Nos fuimos de ahí después de, por lo menos, media hora. Heeseung no volvió a dirigirme la palabra de forma directa; podía sentir la mirada penetrante de mi hermano sobre él como una pared invisible que lo mantenía a raya. Aun así, al despedirse, se inclinó lo suficiente para susurrarme algo que me erizó la piel.
—Piensa en la propuesta, no habrá muchas oportunidades —murmuró con esa voz baja y segura que sonó casi como una caricia.
Un escalofrío me recorrió la espalda. Su tono era seductor, como si cada palabra estuviera diseñada para quedarse en mi cabeza. No todos los días un chico como Heeseung te susurra algo así; era imposible no sentir un pequeño temblor, aunque yo supiera que no debía.
Recordé las palabras de Jun-hee, aquella confesión de que daría cualquier cosa por volver a tener una oportunidad con él. Se arrepentía de no haber aceptado cuando la tuvo. Esa idea quedó suspendida en mi mente, latente.
—¿Qué tal si pedimos pizza, Lily? —Jake se dejó caer a mi lado en el sofá, interrumpiendo mis pensamientos.
—Me gusta la idea —respondí, sonriendo para disimular el cosquilleo que aún me quedaba por dentro.
La sala estaba tibia, iluminada apenas por la luz amarilla de la lámpara de esquina. Afuera, la noche parecía más silenciosa de lo normal; apenas el zumbido del refrigerador rompía el ambiente. Mamá llegaría tarde y papá no estaba, así que serían Jake y mi hermano quienes me harían compañía.
—¿Por qué fastidias tanto a Heeseung? —pregunté, mirando a mi hermano, que estaba concentrado en su celular—. ¿No se supone que es tu amigo? ¿Por qué desconfías tanto de él?
Jake soltó una carcajada suave, como si hubiera estado esperando esa pregunta.
—Exactamente porque lo conozco, desconfío de él —respondió mi hermano sin apartar la vista de la pantalla.
—No creo que sea como ustedes lo describen —negué con la cabeza, cruzando los brazos.
—No me digas que ya caíste en el encanto de Heeseung —dijo mi hermano, abriendo los ojos con una mezcla de sorpresa y alarma.
—Lily… —Jake pronunció mi nombre, como una advertencia.
—¿Qué? No, claro que no —negué rápidamente, sintiendo el calor subir a mis mejillas.
—Tan fácil caíste, a eso me refiero. Ese es el típico hechizo de Heeseung —continuó mi hermano, esbozando una sonrisa que tenía un toque de molestia.
—Bueno, no decimos que sea un mal chico… —Jake hizo una pausa, eligiendo sus palabras—. Pero sabemos que no es para ti, Lily.
—¿Y según tú quién es para mí? —pregunté a la defensiva, arqueando una ceja.
—No lo sé —respondió algo nervioso—. Solo sé que Heeseung no es la clase de chico con quien quieras estar.
—¿Ah, no? —repuse, elevando la ceja con fingida curiosidad.
—Lily, me refiero a que tú mereces a un chico bueno, ¿entiendes? Un novio de verdad, alguien que te ame, que no solo quiera pasar un rato contigo y luego desaparecer. Ese es Heeseung, créeme, tú no quieres eso —su voz sonó dulce, casi protectora.
—¡Ay, qué ternurita! —hice un puchero para molestarlo.
—Ya basta, hablo en serio —dijo, señalándome con el dedo.
Jake rió por la situación, moviendo la cabeza.
—¿Y qué si quiero a alguien como Heeseung? —pregunté, fingiendo interés, solo para ver sus reacciones.
Por dentro, claro, sabía que no era verdad. Heeseung era atractivo, sí, pero mi corazón ya tenía dueño, aunque él no lo supiera: Jake. Quería ver si una mínima chispa de celos aparecía en sus ojos.
—No hablas en serio, Lily —Jake sonrió apenas—. No me sorprendería; Heeseung siempre consigue lo que quiere. —Su sonrisa se borró poco a poco—. Pero tú…
—Ese es el problema —interrumpió mi hermano—. Todas saben que Heeseung es un chico malo. A las chicas les atrae creyendo que lo cambiarán, que está realmente enamorado, pero luego despiertan y se dan cuenta de que no es así. Terminan con el corazón roto.
Me miró con seriedad, los labios apretados.
—De verdad no quieres eso, Lily. Tú no eres el tipo de chica para él. Eres distinta, una buena chica que seguramente quiere una relación estable.
—Así que mejor no te acerques a él —remató, cruzando los brazos.
—Ya deja de exagerar. Además, solo era una broma —dije, intentando calmarlo.
—Pues yo no bromeo —su tono bajó, más firme—. No quiero verte llorar después porque te rompió el corazón. Y eso arruinaría mi amistad con él. Solo… mantente alejada.
—Es lo mejor, Lily —añadió Jake, con una mirada que no supe descifrar.
Si supiera que el que me está rompiendo el corazón es Jake…
Guardé silencio. La película comenzó y los chicos finalmente se fueron, dejando en el aire una calma extraña. Yo tenía claro que Heeseung no querría algo serio conmigo, y aun así, parte de mí se preguntaba por qué esas advertencias me pesaban tanto.
Ya de madrugada, un ruido me despertó. Eran casi la una. Salí de mi habitación con el corazón acelerado.
—Papá… —susurré al verlo tambalearse en el pasillo—. Ten cuidado.
—¿Qué haces despierta a esta hora? —habló arrastrando las palabras, el olor a alcohol golpeándome antes que su voz.
—Pues me despertaron tus ruidos —dije en un susurro.
—¿Tu mamá… está en casa? —le dio un hipo que partió la frase.
—Sí, pero guarda silencio. Ella duerme —contesté, intentando sonar firme.
Él se balanceó, medio dormido de pie.
—Debes ir a dormir —le dije, tratando de sostenerlo.
—No quiero ir a la cama —murmuró y, de repente, me abrazó con fuerza.
—Papá, me lastimas —intenté soltarme, el olor agrio del alcohol quemándome la nariz.
—Llévame al sofá, hija… —susurró con la voz cada vez más pesada.
—Vamos, pero no te recargues todo en mí —dije, haciendo un esfuerzo para sostener su peso.
La sala estaba fría, las sombras proyectaban figuras largas en las paredes. Lo ayudé a recostarse, le quité los zapatos con cuidado y lo cubrí con una manta. El sonido de su respiración se volvió lento, casi tranquilo, como si nada hubiera pasado.
—Ve a dormir, Lily… mañana tienes escuela —murmuró, dándome la espalda.
Lo miré, impotente.
—Papá, no puedes seguir haciendo esto. Debes dejar de embriagarte. Estás gastando dinero que necesitamos para otras cosas. Debes conseguir empleo —mi voz salió temblorosa, una súplica escondida en el regaño.
—Ya, Lily… déjame dormir —contestó sin mirarme.
Me quedé ahí un momento, con los brazos cruzados, sintiendo cómo el silencio de la casa me aplastaba.
¿Cuándo va a cambiar?
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La Excepción - Sim Jake
Teen FictionLily ha estado enamorada de Jake desde que tiene memoria. El problema es que Jake es el mejor amigo de su hermano... y la sigue viendo como "la hermanita". ¿Pero qué pasa cuando ella ya no es tan pequeña, y él empieza a notarlo? ✓ historia heterosex...
