Normalmente le tememos a lo desconocido, a lo prohibido y peligroso. Seguimos a las multitudes como robots y dejamos a un lado lo que verdaderamente queremos.
Sin embargo, Jimin no es así. Mientras mayor sea el reto y más probabilidades existan de f...
Nuestro viaje a Rusia terminó y volvimos a corea. La reunión había sido un éxito y habíamos ganado un nuevo convenio. No fue necesario usar las armas y estábamos sanos y salvos. Sin embargo, Jungkook parecía muy pensativo. Durante mi horario como sumiso, no me tomó ni una sola vez, más bien, solo me pidió una felación, de ahí en adelante: nada más.
Volveríamos a estar juntos el martes porque, aunque podía pedirle horas extra, no quería que se cansara de mí, exigiéndole más. Ese tipo de pensamientos no me hacen bien. "Soy alguien suficiente, valgo demasiado, si me deja, él será quien saldrá perdiendo". Repetía una y otra vez.
Miré mi cuerpo desnudo frente al espejo luciendo ese hermoso collar de plata y los ojos pesados de Mikkai vinieron a mí. Él, sin duda era muy diferente a los japoneses, tenía mucha más similitud con Jungkook de lo que podía procesar. ¿Cómo sería ser tomado por mi jefe mientras él ve? ¿O...?
¿Por qué ser exhibido me causaba tanto placer?
Desechando cualquier idea intrusiva de mi cabeza, decidí salir a comprar algunas cosas que me faltaban para el departamento y como siempre, era el guardaespaldas de Jeon quien me llevaba a todos lados.
El lunes cayó y la emoción de verlo nuevamente se apoderaba de mis nervios. Entré a la oficina viendo un delicioso desayuno junto a unas flores y una cajita. Feliz, la abrí, viendo que había una gargantilla de cuero con un aro similar al que tenía mi collar de sumisión, en el centro. ¿Qué tenían de diferencia?
Me senté a comer y minutos después, recibí una llamada — Jimin. Ven a mi oficina de inmediato — no pasaron dos segundos cuando yo ya estaba de pie, empujando la puerta para entrar a su espacio.
Del otro lado, estaba él, con un traje negro, expresión seria bajo lujosos lentes de lectura y su mano llena de tatuajes firmaba algunos documentos. Levantó la vista y me miró. Seguía con ese semblante pensativo, ¿qué demonios pasaba? ¿A caso hice algo malo? Realmente me preocupaba — Buenos días, señor. Gracias por el desayuno — me paré frente a su escritorio.
— ¿Viste la caja?
— Lo hice, ¿puedo saber de qué de trata?
Inhaló y exhaló aire, rodando la silla para acomodarse y mirarme mejor — Anteriormente te entregué un collar de sumisión que te hacía mío. Ese es de un material diferente y va destinado al adiestramiento. Creo que es mejor que uses ese durante las sesiones y cuando estés conmigo para llevar a cabo lo aprendido, usarás el otro.
¿Me estaba bajando de categoría el hijo de puta? Escuchar eso realmente me molestó por alguna razón y creo que él lo pudo notar.
— No significa que no quiero que seas mi sumiso, es solo qué, estaba tan desesperado por tenerte que fui directo al collar de plata, saltándome este paso.
Sí me estaba bajando de categoría — No me gusta — solté sin más.
Me miró elevando una ceja — No te tiene que gustar.
— Error. Se supone que esto se trata de nuestro deleite mutuo y no me siento cómodo usando ese collar cuando ya me había dado el otro. Es como si pasara de ser su sumiso a un simple aprendiz.
— Jimin... — cerró los ojos y exhaló, al parecer no estaba de humor y sinceramente me importaba un carajo — eres un aprendiz. Antes de mí no pertenencias a este mundo. Si quieres asistir al club tienes que pasar todo el proceso y conocer los niveles, sino, te va a afectar. Solo estoy pensando en ti.
Me crucé de brazos y miré a otro lado — No me convence.
— Así como aceptaste el contrato lo puedes cancelar en cualquier momento si no te sientes bien. He sido suave contigo para prepararte correctamente y he ido aumentando progresivamente la intensidad, sin embargo, estamos estancados.
— ¿Es por qué le pedí ir al club?
— No es solo eso. Acepta la gargantilla y sométete al entrenamiento de forma correcta. Solo así sabrás si esto de verdad te gusta.
— ¡Me gusta! — bien, soné como un niño malcriado. Jungkook me miró con expresión severa y de inmediato me arrepentí — lo siento... Lo haré, lo aceptaré como usted dicta.
— Buen chico — se acomodó de nuevo en el escritorio — vuelve a tu oficina, mañana es dia no laboral, por lo tanto, te espero en mi departamento en horas de la mañana.
— Sí, señor — hice una leve reverencia y entré a mi espacio. Completamente molesto, pero soy alguien inteligente. Así que entendí de inmediato que eso era parte de su control: hacerme sentir inferior y frustrado era parte de su placer.
Respiré profundo y me senté a hacer mi trabajo...
——
El sol entró por los espacios que dejaba mi cortina y me levanté mirando el reloj: 8:00am, a diferencia de otros días, había dormido un poco más. Estiré mi cuerpo y tomé un largo baño, procediendo a arreglarme para ir a su departamento. Lucí el collar de cuero, dándome cuenta de que se veía exquisito y erótico al rededor de mi blanco cuello.
Tal vez no era tan malo...
Subí al vehículo y el chófer me llevó al destino. Jungkook me esperaba en la puerta y con calma me hizo pasar.
— Buen día — siempre era tan seco al saludar o simplemente no saludaba.
— Buenos días, amo — entré en papel. Era como si mi cerebro se configurara.
— ¿Desayunaste? — asentí — muy bien. Hoy será un día largo. Jugaremos con tus sentidos y resistencia.
Quería preguntar pero sabía que no debía cuestionarlo durante mi horario, así que simplemente asentí.
— Entendido, señor.
— Yo no he comido, tengo servido el plato sobre la mesa. Así que, mientras yo me alimento, ve a la recámara y quítate la ropa, viste la bata que dejé en la cama y sal dentro de 30 minutos. Ni más ni menos, tendremos una sesión llamada "sensaciones"...
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Recuerden que esto se basa mayormente en el mundo de BDSM así que claramente tengo que detallar eso. No se preocupen por lo demás, todo vendrá 😚 escribo el cap siguiente y se los aviento 🤸🏻
