslo con calma, haremos juntas esto, paso a paso, pero no dejando a Cassie de lado, sé que ni bien tengamos todo arreglado nos vamos a divorciar, es un hecho, lo mejor para nuestra hija será que le tomemos más atención a ella que al dinero o a que ya no querramos estar juntar lo más rápido posible, necesito dejar eso en claro

— Tienes razón — Sonrió con suavidad — Ambas queremos lo mismo, decidimos no llevarnos mal y centrar todo en Cassie, vamos a tomar esto dándole el tiempo que necesite, gracias por todo

— A ti por hacerme ver el interés de nuestra hija antes que los nuestros, tú eres una mujer increíble — Sabía que el engaño había sido un error, pero eso no desprestigiaba la mujer que era su esposa — Que conoce el mundo entero, has tenido muchas oportunidades y una vida de lujo; quiero lo mismo para Cassie, que decida estudiar lo que quiera dónde quiera, que pueda tener dinero para disponerlo a su necesidad, que no le tenga que pedir nada a nadie nunca...

Ambas provenían de realidades un poco diferentes, mientras que Wanda tenía un pony cuando niña, Natasha apenas obtenía sólo un regalo por Navidad, Wanda faltaba a clases o llegaba tarde a la escuela más prestigiosa del país, Natasha trataba de mantener una beca porque la realidad era que sus papás ya estaban realmente ajustados al comprar todo lo que necesitaba para esa escuela privada; Wanda viajaba por todo el mundo, Natasha pudo ir de intercambio para aprovechar el conocer otros lugares sin dejar de estudiar, para Wanda elegir una carrera era una opción, Natasha no tenía de otra que trabajar.

— ¿Recuerdas lo que nos dijo tu adorable abuela cuando recién nos casamos? — Emitió Natasha con un toque burlón

— ¿Que no íbamos a durar ni un mes? — Alzó las cejas continuando la conversación

— No... — Suspiró — Dijo que yo podía ser una mujer muy preparada y con un buen puesto laboral, pero que nuestras diferencias pesaban mucho, que en algún momento serían más que nosotras mismas y al final sí... — Vio a Wanda a los ojos para decirle esto último — Tú me cambiaste por alguien de tu propia clase, por alguien que era un niño mimado como tú, sé que para ti lo que te di, lo que te doy... — Señaló la casa en la que vivían — No es mucho o no es nada comparado a lo que estás acostumbrada, tu abuela tenía razón, éramos muy diferentes y no queríamos darnos cuenta, cometimos el error de guiarnos por lo que sentíamos en ese momento, trajimos una niña al mundo y... nada de eso importó al final... pasó lo que pasó y estamos aquí, yendo a recibir la herencia de tu abuela, burlándonos de cierta forma del deseo de que te cases con alguien que corresponda a lo que tú eres, pero bueno... no podemos deshacer nada de lo que pasó desde que nos conocimos, lo importante es Cassie y mantenernos enfocadas en ella — Se levantó del sofá — Iré a darme una ducha, piensa en a dónde iremos después

Wanda no sabía cómo responder esas palabras, ella no había hecho nada a propósito, no la había cambiado, no había dejado de amarla, no era por su clase social ni mucho menos, sólo que...

— No puedo decírtelo — Susurró para sí misma limpiando las lágrimas que se asomaban por sus ojos

Natasha podía pretender que llevaba una vida cordial a su lado, pero la realidad era otra, seguía herida y confundida, deshacerse de ella en sus sueños no era nada comparado a su divorcio en la vida real, necesitaba decirlo, este matrimonio se había terminado, de la peor forma y más clásica que termina un matrimonio, de la manera más común; aún así un engaño es la razón por la que la mayoría de las parejas te responderían que no terminarían, pues nadie cree que le puede pasar, nadie piensa que no es lo suficientemente bueno para su pareja.

Ambas tenían que seguir con su vida, este era el inicio de la despedida, el inicio del fin, no había más espera, no había que anhelar una fecha, sus días de casadas por un papel habían acabado, aunque de los verdaderos días de matrimonio ya se habían despedido hace mucho.

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Hola!!! Muchas gracias por sus votos y especialmente sus bellísimos reviews <3

Bueno... llega la herencia y el divorcio... 

Creo que ahora tienen la percepción de que Natasha es la que más sufre... pero yo creo que ambas lo hacen en la misma medida :c

Bye...

High Infidelity | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora