Capítulo 28

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   Una oficina elegante era el punto de encuentro dónde, a las tres de la madrugada se estaba llevando a cabo la reunión. Las paredes estaban adornadas con planos en desarrollo y en una pantalla se mostraban imágenes de los prototipos.

Mientras estaban inmersos en una discusión sobre los avances del proyecto, la puerta se abrió y Honsuk entró con paso decidido, saludando a los socios con una sonrisa de confianza.

— ¡Chicos, estoy emocionado con los últimos progresos en la fabricación! Los detalles técnicos están siendo implementados meticulosamente y los resultados son increíbles. Estoy seguro de que nuestros clientes estarán encantados.

— No son nuestros malditos clientes. Te estamos pagando por los planos nada más. No quieras meter tu culo dónde no figuras — Jeon soltó con mal humor.

— Yo, sin embargo, estoy impresionado con el nivel de atención al detalle en cada uno de los planos. Todo está perfectamente trabajado — agregó Mikkai.

— Gracias, tú sí eres amable. No como otro...

Jungkook sacó la pistola y la cargó, apuntándole — ¿Y quién mierda es ese otro?

— E-es un tipo al que no conoces — levantó las manos — no me mates... Hemos finalizado los planos detallados para los electrónicos. Tuvimos en cuenta todas las especificaciones requeridas y aplicamos nuestro conocimiento en tecnología de punta para asegurar la mejor calidad.

Jimin, por su lado, estaba sentado en silencio. Su mirada estaba perdida y no participaba en la reunión, como de costumbre. Mikkai lo notó y se acercó a él, mientras Jungkook seguía hablando con los chinos.

— ¿Te sientes mal?

Lo miró con ojos pesados, abrazando su cuerpo con el gran abrigo — No lo sé...

— ¿Puedes tratar de describir lo que estás experimentando?

— Estoy cansado y... Desconcentrado.

Inhaló — Puede que estés pasando por una depresión post sesión. Algunos sumisos que experimentan un nivel de excitación demasiado alto, suelen pasar por algo así después.

— ¿Es eso algo malo? — preguntó con preocupación.

— No es nada malo, precioso.

Jungkook volteó a verlos y frunció el ceño. Se acercó y preguntó — ¿Qué pasa?

— Jimin se siente mal, deberías prestar más atención y cuidar de él. Después de la sesión no debería estar aquí.

— Ve con ellos — ordenó. Mikkai lo miró con una ceja elevada y se levantó de mala gana. Después de todo, el rubio seguía siendo el sumiso de Jeon — ¿Qué tienes?

— Creo que lo que Kai dice... Depresión post sesión.

— ¿Kai?

— No tengo ganas de pelear con usted.

— Yo no estoy peleando. Vamos, te llevaré a dormir.

— Pero estamos en una reunión.

— Que la termine Mikkai. No quiero que estés aquí en esa condición. Debiste decirme que te sentías mal — se levantó y lo cargó tal cual una princesa — debo retirarme, concluye todo y enviame los informes — se dirigió a los chinos y luego al ruso.

Sin esperar que respondieran, salió rumbo a la camioneta, dónde subió junto al pequeño y lo dejó en su regazo mientras le daba caricias en el cabello y el chófer conducía hasta el hotel. Jimin cayó rendido en pocos minutos.

When no ones sees' - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora