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No sabía si volver a su casa la alegraba o la hacía sentir igual de vacía, sólo extrañaba a su bebé, ya quería que sea de día para poder cargarla y tenerla entre sus brazos también escuchar sus balbuceos, su risa y sentir sus pequeñas manos en dirección suyo.

Entró a su habitación por su pijama, vio a Wanda sentada en la cama utilizando su celular.

— ¡Volviste! — Exclamó emocionada, aunque rápido trató de fingir indiferencia

Natasha evitó reír, le dio ternura, pero estaba tan herida que no quería congeniar con su esposa, menos tan tarde.

— Volví — Tomó su pijama y se encerró en el baño

Pensaba en salir a dormir en la sala o el cuarto de huéspedes, pero no quería iniciar una pelea, ya hablaría con Wanda mañana.

— Espero que estés con un pijama decente — Emitió saliendo del baño

— Pensé que llegarías en la mañana, pero puedo cambiarme — Se encogió de hombros bajando los pies de la cama para levantarse

— Está bien — Le restó importancia — Déjalo, hay que dormir es muy tarde — Suspiró yendo a su lado de la cama y recostándose

No supo si era que estaba cansada del viaje o que por fin sentía el cuerpo tibio de su esposa o qué, pero no tardó en quedarse completamente dormida.

High Infidelity | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora