High Infidelity | Wandanat

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Abrió los ojos sintiéndose extraña, vio al lado y Wanda aún seguía dormida, debía despertar en ese instante, ya lo había hecho antes no debería ser tan difícil lograrlo, empezó a pellizcar sus brazos tratando de abrir los ojos lo más posible, tenía que despertar, no podía seguir en este lugar.

— Buenos días... — Escuchó la voz de Wanda, ella se sorprendió y sintió temor, llevo las manos a su espalda mientras se seguía pellizcando

— Buenos días... — Trató de sonreír

— ¿Cómo te sientes? — Acarició su mejilla besando sus labios

— Wanda, amor, déjame despertar ¿Sí? — Intentaba lucir tranquila

— ¿No quieres estar conmigo y con tus hijos aquí?

— Wanda...

— Nat, escúchame, yo sé cómo podemos quedarnos aquí, se supone ibas a despertar y amarme de nuevo — Estaba desesperada — Yo te amo, te amo con mi vida, por favor, Natasha... escúchame, la Wanda real no te quiere, prefiere guardar sus secretos que tenerte con ella, tú conmigo estás bien, eres feliz, escúchame... yo... yo soy Wanda y no la que tú conoces, tampoco estamos en un sueño tuyo, es como un limbo... yo soy de... otra línea del tiempo, en este lugar podemos convivir tú y yo que somos de diferentes líneas... sé cómo podemos quedarnos aquí, tú y yo...

— ¿Espera qué? — Se sentó en la cama sintiendo su respiración nerviosa — Y nuestros hijos... ¿Billy y Tommy vienen de tu universo? ¿Y a Cassie la traes aquí? — Estaba empezando a alzar la voz — ¿Tú que eres?

— No, no... Billy y Tommy... ellos son mis hijos en la vida real, los que están aquí... están hechos por... magia — Susurró esa última palabra con miedo — Igual que Cassie... indagué un poco en tus recuerdos para hacerla exactamente como tú la conoces, Natasha... podemos quedarnos aquí, para siempre

— ¿Por qué hiciste esto? — Habían tantas palabras y significados que no los lograba entender por completo y menos reunidas en una sola frase, pero era lo que menos le interesaba en ese momento

— Porque a mi Natasha no le importo ni un poquito... — Trató de decir de forma compuesta, pero su voz sonaba baja y triste — Creí que si buscaba a una Natasha que esté en una situación parecida a la mía, podría... llegaría a amarme igual que yo a ella y podría construir un futuro a su lado

— ¿Que pasarían con nuestros hijos reales si se cumplía lo que tú dices?

— Traeré a mis hijos y a tu hija...

— No sé los detalles de lo que pasó en tu vida, pero estás demente si crees que yo accederé a esta locura y arrastraré a mi hija aquí, ¿Qué hay de su otra madre? ¿De mi Wanda y tu Natasha? ¿Qué hay de ellas? ¿Desapareceremos por completo igual que sus hijos? ¿Cómo le harías eso a una persona que dices amar? — Se sentía desesperada e incrédula de que todo eso pase

— Acepta, por favor... — Continuaba pidiendo — Seremos felices con nuestros hijos

— Déjame ir — Emitió con seriedad

— Natasha

— ¡No! ¡No y no! ¡Te equivocaste conmigo! ¡Yo en la vida desaparecería para vivir una realidad falsa e idílica! — Se sentó en frente de Wanda tomándola por los hombros — Escúchame... entiendo tu dolor, pero esta no es manera de resolver o buscar una salida... Wanda, eres una mujer increíble, tanta atenta, dadivosa, cocinas delicioso, eres graciosa, inteligente, sabes educar a los niños, estoy embelesada contigo... pero yo cuando estoy contigo pienso en MI esposa, en MI Wanda, porque estoy enamoradísima de ella, es la mujer que amo, yo amo a mi esposa, a la que no le gusta que la llame "hermosa", a la que al estar en una fiesta se aburre y quiere irse, de la que se emociona con ir a un parque de diversiones, yo amo a esa Wanda; es lo mismo para ti, tú no me amas a mí, sino a la Natasha con la que tuviste dos preciosos hijos, tú y yo somos un cascarón vacío de la otra que se acomoda a lo que queremos, no podemos herir a las que amamos de manera real, debemos separarnos para siempre

— Vas a ver que la vida real no es tan buena como lo es conmigo... ¿No hemos tenido unas gloriosas semanas juntas?

— Cuando pensé que era un sueño, lo acepté, pero ahora quiero irme a casa, con mi hija... a solucionar o intentar solucionar mi vida real, te recomendaría hacer lo mismo... y si Wanda no quiere nada conmigo para casarse con Loki, lo aceptaré porque así es la vida, no podemos escapar por más que tengamos los medios para hacerlo — Wanda lloraba y trataba de abrazarse a sí misma

— No quiero que te vayas... no me dejes, por favor

— Lo siento... Wanda... pero es lo mejor para ambas, yo solucionaré mi vida en mi... mundo o lo que sea y tú intenta hacer lo mismo... tampoco quiero ser cruel contigo... — Decía sintiéndose culpable, ver a Wanda llorar le dolía, no importaba que no sea su esposa

— Por favor... quédate... — Se abrazó a su cintura llorando de manera desesperada

— Wanda, no... tenemos que ser adultas ¿Sí?