Demeter observó la espalda de Hera mientras caminaba en silencio tras ella, la incomodidad y reserva se hacía presente en sus rasgos al saber que aquella no era su hermana sino que Gea la estaba controlando, incluso cuando aceptó de buena gana su encomienda.
La primordial se detuvo y observó alrededor con el ceño fruncido - Alertas - indico y se agachó, las Faires alistaron sus armas, compuestas principalmente con lanzas y arcos.
Demeter también se preparo, un fuerte viento empezó a soplar, polvo estelar manchaba sus armaduras, cuando desde el suelo empezaron a emergen sombras qué fueron tomando forma de las guerreras. Brillaban como un cristal y su aura era tan clara como la de las estrellas.
Sin mediar palabra aquellos seres empezaron a atacar poniendo en apretietos tanto a guerreras como diosas, pues era como luchar con su propio reflejo. Un grito se escucho y Demeter quien había estado combatiendo con una de las sombras se giro viendo horrorizada que sus Faires habían sido masacradas, manchando aquel camino de polvo esteral con su sangre.
- ¡No! - grito la Diosa y su cosmo se elevó expulsando a aquellos seres, con los pasos temblorosos se agachó junto a la única Faire que había quedado con vida.
- Mi señora - susurro, un hilo de sangre bajo por su mentón y las lágrimas se acumularon - lo siento tanto - la Diosa tomó su mano y la apretó consternada viendo como el brillo se iba de sus ojos. Con suavidad la acomodo en el suelo y cerró sus párpados mientras emitía una oración porque sus almas fueran bien tratadas en el averno por Hades.
- Demeter - llamo Gea impasible - debemos continuar - indico dándose la vuelta y siguiendo el camino sin esperar si la Diosa la seguía o no.
Apretando los puños, esta se levantó y camino detrás de la primordial, quería en estos momentos dimitir, regresar a su cielo y no haber traído a sus Faires allí, era su culpa, ella como diosa debió haberlas protegido y simplemente las dejó morir.
- Como entenderán, no vendría aquí si no fuera de suma importancia - expreso Zeus a un impasible Shun y Hades, este último suspiro con pesadez mientras tiraba a ver a su consorte.
- Zeus, no puedo arriesgar a Shun así - expresa - como puedes ver mis hijos ya son una carga en el cuerpo de mi consorte y lo que estas pidiendo implicaría un gran esfuerzo y estrés.
- Si me permites hermano, yo crearé una protección para tu consorte y tus hijos no natos - ofrece - ellas nos llevan ventaja y lamento aceptar esto pero ya que Kronos no está, su cosmo y poder fue heredado a tu consorte, fue algo que todos los dioses sentimos - explica con seriedad - por tanto, él es el único que puede moverse sin problema en el mar del tiempo y llegar directamente al palacio de Kronos.
Shun miro a Hades, en su mente muchos pensamientos pasaban - ¿qué ocurren si el núcleo del Olimpo cae en manos de ellas?
Zeus lo miro y con voz amarga expreso - el Olimpo sería destruido, lo que generaría no solo un desequilibrio entre los dioses, sino también afectaría al territorio de los mortales, pues el núcleo está conectado también al del Averno y Océano.
Shun con un suspiro se levanta - no podemos dejar que suceda, así que iré - dice, Hades al escucharlo intenta refutar, pero una mirada del peli verde bastó para contener cualquier cosa que fuera a decir.
- Iremos - musita ocasionando una pequeña sonrisa en Zeus.
- Muy bien, dadas las condiciones de tu consorte, si me permites le prestare mi cosmo para que él pueda conjurar un portal al palacio del tiempo. - Dice Zeus acercándose a los príncipes del averno, recibiendo un asentimiento de parte de Hades.
Hera levantó la mirada y sonrió, frente a ellas había un gran espacio como un desierto o un fondo marino, ninguna estructura a la vista, sin embargo ella expresó - ¡Ahí esta!
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Esmeralda del Averno
Ficción GeneralLuego de la batalla contra Hades, los caballeros y la misma Atena se darán cuenta que todo debe tener un equilibrio y para esto Shun deberá ser el sacrificio, enfrentandose a nuevos retos, nuevos enemigos que resurgen y viejas tramas. Shun x Hades (...