Don't make Inspector Jeon angry (Kookmin)

LVII

"Estás un poco desenfocado, Jungkook", Chanyeol saca de sus pensamientos al pelinegro, quien ha estado contactando a representantes de compradores durante dos horas, concertando citas, pero aún no puede dejar de pensar en lo que están haciendo Jimin y Taehyung en este momento. El inspector superior del DSP ayuda a vender drogas. Disparates. Definitivamente esto no es lo que Namjoon tenía en mente cuando, estando de acuerdo con Jungkook, exigió ayuda para realizar su plan. Pero era una estupidez pensar que un traficante de drogas simplemente destruiría un producto caro. 

"Chanyeol, quedan tres compradores", señala la caja registradora en la pantalla de la computadora. 

"Puedes irte", dice de repente el jefe de seguridad, "yo mismo me ocuparé de ellos". 

- ¿Estás seguro? 

"Estoy seguro", asiente Chanyeol, habiendo notado durante mucho tiempo el desapego del guardaespaldas. 

Jungkook no necesita que se lo digan dos veces. De repente salta de su silla, como si hubiera estado esperando esto. "Gracias", le agradece a Chanyeol, saliendo de la habitación y corriendo hacia la criada. Hay mucho personal de servicio en la casa, pero Jungkook no los conocía personalmente. Por supuesto, el chef Jacques y Nayeon fueron excepciones. El resto se limitaba a frases formales: "¿Puedo ayudarte en algo?", "¿Necesitas ayuda?". 

"¿Por casualidad has visto dónde está Jimin ahora?" - le pregunta a la criada. 

"Él y el invitado llevan aproximadamente una hora en la sala de cine", le responden. 

- ¿Debería acompañarte? 

"No, gracias", agradece a los sirvientes. 

Debido a sus funciones, conoce desde hace mucho tiempo el plano de la mansión. Al bajar por una escalera blanca como la nieve al primer piso negativo, se encuentra en una sala completamente idéntica a un cine real. Hay máquinas con dulces y snacks. Las paredes están decoradas con carteles de películas antiguas y nuevas. Queda claro por qué no tenía sentido ir a algún lado. Los ricos tienen el poder de hacer realidad sus sueños más locos. Y esto es sólo un cine en casa. Al abrir una sola puerta y correr las cortinas, el inspector se encuentra en la propia sala de cine. Todo el lujo que lo rodea se desvanece cuando ve a dos chicos sentados uno al lado del otro en sillas de cuero. Hay una especie de película lúgubre en la pantalla con efectos de sonido llenos de suspenso, razón por la cual, aparentemente asustado, Park se aprieta contra el pelinegro. Los ojos de Jungkook se llenan de miedo ante tal visión. No. No por la película. Y no. No para él. Y para estos chicos. Quiere apagar la pantalla, agarrar y arrastrar a Jimin lejos de Kim. Pero este plan es demasiado imprudente, por lo que actuará de manera diferente.

*************

Jimin y Taehyung decidieron ver una película de terror sobre un muñeco viviente. Francamente, el rubio odia el terror y los thrillers. Pero Taehyung se ofreció y no se negó. Prefiere comedias y dramas, aunque parezca mentira, sobre el amor. Sólo los primeros los ve siempre con Kihyun, y prefiere los segundos solo porque a menudo llora. Y desde pequeño estuvo acostumbrado a dar rienda suelta a sus emociones exclusivamente en soledad. Ahora tenía que constantemente, ante cada susurro, agarrar la mano del hombre de cabello castaño y cerrar los ojos. Si le preguntan qué recuerda durante la última hora de ver la película, no podrá responder, porque el ochenta por ciento de ese tiempo solo vio una pantalla negra. 

- ¡Y aquí estamos! — el rubio escucha una voz familiar muy cerca. 

— ¿Quién apagó la película? — se queja Taehyung, sentado a su lado, a cuya chaqueta se aferró Jimin. Park abre los ojos con cautela y mira a su alrededor.