Nota del autor: ¡Hola! Si te gustan mis historias, por favor, te invito a apoyarme a través de cafecito app (el link está en mi perfil) o mi alias: "alisa.duna.bazos.mp"
¡Muchas gracias! Ahora sí, los dejo con el relato:
A pesar de que habían pasado varios días, la imagen de Emma no salía de mi mente. Soñaba con ella, me encontraba haciendo cosas al azar, y la imagen de mi vecina me asaltaba como una ola ardiente, difícil de controlar. Recuerden que yo era un adolescente, que, a pocos días de irse a vivir solo, andaba de fiesta en fiesta, tratando de hacer mi vida, buscando diversión y chicas fáciles.
Pero lo cierto es que Emma no era una chica fácil. ¿O sí? La verdad, ahora no sé qué pensar. Los recuerdos son borrosos en mi mente, y me cuesta distinguir y diferenciar lo que pensaba entonces, de lo que pienso ahora. Pero puedo decir, que Emma era una chica muy inteligente. Después de haberme acogotado, de haberme prácticamente "violado", nos pusimos a hablar, y resulta que ella tenía tantas ganas de divertirse como yo. Pero claro, ella decidiría con quién y cuándo.
— Hice esto porque... me atrae tu inocencia-me dijo Emma-
"¿Inocencia?" pensé yo. "Pero si desde que te vi que quiero atarte a la cama, empinar tu trasero, y devorarlo a besos." Claro que no le dije eso, pero el sólo pensarlo, hizo que me ruborice. Emma sonrió, y añadió una vez más.
— ¿Ves? A eso me refiero.
Cuestión que seguimos hablando, de lo mucho que ella quería estudiar, aprender, y conocer gente. Estaba en la ciudad para estudiar Diseño Gráfico, y sobre todo para escapar de su hogar. Empezar desde cero. Me alentó saber que yo era, de alguna manera, su confidente. Quería saber más de ella. Quería más de ella, lo quería todo, no me importaba de qué manera.
Lo cierto es que, desde ese encuentro pasional y la charla que tuvimos después, no la vi más durante varios días. Incluso llegué a pensar que me había vuelto loco. ¿Acaso lo había imaginado todo? ¿Acaso mi mente perversa había creado una chica y una escena cuasi porno? No. Debía ser real, Emma debía estar en su cuarto, pintando o caminando por la ciudad y comprando cosas que necesitase. Y yo, como un idiota, no dejaba de pensar en ella.
Recuerdo cuando un amigo fue de visita a casa. Como excusa me llevó unos cómics, ya que era muy vago para salir, a menos que fuera por algo interesante. Ese día fue, y no pude evitar contarle todo lo que me había pasado con mi vecina. Con todo lujo de detalles. Desde el primer encuentro, hasta cuando ella llamó bribón a mi pene.
Mi amigo sonrió. Tomó un vaso de agua, lo bebió, y luego dijo.
— Me estás jodiendo.
— ¡claro que no!
— ¿Me estás diciendo que una chica random, se puso encima tuyo y te usó como consolador humano? ¿Y qué te la chupó? Pobre, se debe haber muerto de hambre...
— Hablo en serio...-le dije- ¿Por qué mentiría?
Mi amigo se lo pensó unos minutos, dudando. Me conocía desde siempre, sabía cuándo yo mentía y cuando no.
— Bueno, está bien. Pero, no sé... Es que las chicas no se te dan muy bien. Si yo fuera tú, ya hace rato le habría dado sus buenas nalgadas. ¿Te la cogiste? Es decir, luego le diste lo suyo. ¿No?
Me quedé en silencio. En realidad, ella había dominado la situación desde el minuto cero. Yo simplemente me había quedado en plan "sumiso". Mierda, ahora que lo pienso, suena raro.
— La verdad no. No traía condones, y no quisimos arriesgarnos.
— ¿Cómo aguantaste las ganas de... bueno, eso?

ESTÁS LEYENDO
La vecina
Ficção Adolescente- Soy tu vecina-me dijo-Te vi hoy cuando sacaste la basura. - ¡Oh no! Qué vergüenza... yo, no estaba en mis cabales. - Ni yo-dijo-Salí anoche, y bueno... al despertar no me di cuenta. Pero cuando salí, sólo traía puesta mi camisa corta que uso para...