29. Trampa En El Averno

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- ¿Entendieron? - Gea observó con atención a las dos diosas frente a ella, las cuales evidenciaban serias dudas. Los labios de la primordial se apretaron en una mueca de disgusto, más antes de que repitiera la pregunta, Hera hablo.

- Si, lo haremos - musito. Demeter giro a ver a Hera quien no apartaba la mirada de la Diosa y termino asintiendo también, estando de acuerdo con aquella primordial.

Una sonrisa apareció en el rostro de Gea quien asintio estirando su mano la cual brillo y sobre esta aparecieron dos dagas - las necesitarán - menciono ante lo cual ambas se acercaron y cada una tomo una. - Les brindaré una distracción, no la desaprovechen - y desapareció de allí.

- Hera - unos segundos después, la de cabellos violetas llamó, en su rostro había dudas y preocupación.

- Lo haremos Demeter - respondió con frialdad la Diosa - dime, ¿no quieres volver a verla?

La aludida guardo silencio y simplemente asintió sintiendo dolor en su corazón, sentimientos encontrados - quiero.

- Entonces debemos apurarnos - y sin más creo un portal por el que paso siendo seguida por Demeter.

En el santuario de Atena una oleada de más de una centena de monstruos, pues no solo eran Hecatonquiros, sino también había Quimeras, Kobalos y Satiros. Aquello puso en aprietos tanto a los mortales, como a los titanes e incluso a los Dioses, ya que Pontos y Uranos en un momento hicieron acto de presencia, lo que amerito la presencia de Zeus y algunos otros dioses, quienes decendieron a ayudar.

El asedio duro horas, muchos mortales habían muerto y otros quedaron gravemente heridos, sin embargo sin aparente razón aquellos monstruos se retiraron, dándoles un respiro y pudiendo atender a sus heridos y Hades revivir a los mortales luego de la aprobación de Zeus quien regreso al Olimpo con los demás dioses.

- Tengo un mal presentimiento - musito el Dios del averno a Poseidon quien estaba junto a él, ambos observando desde la altura la destrucción del Santuario, pues las primeras tres casas habían quedado totalmente destruidas, por lo que debían reagruparse y reorganizar su estrategia.

- Sinceramente creo que estamos en problemas - dijo elevando su tridente y una leve lluvia empezó a caer - no creo que soportemos más asedios.

- Debemos soportar - expreso una recién llegada Atena, su rostro era serio, pero también se notaba el agotamiento, la Diosa había estado luchando a la par con sus caballeros - Gracias Hades.

El Dios simplemente negó, pues sabía porque le agradecía, él no solo había revivido a los que perdieron la vida, sino que también había desviado un ataque qué iba hacia la Diosa de parte de Pontos.

Shun había estado recibiendo y atendiendo a los llegados al Averno, en su rostro se podía ver la preocupación y el cansancio. Había hablado con algunos de los caballeros y marinas por lo que estaba enterado de lo que sucedía en la superficie, sin embargo al escuchar la voz de Hades en su mente se tranquilizó.

"Ya se detuvo, regresaré a los que bajaron" le había advertido y Shun pudo organizarlos antes de que Hades los regresará a la vida y a la superficie, quedando de nuevo el averno tranquilo, sin embargo el peli verde sintió molestia, pues el Dios había hablado y cerrado la conexión sin dejarlo ni responder.

Demeter y Hera observaron aquellas enormes rejas, habían logrado pasar por el territorio de Artemisa sin ningún inconveniente y mucho menos llamar la atención. La reina de los dioses se acercó a la reja posando la mano en esta y se giro hacia su acompañante quien asintió, impregnando la reja de cosmos esta se abrió levemente, dejando una pequeña abertura por donde ambas entraron.

Esmeralda del AvernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora