Pretendí que no había escuchado nada, aunque por dentro la frase de Jake me taladraba una y otra vez. Ya estoy enamorado de otra persona.
Me moría por saber quién era esa chica capaz de ganarse su corazón, pero al mismo tiempo dolía reconocer que no era yo. Pasé la noche entera dándole vueltas, reprochándome por haber permitido que mis sentimientos hacia él volvieran a encenderse.
El día tampoco me dio tregua. Cada aroma, cada rincón del apartamento me recordaba su presencia. Vivir bajo el mismo techo era una prueba cruel.
—¿Qué estás preparando? —la voz de Tom irrumpió en la cocina.
El vapor de la olla perfumaba el aire con mantequilla y ajo, y yo removía la salsa con movimientos automáticos.
—Ya que hoy es una fecha especial y, por fin, me presentarás a tu novia —respondí apagando la estufa— decidí preparar algo a la altura de la ocasión.
Tom alzó las cejas, suplicante.
—Dime que hiciste lasaña.
Solté una risa suave.
—Es tu plato favorito, lo sé, pero no. Esta vez preparé fettuccine Alfredo.
—Está bien, de todas formas será delicioso. —Se inclinó y besó mi cabeza—. Gracias por todo, hermanita.
—No es la gran cosa —sonreí, fingiendo calma mientras el aroma cremoso de la salsa me envolvía—.
Tras terminar los últimos detalles, fui a bañarme y cambiarme. Quería verme presentable para conocer a la novia de mi hermano, aunque en el fondo algo me decía que no importaba lo que me pusiera: mi corazón seguiría latiendo por la misma persona equivocada.
—¡Te ves linda! —la voz de Jake me sorprendió al salir de mi habitación.
—Gracias —respondí con rapidez, evitando su mirada.
Caminé hacia la cocina, sintiendo cómo sus pasos me seguían. El sonido de la vajilla al chocar entre sí me ayudaba a disimular la inquietud. Jake, de pie a unos metros, se veía tan atractivo como siempre, con esa expresión despreocupada que en realidad ocultaba algo más.
—¿Sabes dónde está Tom? —pregunté mientras probaba la salsa para asegurarme de que estuviera perfecta.
—Fue a traer a Hee-jin —contestó acercándose un poco—. ¿Puedo ayudarte?
—No, descuida, lo tengo todo bajo control. —Mi voz sonó más nerviosa de lo que pretendía.
—Trabajaste duro hoy. Lo mínimo que puedo hacer es ayudarte a poner la mesa. —Sonrió, y esa sonrisa me desarmó como siempre.
Suspiré, rindiéndome.
—Bien, ve a poner los platos.
Mientras él acomodaba la vajilla, yo llevé la comida a la mesa. El aroma a crema y parmesano se mezclaba con el calor del horno, llenando el ambiente de una calidez casi hogareña, aunque mi interior estuviera lejos de la calma. ¿Por qué sigo amándolo si ya decidí dejarlo ir?
Poco después llegaron Tom y su novia.
—Hola, Lilibeth, un gusto conocerte. —Hee-jin hizo una reverencia delicada.
—Ya te había visto, pero es la primera vez que hablamos. —Le devolví la reverencia con una sonrisa—. También es un gusto conocerte, Hee-jin.
Durante la cena descubrí que era una chica amable y, sin duda, muy bonita. Conversar con ella resultó más sencillo de lo que imaginé.
—Tu hermano me habló de tu talento para la cocina —comentó con los ojos brillantes—. Y ahora entiendo por qué, ¡esta es la mejor comida que he probado!
—Muchas gracias, trato de hacerlo lo mejor posible —respondí, sonrojándome.
—¡Lily, eres la mejor! —exclamó Tom con entusiasmo.
—¡Ya basta, Tom! —protesté, avergonzada.
—Tu hermano tiene razón —añadió Jake, apoyándolo con una sonrisa que me derritió por dentro—. Eres increíble.
Apreté los labios, rindiéndome a los cumplidos.
—Está bien, gracias… —murmuré.
Jake me miró con dulzura.
—Gracias por la cena, Lily. Tom y yo nos moriríamos sin ti.
—No exageres, podrían vivir de domicilios —repliqué entrecerrando los ojos.
—No los disfrutaría tanto. —Se mordió el labio inferior, ese gesto que siempre encendía algo en mí sin permiso.
Hee-jin, curiosa, preguntó de pronto:
—Oye, supe que eres amiga de Sunghoon, ¿es cierto?
—Sí, nos hemos hecho buenos amigos —asentí—. ¿Por qué?
—Es que no solía hablar con nadie. Muchas chicas se acercaban, pero él siempre las ignoraba.
—¿Por qué no cambiamos de tema? —intervino Tom, algo incómodo.
Hee-jin asintió, pero enseguida giró hacia Jake:
—Oye, ¿por qué no fuiste a la fiesta de ayer?
—La verdad no tenía ganas —respondió él, encogiéndose de hombros.
—Antes solías divertirte mucho, ¿qué sucede?
Jake evitó su mirada.
—Nada, simplemente ya no tengo motivos para ir. Ya no me interesa.
—Es extraño —comentó ella, frunciendo el ceño—. Desde que empezó este año has cambiado… ¿Lily tiene algo que ver?
Abrí los ojos, sorprendida.
—Claro que sí —Jake contestó sin titubear—. Alguien debe mostrar responsabilidad en esta casa, ya que Tom no lo hará.
—¡Desgraciado! —protestó Tom entre risas.
—Ahora debes mostrar madurez —añadió Hee-jin, divertida.
Yo intenté mantenerme neutral.
—Ya no soy una niña, Jake. Además, eres un adulto, no tienes que limitarte por mí.
Él me sostuvo la mirada, como si quisiera decir algo más, pero guardó silencio.
—Sabes que mi amiga Karina está muy enamorada de ti —continuó Hee-jin, sin notar la tensión que crecía.
Fruncí el ceño. Karina era muy popular en el campus, bonita y de familia adinerada. Claro, ella sí sería una elección perfecta…
—Olvídate de eso, amor —intervino Tom—. Jake está enamorado de otra chica.
—¿Qué? ¿De quién? —preguntó Hee-jin, sorprendida.
—No lo sé. No quiere decirme —respondió Tom, frustrado.
Contuve el aliento. Cada fibra de mi cuerpo ansiaba la respuesta.
—¿Por qué clase de chica dejarías a Karina? —insistió ella.
—Yo no voy a cambiar a nadie. Jamás pensé en Karina de forma romántica —Jake habló con seriedad.
—Entonces, ¿esa chica será tu novia? —preguntó de nuevo.
Jake exhaló, la mirada perdida.
—No lo creo. Fui un imbécil y perdí mi oportunidad con ella.
El silencio se volvió denso.
—Jake… lo siento —murmuró Hee-jin, arrepentida.
Él sacudió la cabeza.
—No te preocupes. Solo dile a Karina que desista. No quiero una relación con ella ni con nadie más. La única chica que me importa… ya no siente nada por mí.
Su voz se quebró apenas, pero el peso de sus palabras me golpeó de lleno. Mi corazón se encogió, dolido. No sabía quién era esa chica ni por qué la había perdido, pero entendía el dolor de amar y no ser correspondido. Y, aunque quisiera engañarme, cada parte de mí deseaba que esa chica… fuera yo.
Lamento mucho haberme desaparecido de esta historia 🥺 espero no volverlo hacer.
Denle apoyo queridas 👇😄
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La Excepción - Sim Jake
Teen FictionLily ha estado enamorada de Jake desde que tiene memoria. El problema es que Jake es el mejor amigo de su hermano... y la sigue viendo como "la hermanita". ¿Pero qué pasa cuando ella ya no es tan pequeña, y él empieza a notarlo? ✓ historia heterosex...
