Emma me miró con esos ojos llenos de amor y determinación, y sentí una fuerza renovada para continuar. Tomé un sorbo de whisky, tratando de calmar los nervios, y comencé a hablar de nuevo.
—Después de que Jack me hizo... eso, quedé destrozado. No solo físicamente, sino mentalmente. Me sentí como una sombra de la persona que había sido. Cada día era una lucha para salir de la cama, para enfrentar el mundo sin sentir que todos podían ver mi vergüenza y dolor —dije, sintiendo cómo las palabras salían más fácilmente ahora que había comenzado.
Emma apretó mi mano con más fuerza, su apoyo inquebrantable dándome el valor para continuar.
—Comencé a tener pesadillas, reviviendo esa noche una y otra vez. No podía dormir, no podía concentrarme en nada. Me aislé de todos, incluso de aquellos que intentaban ayudarme. Sentía que no merecía su compasión, que mi sufrimiento era un castigo merecido —continué, mi voz temblando al recordar esos días oscuros.
Emma no apartaba la mirada de mí, escuchando cada palabra con atención. Su presencia me daba la fuerza necesaria para seguir adelante.
—Pero luego, algo cambió. Me di cuenta de que no podía seguir viviendo así, consumido por el odio y el miedo. Decidí buscar ayuda profesional, hablar con un terapeuta que me ayudara a enfrentar mis demonios. Fue un proceso largo y doloroso, pero poco a poco comencé a reconstruir mi vida —dije, sintiendo una ligera sensación de alivio al compartir esto con Emma.
Ella asintió, su rostro reflejando orgullo y amor.
—Nick, estoy tan orgullosa de ti por buscar ayuda y enfrentar tu pasado. Eres increíblemente fuerte, más de lo que crees —dijo, su voz llena de sinceridad.
Sonreí, sintiendo una calidez en mi pecho.
—Gracias, Emma. No podría haberlo hecho sin ti. Tu amor y apoyo han sido fundamentales para mi recuperación —dije, inclinándome para besarla suavemente en los labios.
Emma correspondió al beso, y por un momento, todo pareció estar bien. Pero dentro de ella, algo oscuro seguía gestándose. Un deseo de venganza que se alimentaba de mi sufrimiento, creciendo cada día un poco más.
—¿Qué te gustaría hacer ahora? —preguntó Emma, su voz dulce y tranquila.
—Creo que necesito un poco de aire fresco. ¿Te gustaría dar un paseo conmigo? —sugerí, queriendo despejar mi mente y disfrutar de un momento de paz con ella.
Emma sonrió y asintió.
—Claro, amor. Vamos.
Nos levantamos del sofá y nos dirigimos a la puerta, tomados de la mano. Mientras salíamos al aire libre, sentí una brisa suave acariciando mi rostro, llevándose un poco del peso que llevaba dentro. Emma caminaba a mi lado, y aunque su amor me reconfortaba, no podía evitar sentir que algo oscuro estaba cambiando dentro de ella. Algo que aún no comprendía del todo, pero que pronto descubriría.
El paseo nos llevó por calles tranquilas y parques iluminados por la luz de la luna. La noche era serena, pero una inquietud persistía en mi mente. Mientras caminábamos, Emma se detuvo y me miró fijamente.
—Nick, prometo que siempre estaré contigo. Pase lo que pase, te protegeré —dijo, su voz cargada de una emoción intensa.
La abracé, agradecido por su apoyo, pero sin entender completamente las profundidades de sus palabras. Nos quedamos allí, bajo el cielo nocturno, unidos por el amor y las sombras que nos rodeaban, esperando que el amanecer trajera consigo la claridad y la paz que tanto anhelábamos.
![](https://img.wattpad.com/cover/193373534-288-k834615.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La vecina
Teen Fiction- Soy tu vecina-me dijo-Te vi hoy cuando sacaste la basura. - ¡Oh no! Qué vergüenza... yo, no estaba en mis cabales. - Ni yo-dijo-Salí anoche, y bueno... al despertar no me di cuenta. Pero cuando salí, sólo traía puesta mi camisa corta que uso para...