Celos

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Ya eran las 10 de la noche, Minho estaba harto de llamar al celular de Jisung y que lo mandara a buzón. Ciertamente, no era la primera vez que el menor tardaba en llegar a la casa, pero estaba preocupado porque nunca antes había tardado tanto como para que ya anocheciera.

Apagó la pantalla de su celular y rechistó. No tenía el número de ninguno de sus amigos y eso le hizo enfurecerse más, por lo que lo único que le quedaba hacer era ir a buscarlo a lugares donde pensaría que podía estar.

Agarró una chaqueta de su armario y se la puso, a la vez que agarró su celular y las llaves de su auto. Cerró detrás de sí la puerta de su habitación y bajó rápidamente las escaleras hasta llegar al recibidor, cuando escuchó que la puerta de servicio se abría.

¿Hye-Soo? Es demasiado tarde para que ella siga por aquí.

Caminó lentamente hasta llegar al área de servicio y se asustó en cuanto la puerta fue abierta de golpe.

—¿¡M-minho!?

Resultaba ser Jisung. Se notaba bastante nervioso al no esperar encontrar a Minho allí, sus mejillas rojas lo delataban. Precisamente había entrado por la puerta de servicio para no cruzarse con nadie ni hacer ruido, pero parecía que no sirvió de nada.

—Han, tú... ¿¡Dónde demonios estabas!? —su rostro reflejaba un estado de shock y enfado a la vez, pero a decir verdad, se había aliviado de ver que Jisung estaba bien y en casa.

—E-estaba con mis amigos... —respondió con timidez.

—¿Por qué no contestabas tu celular? ¿¡Sabes cuánto te escribí y llamé!?

Minho llevó una mano a su frente, tratando de relajarse; y luego tomó asiento en uno de los puff del costado de la pared. Solo escuchaba a Jisung decir 'lo lamento' mientras evitaba su mirada.

Levantó la vista nuevamente para decirle más, pero algo llamó su atención.

—Han.

—¿Sí..?

—Quítate el abrigo.

—¿¿Eh, por qué??

Ante tal petición, Jisung afirmó más su abrigo contra él, especialmente la parte del cuello alto.

—Te dije que te lo quites.

—L-lee, tengo sueño, ha... hablemos mañana.

En un movimiento rápido Jisung quiso escapar de la situación, pero Minho fue más rápido y se posicionó al frente de él, evitando su huida.

Había que reconocer que Minho, jugador de básquetbol, handball y muchos otros deportes más de fuerza, superaba, en creces, la fuerza física de Jisung; quien era mucho más delgado y débil.

Forcejeó un poco con el menor y logró descubrir la zona de su cuello, la cual, estaba llena de chupones. Y por su amplia experiencia en el tema, sabía que eran recién hechas.

Se quedó atónito mirando su cuello por unos breves segundos, para luego revisar totalmente el torso de Jisung; despojándole de toda prenda superior que llevaba.

El menor, al ya estar con el torso descubierto, trataba de taparse con sus brazos por el miedo y la vergüenza; pero era inútil. Su pecho, cuello, clavículas, abdomen y hasta espalda estaban cubiertos de chupetones.

¿¡Por qué demonios tuve que dejar que me hiciera tantos!?

Minho estaba atónito, no sabía qué decir. Si era sincero, lo que menos esperaba era encontrarse con una escena así, y menos sabiendo que se trataba de Jisung.

¡Él no es mi Hermano!  | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora