Una noche unida por la Luna y el Sol
—¿Listo para conocer una fiesta de verdad? —preguntó Jack, mirándome con expectación.
Miré el edificio frente a nosotros, con sus luces parpadeantes y su música electrónica hipnótica filtrándose por las ventanas. Una sensación de anticipación y curiosidad me invadió.
—Sí, estoy listo —respondí, aunque no estaba del todo seguro.
Entramos al edificio y fuimos recibidos por una explosión de luces parpadeantes, música electrónica pulsante y una multitud de personas que bailaban y conversaban animadamente. El ambiente era extravagante y un tanto perturbador, con una decoración que mezclaba lo moderno y lo surrealista.
—Bienvenido a mi mundo, Evan —dijo Jack, con una sonrisa enigmática—. Espero que estés preparado para vivir una noche inolvidable.
Asentí, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo.
Jack me llevó por entre la multitud, presentándome a algunas personas que parecían sacadas de un sueño febril.
—Evan, te presento a Luna y Sol, dos artistas increíbles —dijo Jack, señalando a una pareja que conversaba animadamente en un rincón oscuro.
Luna me miró con ojos brillantes y una sonrisa enigmática.
—Encantada de conocerte, Evan —dijo, con una voz suave pero llena de misterio—. Espero que disfrutes de la fiesta tanto como nosotros.
—Sí, definitivamente es una experiencia única —añadió Sol, con una sonrisa enigmática.
También me encontré con un personaje misterioso que parecía conocer a Jack más de lo que debería, y cuya presencia me llenaba de inquietud.
—Jack, no esperaba verte por aquí esta noche —dijo el hombre misterioso, con una sonrisa enigmática.
Jack asintió, con una expresión enigmática en el rostro.
—Siempre es un placer, David —respondió, con una sonrisa enigmática—. ¿Cómo has estado?
—Bien, bien. Solo tratando de mantenerme ocupado —respondió David, con una sonrisa enigmática.
A medida que la noche avanzaba, me encontré cada vez más inmerso en este mundo controvertido y extraño, lleno de personas fascinantes pero inquietantes. Y mientras observaba a mi alrededor, me di cuenta de que esta fiesta sería solo el comienzo de una serie de eventos que cambiarían mi vida para siempre.
En medio de la noche, Sol y Luna trajeron algunas drogas para que yo probara. Al principio, me negué, pero varios integrantes de la fiesta me animaron, e incluso Jack bromeó conmigo.
—Vamos, Evan, es solo una pequeña dosis. Te prometo que te encantará —dijo Jack, con una sonrisa enigmática.
Sol se acercó a mí, con una mirada intensa.
—El cine y las drogas siempre han ido de la mano, Evan. Te sorprendería la cantidad de grandes cineastas que se inspiraron en las drogas para crear sus obras maestras —dijo Sol, con una sonrisa enigmática—. ¿Qué te parece si pruebas y ves a dónde te lleva la noche?
Luna asintió, con una sonrisa enigmática.
—Exactamente. Muchos grandes autores y artistas se unieron a ese tipo de consumos para ser más creativos. ¿Por qué no pruebas y ves qué sucede? —dijo Luna, con una voz suave pero persuasiva.
A pesar de mis dudas, finalmente cedí ante la presión de mis nuevos amigos y decidí probar las drogas. Y mientras sentía la euforia comenzar a apoderarse de mi cuerpo, no pude evitar preguntarme qué otras sorpresas me depararía la noche.
La fiesta continuaba con un ritmo frenético y una energía que parecía alimentarse a sí misma. Todos bebían y se dejaban llevar por el ambiente oscuro y psicodélico que se había apoderado del lugar.
Algunas chicas se subieron a taburetes, se mojaron con whisky y comenzaron a lamerse los cuerpos entre risas y gemidos. Algunos chicos bailaban entre la multitud, acariciándose y rozándose de manera provocativa.
Para mí, todo comenzó a tornarse borroso y confuso bajo la influencia de las drogas. Los colores se mezclaban y los sonidos se convertían en un murmullo indistinguible. Los cuerpos iban y venían, entrelazándose en una danza caótica y sensual.
—¿Evan, estás bien? —preguntó Jack, apareciendo a mi lado con una sonrisa enigmática en el rostro.
Asentí con la cabeza, tratando de enfocar la mirada en su rostro.
—Sí, estoy bien. Esto es... diferente —respondí, luchando por encontrar las palabras adecuadas.
Jack se rió, con una risa que parecía resonar en mi cabeza.
—Te dije que esta fiesta sería inolvidable —dijo, con una sonrisa enigmática—. ¿Qué te parece hasta ahora?
Miré a mi alrededor, sintiendo una extraña mezcla de fascinación y desconcierto ante lo que veía.
—Es... surrealista —respondí, con la voz ligeramente alterada por las drogas.
Jack asintió, con una expresión de complicidad en el rostro.
—Así es como me gusta. Surrealista y fuera de lo común —dijo, con una sonrisa enigmática—. Ven, déjame mostrarte algo.
Me tomó de la mano y me llevó a través de la multitud, hacia una habitación oscura y misteriosa en el fondo del edificio. La habitación estaba iluminada por luces parpadeantes y estaba llena de gente que parecía perdida en sus propios mundos de éxtasis y delirio.
—Bienvenido al lado oscuro de la fiesta, Evan —dijo Jack, con una sonrisa enigmática—. Aquí es donde las cosas se ponen realmente interesantes.
Miré a mi alrededor, sintiendo una mezcla de excitación y nerviosismo ante lo que me esperaba. No tenía idea de qué podía suceder a continuación, pero una cosa era segura: esta sería una noche que nunca olvidaría.
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La vecina
Teen Fiction- Soy tu vecina-me dijo-Te vi hoy cuando sacaste la basura. - ¡Oh no! Qué vergüenza... yo, no estaba en mis cabales. - Ni yo-dijo-Salí anoche, y bueno... al despertar no me di cuenta. Pero cuando salí, sólo traía puesta mi camisa corta que uso para...