Minho se encontraba rodeado de libros, apuntes y hojas llenas de fórmulas y diagramas. La atmósfera era pesada, marcada por el silencio y la concentración. Era evidente que la presión de los exámenes de ingreso a la universidad lo estaba abrumando.
Jisung, que había estado en la sala, escuchó a Minho maldecir varias veces y decidió que era el momento de intervenir. Había notado que Minho pasaba más tiempo estudiando que disfrutando de su compañía, y eso lo preocupaba.
—Minho, ¿quieres tomar un descanso? —preguntó Jisung, asomándose a la puerta con una sonrisa esperanzada.
Minho levantó la vista de sus notas, su expresión cansada y frustrada.
—No, Han. Tengo que terminar este capítulo. Los exámenes son en dos semanas y no puedo permitirme distraerme —respondió, volviendo su atención a los libros.
—Pero llevas horas aquí encerrado. Te prometo que un pequeño descanso te hará bien —insistió Jisung, tratando de sonar positivo.
Minho se sintió irritado. No quería que nadie lo interrumpiera.
—No puedo, Han. Si me distraigo, arruinaré todo lo que he estado estudiando —dijo, su voz sonando más dura de lo que pretendía.
Jisung se sintió herido por la brusquedad de Minho. No entendía por qué no podía aceptar que solo intentaba ayudarlo.
—Solo estoy tratando de hacerte sentir mejor. No puedes dejar que los estudios te consuman así —dijo Jisung, sintiendo la frustración acumularse en su pecho.
—¿Y qué crees que estoy haciendo? ¡Esto es importante para mí! No puedo dejar que un paseo o una película me distraigan de lo que realmente importa —respondió Minho, dando vuelta su silla para encararlo, el aire entre ellos cargado de tensión.
Jisung sintió un nudo en el estómago. Era la primera vez que Minho le hablaba de esa manera desde que se hicieron novios. Le recordó a los días en los que él recién había llegado, y lo trataba peor. La herida que se formaba en su corazón se hizo más profunda.
—Somos una pareja, Minho. También se supone que debemos disfrutar el tiempo juntos. Me duele que te niegues a estar conmigo —dijo, tratando de mantener la calma, pero sintiendo cómo su voz se quebraba.
—Esto no se trata de ti, se trata de mí y de lo que necesito hacer para mi futuro. Ya me dejaste distraerme al ir a Incheon, al hacerme festejar mi cumpleaños, tu cumpleaños y otras ocasiones más. Ahora no puedo perder más tiempo —Minho dijo, su tono firme, como si esa fuera su única salida.
Jisung se quedó en silencio, incapaz de responder. Era cierto que habían compartido momentos felices, pero también eran momentos que le parecían cada vez más lejanos.
—¿Y qué pasa con nosotros? —preguntó Jisung, sintiendo que las lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos—. ¿Te olvidaste de que estamos juntos en esto?
Minho sintió un tirón en su corazón. Pero la presión que sentía era abrumadora. Cada día que pasaba, el miedo al fracaso se intensificaba.
—¿Puedes dejar de ser tan egoísta por al menos un rato? —la expresión de Minho era de total furia—. ¡Esto define mi futuro, y tú estás más preocupado por jugar a la casita antes que entenderme y apoyarme!
Jisung sintió que las palabras de Minho lo golpeaban con una fuerza inesperada. Quería entender la presión que Minho sentía, pero eso no eliminaba el dolor que sentía.
—No soy egoísta...
Minho lo interrumpió, levantándose de su silla.
—Tú no lo entiendes porque aún te falta un año y además porque te importa poco estudiar, ¿y así pretendes ser médico? Haz lo que quieras, ¡pero déjame en paz!
Jisung se quedó en completo silencio. Tuvo unas ganas insaciables de gritarle y decirle muchas cosas, pero eso no ayudaría en nada, al contrario, solo lo empeoraría. Decidió tragarse las palabras y aguantar sus ganas de llorar.
—Está bien, si eso es lo que realmente quieres —dijo Jisung, sintiendo cómo el aire se le escapaba de los pulmones. Se dio la vuelta, su corazón latiendo con fuerza. No sabía a dónde ir, así que salió de la habitación, sintiendo la tristeza apoderarse de él.
Mientras caminaba por la casa, las lágrimas comenzaron a caer por su rostro. ¿Era realmente todo lo que había en su relación? ¿Solo estudios y presiones? Necesitaba tiempo para procesar lo que había ocurrido.
Sin pensar, Jisung salió al patio trasero. Las flores de primavera estaban en plena floración, pero su belleza no lo animaba. Solo podía pensar en cómo habían llegado a este punto.
En su mente, reflexionaba sobre lo que había pasado en los últimos meses: la felicidad que sentía cuando estaban juntos, las risas compartidas y los momentos de cariño. Pero ahora, todo eso parecía un recuerdo distante.
La tarde se convirtió en noche, y Jisung se sentó en una banca, sintiendo la soledad abrazarlo. Se sentía perdido, como si no pudiera hacer nada para cambiar lo que estaba sucediendo.
Mientras tanto, Minho seguía en su habitación, sintiéndose culpable por haberle gritado todas esas cosas a Jisung, pero la carga de sus estudios lo mantenía atrapado en un ciclo de ansiedad y presión. Las palabras de Jisung resonaban en su mente, pero no podía permitirse pensar en nada más que en el futuro que tanto deseaba.
La noche pasó, y la distancia emocional entre ellos se sentía como un abismo. Ambos sabían que tendrían que hablar, pero el orgullo y la frustración se interponían entre ellos.
Jisung finalmente entró a la casa, sintiendo que había dado un paso atrás en su relación. Se sentó en el sofá, sin saber qué hacer. Las risas y los momentos felices parecían un sueño lejano. La tristeza lo envolvía mientras las sombras de la noche se adueñaban de la habitación.
Minho, por su parte, se encontraba al borde de las lágrimas al darse cuenta de lo que había hecho. Pero en su mente, la voz del futuro resonaba con fuerza, exigiéndole que no se distrajera más.
.
Esa noche, el silencio en la casa era abrumador, marcado por la falta de comunicación y el dolor de lo que ambos sentían. La pelea no había sido solo una discusión; había sido un recordatorio de lo frágil que era su amor en medio de las tormentas que ambos enfrentaban.
Al haber tenido suficiente, Minho se acosto en su cama, sintiéndola más fría que de costumbre.
Así era la vida sin Jisung, fría.
.
En la oscuridad, Jisung se preguntaba si podrían encontrar el camino de regreso el uno al otro, mientras Minho se debatía entre su deseo de estar con Jisung y la presión incesante de su futuro.
Ambos sabían que algo debía cambiar, pero ninguno de los dos sabía cómo dar ese paso.
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¡Él no es mi Hermano! | Minsung
FanfictionHan Jisung... Era el nombre que Minho detestaba escuchar. ¿Por qué? Minho era el típico chico rico y mimado, que ahora tenga un "hermano" de casi su edad, sólo le complicaba más la vida. Va a tener que aprender a convivir con él, en la misma casa, e...