Te ordenaron proteger mi trasero... Jimin susurra en los labios de Jungkook. - ¿Es éste de quien me tengo que encargar? Sí, el mismo, cariño, Jimin le guiña un ojo y se aleja, moviendo sus caderas demostrativamente.
La historia de un policía para q...
- Ya hace frío. Te congelarás", le susurra Jungkook a Jimin, quien está de espaldas a él, cubriéndolo con su chaqueta.
-¿Me mantendrás caliente? - en voz baja, para que sólo el viento y el guardaespaldas puedan oír, dice sin darse la vuelta.
"Te debo una noche juntos", Jungkook besa la nuca y se para frente a la cara de Jimin.
- ¿Vienes conmigo? — extiende su mano.
"Iré", sin dudarlo, Park pone su mano en la palma del hombre. Jungkook reservó la habitación del hotel con anticipación el día después de la boda. Quería darle una sorpresa al chico. Pero, ¿por qué esperar si pueden disfrutar el uno del otro ahora mismo?
"Te amo, Park Jimin", susurra Jungkook en los labios del rubio ya completamente desnudo, cerniéndose sobre él, haciendo las primeras embestidas. Ahora ambos están descendiendo al abismo y saliendo de él. Sus movimientos son similares, curiosamente, a la formación de su relación. Al principio agudo, apasionado, luego tierno, reverente. Y así, uno a uno, se van reemplazando. Jungkook se está ahogando en Jimin, Jimin, por el contrario, se agarra al mayor como si fuera un salvavidas. Él busca una y otra vez un beso, que para él es más importante que todo lo que el guardaespaldas le está haciendo en ese momento.
Jimin no deja de gemir dulcemente y a la vez ardientemente y retorcerse frenéticamente cuando un punto sensible es tocado una y otra vez. Apartándose de sus labios, se agarra a esos mismos hombros, aferrándose con los dientes, dejando en ellos sus marcas, para luego cubrir de besos cada centímetro del cuerpo bronceado que sólo le pertenece a él. Jungkook disfruta el dolor. Está dispuesto a soportar para siempre ese dolor de su amado chico. Ya no quedaba espacio libre en el cuello del rubio tampoco. Jeon quiere que Jimin esté completamente lleno de él. Pero claramente logró agotar al niño, y la condición del rubio siempre ha tenido y tendrá prioridad sobre sus propios deseos.
Sintiéndose vacío, Park, sin querer soltar a Jungkook, lo abraza, obligándolo a recostarse sobre su pecho.
"Tengo miedo de aplastarte, cariño", comienza a provocar con la lengua, recorriendo su pecho.
"Tal vez..." bosteza un Jimin exhausto.
- ¿Quizás esto es lo que quiero?
"Tenemos toda la vida por delante". — Jungkook se levanta y apoya una mano en la cama, alisando los mechones sueltos del menor y dejando un casto beso en su frente.
"Y ahora tus ojos se están cerrando". Duerme, querido. No pasó mucho tiempo para persuadir. Jimin, enterrando su nariz en el pecho del mayor, ya estaba roncando dulcemente. Su chico estaba realmente cansado. Cansado física y emocionalmente. Hoy Jungkook hizo este milagro definitiva e irrevocablemente en su universo.
Un universo que pronto se sumergirá en la inevitable oscuridad, porque en algún lugar de otra casa un preocupado y celoso Yoongi, quien necesita saber por medio del mejor amigo de su marido dónde está su amado. Parecería que los diferentes mundos de Jimin y Yoongi no deberían haberse cruzado. Pero una llamada de un chico pronto destruirá el mundo de una de las parejas.
"Sabes, se te encomendó protegerme. Bien hecho. Salvaste el cuerpo. Pero pisoteaste mi alma y no te distes cuenta", es la última frase que Jungkook escuchará en la mañana de su rubio.
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Se viene el drama 🥺🥺🥺 Recuerden que Yoongi es esposo de Hoseok, compañero y mejor amigo de Jungkook
