Four

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—¿A qué te refieres con una chica como yo? —pregunté, curiosa.

—Bueno, ya sabes… —Jake se interrumpió, negando con la cabeza—. No importa. No entiendo por qué quieres ir —dijo, tratando de cambiar de tema.

—Es que casi nunca salgo, y nunca he ido a una fiesta. Además, quería estar con ustedes.

—¿Estás segura? —preguntó entornando los ojos.

—Sí, quiero pasar tiempo con ustedes antes de que vuelvan a Seúl —hice un gesto tierno, juntando las manos.

No era mentira, era la pura verdad. Claro que quiero pasar tiempo con ellos. Son los mejores, y los he extrañado demasiado desde que se fueron a Seúl.

—Ya veremos qué dice tu hermano —Jake se dio la vuelta, apoyando los brazos en el fregadero mientras me miraba.

—Gracias, Jake, te lo agradezco —me acerqué a él de inmediato y lo abracé con fuerza.

—No te prometo nada, ya sabes cómo es él —respondió, devolviéndome el abrazo.

Ese es uno de los motivos por los que siempre he querido a Jake. Me trata bien, me hace sentir segura. Es una persona cálida.
Todos los amigos de Tom me molestaban, pero Jake nunca lo hizo. Él siempre me defiende de mi hermano y ha sido cariñoso conmigo desde el principio. Es el chico bueno.
A veces tengo miedo de que las cosas cambien entre nosotros. Porque, aunque tal vez Jake nunca me vea como algo más, prefiero que siga siendo el mismo de siempre. Jake me hace sentir especial.

Al final, Jake y mi hermano se fueron, y yo me quedé haciendo tareas. Solo espero que Jake pueda convencerlo de dejarme ir a la fiesta.

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POV Jake

Estábamos jugando videojuegos con Tom y buscaba el momento para sacar el tema.

—Tom, ¿por qué no llevamos a Lily con nosotros? —pregunté, sin apartar la vista de la pantalla.

—No lo creo, Jake —dijo, dejando el control en la mesa.

—Mira, vinimos a pasar tiempo con tu familia, como dijo tu mamá. Debemos aprovechar antes de volver a Seúl.

—Sabes que ese no es un lugar para ella.

—Lo sé, pero casi nunca sale de casa. Es una buena oportunidad.

Tom suspiró y se levantó del sillón.

—No puede ser… No lo sé, amigo. No creo que sea lo correcto.

—Vamos, tu hermana lo merece. Descuida, estaremos con ella.

—Sabes que quería embriagarme esta noche —dijo estirándose.

—Lo sé. Tú puedes hacerlo, yo no beberé. Tengo que conducir. Yo cuidaré de tu hermana, don’t worry.

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A eso de las siete de la noche recibí un mensaje de mi hermano: arréglate para la fiesta. Grité de la emoción, saltando sobre la cama. No lo podía creer. ¡Jake es el mejor!

—¿Qué te parece este vestido? —le pregunté a Su-jin por videollamada.

—No me gusta, pruébate otro.

—¿Y este? —posé frente a la cámara.

No sabía qué ponerme. Tenía que pedir ayuda; obviamente quería impresionar a Jake. Aunque Su-jin no tenía ni idea de que esa era la verdadera razón de la llamada.

—¿No tienes uno más corto? —preguntó con una sonrisa traviesa.

—La verdad no creo, sabes que no me gustan tanto —murmuré, mirando el vestido que llevaba.

—Así nunca conseguirás novio —dijo, divertida.

Al final elegí un vestido lila, ni muy corto ni muy largo. Era delicado, perfecto para mí. Quise combinarlo con tacones.
No quería parecer alguien que no soy; este vestido era suficiente. Su-jin también me ayudó a maquillarme un poco: algo sencillo, apenas un toque de brillo en los labios y rubor en las mejillas. Me miré al espejo y sentí cómo mi corazón latía más rápido de lo normal.

A los quince minutos escuché el auto de Jake. Bajé corriendo. Ellos ya estaban entrando.

—Hasta que por fin te arreglas —dijo Tom, apretando mis cachetes.

—¡Ya basta, Tom, deja de ser tan tonto! —me quejé.

—Pero es cierto —rió.

—¿Me estás diciendo que siempre me veo fea? —pregunté, fingiendo estar ofendida.

Jake solo observaba, divertido. Para él, era típico vernos discutir.

—Vamos, o llegaremos tarde —intervino Tom, saliendo de casa.

—Te ves hermosa como siempre, Lily. Sabes que tu hermano solo quiere molestarte —Jake besó mi mejilla después de decirlo.

Mi corazón dio un salto. Sentí un calor dulce en el rostro. Qué bueno que notó que me arreglé… aunque él no sabe que fue por él.

—Después de ti, Lily —Jake me cedió el paso.

Tom ya estaba en el auto, y Jake, caballeroso como siempre, me abrió la puerta trasera.

—Qué caballeroso eres, Jake —bromeó Tom.

Jake solo sonrió.

—Más que tú, seguro —le respondí.

—Me hieres, hermana —Tom se llevó una mano al pecho.

—Lily, deberías ver cómo es con su novia —Jake ahora se burlaba de Tom.

—¡Ya cállate, Jake! —Tom se puso serio.

—Es verdad, se comporta como un auténtico enamorado.

—Típico —murmuré.

Tom me miró de reojo, con una sonrisa traviesa.

—Y tú, ¿qué hablas? Debes estar tan enamorada del tal Jungwon… —dijo, girándose hacia mí.

Sentí cómo la sangre me subía a las mejillas.
¿Qué le pasa?

La Excepción - Sim Jake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora