18 de agosto de 2024
— ¿Sucede algo Amanda?— preguntó el capitán O'hara a la recién nombrada teniente Amanda Zekyll.
La joven que se había detenido al poner un pie en la escalera de piedra que ascendía hacia la casa rústica a la que se dirigían se sobresaltó como si hubiera salido de un estado de estupor. Miro con actitud seria el lugar, luego al viejo capitán de su unidad y por último a su único amigo y compañero llamado Ryan Umani.
Amanda y Ryan habían trabajado anteriormente en algunos casos juntos pero está era la primera vez que trabajaban como compañeros en la misma unidad, por lo que él pudo deducir lo que le pasaba a la joven debido a la historia que compartían y es que Amanda había desarrollado un peculiar "don" que le preocupaba cada que ella lo usaba.
— ¿"Zeky" estás bien? Estás pálida— preguntó Ryan regresando sobre sus pasos para ver el rostro de la aludida. Iba a poner su mano sobre su mejilla pero Amanda giró la cabeza contrariada odiaba el contacto o muestras de afecto físicas.
—Lo siento. Cierto, no te gusta que te toquen...—dijo apenado el hombre recordando como detestaba ellas aquella invasiones a su espacio personal.
—Si ya terminaron de coquetear traigan sus traseros acá— comentó el capitán cansado de esperarlos.
— Tenemos que asegurarnos que no escape esa mujer. El equipo de reconocimiento llegará en diez minutos pero debemos revisar que no oculté ni borre ninguna evidencia. —señaló y continuó subiendo las escaleras que ascendían en la pequeña pendiente que daba hacia la casa.
Ryan iba a imitarlo cuando Zeky lo detuvo tomándolo del brazo con su mano enguantada.
—Vamos a morir...— le susurró lo suficientemente bajo para que el capitán no la escuchara y Ryan se giró a verla sorprendido.
Sabía que cuando Zeky le decía esa frase entrelíneas le exigía la máxima concentración porque había usado su don para ver un futuro donde la vida de todos podía estar en peligro. Ella jamás le había explicado cómo lograba hacerlo pero al mismo tiempo había notado que el mechón blanco que adornaba su flequillo crecía. Una vez se había puesto insistente pidiéndole saber más detalles y explicaciones sobre su don pero ella tan solo le dirigió una tétrica sonrisa y le preguntó cuántos años de vida estaba dispuesto a pagar por esa información. Por supuesto Ryan no entendió a lo qué se refería pero Amanda se lo había dicho tal cual era.
El precio por ver el futuro y cambiarlo era su propio tiempo de vida.
Ver y regresar el futuro le consumía años de vida. Todo había comenzado cinco años atrás cuando había participado en el caso de un asesino serial en Fogtown, estaba a punto de morir desangrada en un sucio callejón donde la había atacado el sospechoso en curso cuando en medio de esa agonía vio a un hombre pelirrojo vestido de traje que también estaba herido, lo curioso de todo esto no es que él también estuviera muriéndose en el mismo lugar que ella sino que sobre su espalda le nacían unas enormes alas de color rojo. A Amanda le pareció lo más gracioso del mundo y se burló de sí misma en voz alta diciendo que esa soledad que siempre había sentido durante toda su vida ahora se materializaba en la fantasía de un atractivo hombre acompañándola en sus últimos momentos.
Se puso a reír con dificultad hasta que empezó a escupir sangre por la boca y "la fantasía" le habló.
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Estambrisueños
NouvellesMuchas veces soñamos cosas que parecen sacadas de una historia. Este es mi diario de sueños, tan enredados como la hebra de una bola de estambre, donde cualquier cosa es o puede ser posible... Ven, te invitó a soñar. Sigue la hebra hasta el final...