Te ordenaron proteger mi trasero... Jimin susurra en los labios de Jungkook. - ¿Es éste de quien me tengo que encargar? Sí, el mismo, cariño, Jimin le guiña un ojo y se aleja, moviendo sus caderas demostrativamente.
La historia de un policía para q...
La conversación con Hoseok animó un poco al inspector jefe, porque su amigo no es estúpido, y si los pensamientos de Jungkook estuvieran completamente más allá del ámbito de la fantasía, habría reaccionado de manera diferente. Esto significa que no es momento de caer en la desesperación.
"Jefe, tenemos que hablar. Mañana a las 23:00 en nuestro puente"", le envía un breve mensaje de texto a Kim Namjoon, dejando el teléfono en la mesita de noche junto a él. Luego se quita la camiseta, se deja caer cansado en la cama, se pasa los brazos por debajo de la cabeza y mira al techo, sumergiéndose en un mundo de pensamientos. Hay un vacío absoluto en su cabeza, o más bien un montón de imágenes sin relación entre sí, lo que le impide concentrarse en un solo pensamiento. Aquí está el pequeño decorando el árbol de Navidad con sus padres; de pie junto a la ventana, observa a su padre abandonar su casa para siempre; en el siguiente cuadro ya está consiguiendo un trabajo en la academia de policía; participa en un tiroteo; esta es la primera vez que es premiado por el Fiscal General; visita la casa de Hoseok y Yoongi en las vacaciones de Año Nuevo y observa el idilio familiar; después de eso, todo esto se rebobina y el cerebro enciende la imagen del rubio: en el club, en esa misma habitación; su encuentro en su casa; vida como guardaespaldas y esta noche en el cálido abrazo de este último.
Quiere creer que no tendrá que borrar ninguno de estos recuerdos, ni siquiera los más dolorosos, porque una persona es un rompecabezas formado por varias piezas pequeñas. Quítale uno y ya no serás tú mismo. Y el inspector principal se amaba a sí mismo y a su vida, a pesar de la mierda con la que tuvo que lidiar debido a su línea de trabajo.
- ¿Jungkook? - susurra alguien en la puerta, sacándole de sus pensamientos.
- ¿Sí? — se levanta de la cama de mala gana, dirigiéndose hacia la fuente del sonido. En la puerta se encuentra con unos ojos en forma de media luna.
- ¿No te desperté? — Jimin mira su torso desnudo.
"En realidad, realmente me iba a dormir", dice Jungkook, bostezando.
- Si recuerdas, no dormimos normalmente durante todo el día. "Es como si trabajara en una mina", Park pone los ojos en blanco.
- ¿Debería recordarte lo que he estado haciendo últimamente? — el pelinegro mira de reojo.
"No es necesario, dejaste tantas marcas que no olvidaré pronto", le responden al inspector con indiferencia.
"En realidad, me refiero a tu intento de escapar y más abajo en la lista..." Jungkook se frota el puente de la nariz.
- Entonces, ¿para qué estás aquí? - Luego cruza los brazos sobre el pecho.
"Tengo esto..." el rubio está un poco perdido.
- El cumpleaños se acerca pronto... Kihyun está planeando una sorpresa, pero no sabe que estoy al tanto de todo. Entonces", se rasca la nuca y entrecierra los ojos, "quiero invitarte".
- Siempre te acompaño, ¿por qué tanta formalidad?
- ¿Por qué no puedes simplemente decir "gracias"? - Jimin infla sus mejillas como un niño, a quien a Jeon le encanta empujar.
"Será mejor que me vaya, tienes razón, todo esto es inútil", se da vuelta, a punto de irse.
"Detente, Jimin", Jungkook agarra su muñeca y gira al chico hacia él.
- ¿Qué? - ya sea ofendido o desafiante.
"Gracias, bebé", pasa su pulgar con dulzura por la línea de los pómulos del menor, "definitivamente iré".
"Ah... bueno, está bien", Jimin se derrite por los ligeros toques del guardaespaldas.
"Me alegro... Entonces me iré... Tienes razón, ambos necesitamos descansar..." está a punto de retirarse. Jeon no debería notar la vergüenza. Y entonces pincha un par de veces.
"Jimin", llama Jungkook al rubio que ya se ha ido.
"Definitivamente te sientes bien después..." Antes de que el inspector tenga tiempo de terminar, vuela hacia él nuevamente e inesperadamente lo besa tiernamente en la mejilla.
"Me encanta cuando eres tan lindo...", susurra en algún lugar de la cara del hombre, sosteniendo su cuello con sus manos.
- Todo está bien conmigo. "Estoy feliz", le sonríe sinceramente a este último.
Luego, tan rápido como llegó, Jimin se aleja, dejando las habitaciones de los empleados. Jungkook se para como un ídolo, sosteniendo su mejilla, que todavía arde por el toque de los labios del menor.
"Jimin, esta invitación es nada menos que un boleto al cielo". ¿Pero es esto realmente así? ¿O es esta una receta para el desamor?
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