—Pero él solo quería un rato de diversión y luego se acabaría —dijo Yuri, frunciendo el ceño mientras se acomodaba un mechón de cabello tras la oreja.
—Igual es mejor eso que nada —replicó Jun-hee con una seguridad que me hizo arquear una ceja.
—¿Así que Heeseung solo se aprovecha de las chicas? —pregunté, queriendo confirmar su punto de vista.
—O las chicas se aprovechan de él. Aunque… si tuviera la oportunidad, dejaría que se aprovechara de mí. Estoy segura de que sería la mejor experiencia de mi vida —sonrió, mirando a la nada con una expresión soñadora.
—Estás loca —murmuró Yuri, negando con la cabeza.
Terminamos de comer y salimos al aire fresco del parque. El olor dulce de algodón de azúcar flotaba entre las luces de colores. Afuera, encontramos a Jake y a Tom conversando, sus siluetas recortadas por el resplandor de los puestos de comida.
—Bien, creo que todo está claro —dijo Jake, acercándose a nosotras con una expresión que mezclaba seriedad y diversión.
—Deja de ser tan exagerado, Tom —lo miré mal, cruzando los brazos.
—Y tú, mantente alejada de Heeseung —replicó mi hermano, señalándome con un gesto autoritario.
—¿Por qué? Él no ha hecho nada malo —mi ceño se frunció instintivamente.
—No me importa —dijo Tom, encogiéndose de hombros.
—Recuerda lo que te dije, Tom —añadió Jake en tono de advertencia.
—Ya, Tom, relájate —intervino Jun-hee, tirando de su mano—. Mejor vamos a la rueda de la fortuna.
Se lo llevó casi a rastras mientras él bufaba entre dientes.
Nosotras los seguimos. La rueda era enorme, sus cabinas se mecían suavemente mientras el cielo se oscurecía. Las luces de neón pintaban el aire de azul y violeta; cada giro parecía rozar las primeras estrellas. Siempre había soñado con subir ahí con alguien especial.
—Vamos —dijo Yuri, emocionada.
—Perdón, chicos, suban ustedes, recibí una llamada —Tom mostró su teléfono; en la pantalla parpadeaba el nombre de su novia.
—Anda, ve a contestar —sonrió Jun-hee—. Está muy enamorado.
Así que Jun-hee y mi hermano solo eran amigos. En realidad, según lo que entendí, ella seguía loca por Heeseung.
—Bien, vamos, Lily, subamos —Jake extendió su mano hacia mí, cálida y segura.
—¿Subirás con ella? —preguntó Yuri, arqueando una ceja.
—Sí. Tú puedes ir con Jun-hee, ¿no hay problema? —Jake buscó la aprobación de ambas.
—Claro que no —respondió Jun-hee, guiñando un ojo.
Ellas subieron juntas y yo entré con Jake. La puerta metálica se cerró y la cabina comenzó a ascender. Sentí un ligero temblor bajo los pies mientras el parque quedaba cada vez más pequeño. El aire frío de la noche entraba por la ventana, trayendo consigo el aroma de palomitas de maíz.
—Bien —Jake rompió el silencio, señalándome con una dulzura inesperada—. Quise subir contigo porque necesito que hablemos.
—¿Conmigo? —me señalé, fingiendo sorpresa mientras mi estómago daba un salto—. ¿De qué?
—Lily, ¿pasa algo? Te he notado extraña.
El contacto visual me hizo tragar saliva.
—¿Lo dices por hoy? No es nada, solo… necesitaba comer algo, eso es todo —alcé los hombros, evitando su mirada.
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La Excepción - Sim Jake
Teen FictionLily ha estado enamorada de Jake desde que tiene memoria. El problema es que Jake es el mejor amigo de su hermano... y la sigue viendo como "la hermanita". ¿Pero qué pasa cuando ella ya no es tan pequeña, y él empieza a notarlo? ✓ historia heterosex...
