41. El Nacimiento de Una Nueva Era

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Un puchero se asentó en la cara del peli verde, hacia unas horas había despertado y aunque aún estaba adolorido por el parto se sentía feliz y revitalizado.

- Enserio siento que me van a robar a mis hijos - musito cruzandose de brazos, el caballero del fénix dejo una bandeja con comida en su regazo mientras dirigía la mirada a las dos diosas encaprichadas con los retoños de Adonis.

Hades a su vez también se encontraba en un rincón, ni a él lo habían dejado cargar a sus hijos, una nube negra lo rodeaba y un aura de peligro se expandia cada vez a su alrededor pero las diosas brillaban ignorando todo aquello.

Hypnos y Thanatos se retiraron luego de verificar que sus señores estaban bien, pues ellos atenderian por ordenes de su señor las almas de los guerreros qué perecieron en batalma, al igual que Asclepios quien con el permiso de Hades ascendió a la superficie para ayudar a los mortales qué fueron heridos.

Shun levanto la mirada hacia Hades mientras tomaba un sorbo de ambrosia - Jamás lo vi tan decaído - le confesó a su hermano quien simplemente bufo rodando los ojos. Un portal se abrió y de este salió Hermes con una sonrisa.

- Zeus planea dar un banquete en la renombrada isla de la paz - indico el Dios desviando su mirada a las dos diosas y acercándose a estas. Sus ojos brillaron al ver los bebes en sus brazos - son preciosos, tendrán una fuerza inigualable ¿puedo? - levanto la mirada hacia Hades quien asintió y el Dios poso las manos sobre los bebés dándoles su bendición.

- Gracias Hermes - musito Hades cuando este termino.

Y el Dios simplemente negó con la cabeza - ¿cuales son sus nombres?

Hades y Shun se miraron por un breve momento - Céfiro - musito el peli verde señalando al niño en los brazos de Afrodita - Y Deimos - paso hacia el otro bebe en los brazos de Artemisa.

Hermes asintió - sus nombres denotaran sus dones y grandeza - haciendo una pausa miro a las dos diosas - mi visita no es solo para informarles del gran banquete, Zeus quiere ver y hablar con sus hijas, así que no puedo marcharme sin ustedes.

Las diosas al escucharlo protestaron, sin embargo se levantaron, Artemisa se acerco a Hades pasando con cuidado a la criatura a los brazos del Dios quien la acogió con una suavidad y protección digna de un tesoro. Mientras que Afrodita hacia lo mismo, pasándole el bebé a Adonis y dejando un beso en la mejilla del Dios con una sonrisa, en sus ojos se veía un brillo de nostalgia, sin embargo no dijo nada mientras ambas se ubicaban a los costados de Hermes.

- ¡Muy bien! Los esperamos en unas horas para el banquete - y dicho eso desapareció de allí dejando a los consortes con sus bebes, pues el caballero del fénix había salido mascullando un "ayudaré a Pandora".

Hades camino hacia su consorte sentándose a su lado, su miraba denotaba una infita devoción y amor por su familia - Son preciosos - musita viendo a aquellos infantes de piel pálida, cara redondeta y mejillas rosas, uno con el cabello negro y el otro con mechones verdes.

- Lo son - asintió Shun estando de acuerdo.

El Dios se quedó pensativo por unos momentos - ¿deseas ir al banquete de Zeus? - pregunta y Shun asiente con la cabeza.

- Es mi deseo ver a mis camaradas - acepta y Hades lo observa con incertidumbre, una pregunta sin ser dicha pero entendida - me encuentro bien, gracias a Asclepios mi cuerpo sano por completo.

- Muy bien, iremos - determinó Hades cuando los bebés empezaron a llorar, una ninfa entró en ese momento haciendo una reverencia, en sus manos traía dos biberones los cuales dio a los dos dioses quienes empezaron a darles de comer a sus hambrientos primogénitos.

Esmeralda del AvernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora