Al fin la encontré: estaba en la cocina, con la compañía de Heeseung. Sentí que el aire volvía a mis pulmones; suspiré, aliviado de que estuviera bien.
—¿Qué haces aquí, Lily? —pregunté mientras me acercaba a ambos.
—Heeseung me dio una soda, tenía algo de sed —respondió con una sonrisa apenada.
—Estaba preocupado por ti, Lily. No podías desaparecer, te lo advertí al llegar aquí —la voz de Jake sonó alterada, más áspera de lo habitual.
Jake estaba molesto, y no lo culpo. Sé que solo está preocupado. Debí avisarle antes de retirarme, pero no lo hice. Nunca lo había visto tan frustrado.
—Ya cálmate, amigo, ella está bien, ¿no la ves? —intervino Heeseung, levantando las manos en un gesto pacífico.
—Lily, tienes que salir. Tu hermano está preocupado por ti —añadió Jake, sin mirarme directamente.
—Está bien, muchas gracias por la soda, Heeseung —hice una pequeña reverencia.
—No te preocupes, pequeña Lee, no fue nada. Nos vemos luego —me regaló una sonrisa ligera que hizo brillar la cocina.
Me despedí y salí de ahí en busca de mi hermano. Lo encontré en el salón, con una botella en la mano y hablando con una chica que estaba demasiado cerca para mi gusto. Además, él tiene novia.
—Hola, hermano —llamé su atención.
—¿Dónde te habías metido, Lily? —preguntó, con un tono molesto. Sus mejillas enrojecidas y el ligero tambaleo me confirmaron que ya estaba ebrio.
—En la cocina, tomando una soda —dije, intentando tranquilizarlo.
—No te vuelvas a alejar —advirtió, señalándome con el índice.
—Está bien —murmuré, deseando salir de allí. No quería interrumpir su conversación; me sentía como un intruso.
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Mientras tanto, en la cocina, Jake se volvió hacia Heeseung con una mirada tensa.
—Es una menor —dijo, la voz baja pero firme.
—¿Por qué lo dices? —Heeseung arqueó una ceja.
—Solo ten cuidado. Es una niña. Mira bien dónde pones los ojos, Heeseung —Jake lo miró con seriedad antes de salir, visiblemente molesto.
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Busqué un poco de aire y crucé la casa hasta el patio trasero. La música quedaba atrás como un rumor ahogado. Encontré un rincón apartado, con una banca de madera desde la que se veía el vecindario iluminado y los parches oscuros de las zonas verdes. Allí estaba ella. Sus pies colgaban sin tocar el suelo, balanceándose en un vaivén distraído, casi infantil.
Me acerqué.
—¿Qué haces aquí? —pregunté suavemente.
—Quería un lugar más tranquilo. La música está muy alta y aquí no llegan tanto los olores a alcohol y cigarros —dijo, girando apenas la cabeza para mirarme antes de volver a perderse en la vista.
El viento fresco traía olor a pasto húmedo y un leve eco de risas lejanas.
—Te dije que este lugar no era para ti —recordé. Tenía razón y lo sabía.
—Lo siento, Jake, no quería molestarte, no fue mi intención —bajó la cabeza.
—Oye, no te preocupes, no estoy molesto. Solo me asusté un poco. Hay peligros aquí, y más para alguien como tú —esta vez la miré directamente.
—Otra vez esa frase… ¿a qué te refieres con “alguien como yo”? —preguntó, con una mezcla de curiosidad y desafío.
—No es en mal sentido. Pero el mundo, y sobre todo este ambiente —señalé hacia la casa, donde las luces parpadeaban—, puede ser peligroso. Hay hombres que solo buscan divertirse. Y tú eres… buena, inocente, incluso algo ingenua. Eso me preocupa. Sé que crees que todo el mundo es bueno, pero no es así.
Sentí su respiración agitarse. Sus ojos brillaban con algo más que la luz de las farolas.
Así que así me ve Jake… Pensé con un nudo en la garganta. Como una chica ingenua, casi tonta. Nunca me verá como algo más, como una mujer.
—Ya no soy una niña, Jake —dije, un poco molesta—. ¿No te das cuenta?
—Para mí lo sigues siendo. Y no es malo. Tú no eres el problema. El problema es que no puedes confiar en cualquier chico. Prométeme que tendrás cuidado. Tom y yo no siempre podremos estar cerca para protegerte. Promételo, Lily —sus ojos se clavaron en los míos.
—Lo prometo —extendí mi meñique.
Él lo tomó, y esa pequeña unión me estremeció. Me gusta que Jake se preocupe por mí, pero me gustaría que lo hiciera de otra manera, no solo como un hermano mayor.
—Que esto quede entre nosotros —dijo acomodándose en la banca.
—¿Qué cosa? —pregunté, confundida.
—Que estuviste con Heeseung en la cocina —respondió, mirando al cielo.
—Pero no pasó nada malo —protesté.
—Lo sé. Pero conoces a tu hermano, si se entera se volverá loco —rió suavemente.
—Ah, es cierto, Tom es muy exagerado —reí también, sintiendo cómo la tensión se disolvía.
—Por cierto, ¿quién es la chica con la que estaba Tom? —pregunté con curiosidad.
—Ella es… no recuerdo su nombre, pero tu hermano estuvo enamorado de ella toda la secundaria —rió, antes de volver a mirarme.
Su risa era cálida, contagiosa. Ay, su risa es tan linda. Él es tan lindo. Todo en Jake tiene algo único, algo que me deja sin aliento.
—Eso es mucho tiempo —dije, negando con la cabeza.
—Sí, y cuando al fin la superó, se la encontró aquí. ¿No es irónico?
—Pero dijiste que está muy enamorado de su novia —aseguré.
—Así es. Solo espero que siga siendo así. Esa chica nunca le prestó atención, y ahora que tiene novia parece interesarle.
—¿Y qué hay de ti, Jake? ¿No tienes novia? —la pregunta me salió casi sin pensar.
Era un momento perfecto para saberlo, aunque parte de mí temía la respuesta. Si su corazón late por otra persona, el mío se rompería en mil pedazos.
—¿Por qué tan curiosa, Lily? —preguntó, sonriendo.
—Solo quiero saber, es todo. Pero si no quieres decirme, no hay problema. Son tus asuntos personales —me encogí de hombros, intentando sonar casual aunque el corazón me latía a toda velocidad.
Jake soltó una carcajada, una de esas que parecen rozar la piel.
—No te pongas tan seria, Lee —dijo, mirándome con esa chispa que hace que todo mi mundo se detenga por un segundo.
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La Excepción - Sim Jake
Teen FictionLily ha estado enamorada de Jake desde que tiene memoria. El problema es que Jake es el mejor amigo de su hermano... y la sigue viendo como "la hermanita". ¿Pero qué pasa cuando ella ya no es tan pequeña, y él empieza a notarlo? ✓ historia heterosex...
