25. La Caída del Santuario Marino

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Shun había decidido dar un paseo. Estando recorriendo Giudeca para salir se encontró de frente con los titanes. El juez se detuvo y realizó una reverencia - mi principe - saludo ante lo cual el peli verde asintió fijando su vista en uno de los titanes, aquel que lo había ayudado en el Tártaro.

- Bienvenidos a Giudeca - no pudo más que recitar confuso sobre su presencia allí, miro brevemente al juez y entendió que Hades había dado su autorización.

- Con permiso su alteza, mi señor me envió a mostrarles sus aposentos y solicito que usted estuviera presente en la cena - Shun asintió musitando un quedo gracias antes de retirarse y dejarlos seguir con su camino.

El peli verde también se marchó, necesitaba hablar con Hecate acerca de los nuevos acontecimientos y como si la Diosa fuera adivina lo encontró a mitad de camino - Hecate - saludo Shun y la Diosa llegó frente a él.

- Shun - correspondió el saludo.

El peli verde notando qué la Diosa estaba como apurada frunció el ceño - sucedió algo? Quería hacerte una consulta.

La semidiosa lo observó por un momento y asintió - me dirigía hacia donde mi señor a informarle que la entrada por Aqueronte no está completamente sellada - le dice la mujer con un tono de disculpa.

- Entiendo, será en otro momento - acepta Shun dejandola seguir su camino mientras el mismo pensaba entonces que hacer, decidiendo caminar un rato más. Sus pasos lo guiaron hacia el jardín de la tercera prisión donde pudo ver a Orfeo tocándole música a Euridice, desde la pasada guerra santa que no se había cruzado con él, lo había revivido junto a los demás.

Euridice llamó la atención de su enamorado hacia el peli verde quien se acercó unos pasos, ante la atenta vista de los dos. - Shun - saludo Orfeo con el ceño fruncido, pues había escuchado varios rumores acerca de lo que había sucedido.

- Ha pasado un buen tiempo - dice el otrora caballero mirando alrededor, no había estado mucho tiempo en aquellos jardines.

- Si... - acepta el caballero de Lira. - Tu ahora... He escuchado cosas de los espectros.

Shun se queda callado un momento y asiente - Pasaron muchas cosas - acepta - sin embargo ahora hay alianza entre Hades, Atena y Poseidón - le dice viendo la cara de sorpresa en el rostro de Orfeo - una nueva Guerra empezó.

- Contra quién? - pregunta el caballero - quién puede presentar tal amenaza para una alianza de tal magnitud.

- Gea - responde Shun con amargura - y los dioses primordiales - Orfeo asiente con el ceño fruncido más el otrora caballero continúa - mi afinidad ahora es al Averno como consorte de Hades, por tanto, debo preguntarte tu lealtad o participación...

Orfeo mira a su amada y luego a Shun - no me separare de nuevo de Euridice, ya lo hice una vez, no se repetirá.

Shun sonríe levemente y asiente - entiendo - dice suspirando con pesadez, cuando un espectro interrumpe el momento.

- Su alteza - saluda arrodillandose ante él. Ante el silencio continua - mi señor lo solicita, si me permite yo lo escoltare.

- Nos veremos en otro momento - Shun se despidió de los dos enamorados siguiendo al espectro hacia el palacio de justicia donde se encontraba el Dios.

En el santuario de Atena se encontraba un peli azul subiendo desde la casa de Tauro, los santos los santos con los que se cruzaba lo veían con desconfianza, pero él los ignoraba. Cuando llego a la casa de geminis en la puerta lo esperaba su guardián.

- Saga.

- Kanon.

Fue un momento tenso, de silencio, de muchos recuerdos que pasaban por sus mentes.

Esmeralda del AvernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora