CAPÍTULO 15

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14 de mayo de 2022

Me observé de pies a cabeza con una pequeña sonrisa en mi rostro. No estaba segura si me encantaba lo que veía frente a mí. O solo se trataban de los horribles nervios que se empujaban en mi estómago. Todo estaba saliéndose de mis manos, sí. Pero aquello era una decisión propia. O bueno, también de mis amigos. Especialmente de Neil, quien no paro de insistirme en toda la semana.

—Te ves preciosa, Katie —me aseguró Maia al observar mi rostro, orgullosa del resultado con una gran sonrisa en su rostro, a comparación de cuando entro por la puerta principal y se quedó con los ojos desorbitados.

Antes de que ellos llegaran me alisté, aunque hubo algunos imprevistos en el maquillaje al tratar de experimentar, así que ella terminó arreglando mi desastre.

—Gracias.

—¿Estás nerviosa? —inquirió mientras guardaba el maquillaje que antes había dejado sobre la cama.

—Demasiado.

—Todo saldrá bien, tranquila.

Hice un mohín con mi rostro al desviarlo a la foto que posaba en mi escritorio. No estaba preparada para lo que se aproximaba. En eso concordaban mis pensamientos, porque últimamente me sentía como una adolescente sin poder tomar una sabia decisión esos días. Todo me daba vueltas, figuradamente.

—Estaremos a tu lado todo el tiempo que sea posible.

—No, no quiero que me tengan que cuidar. Además, dijiste que era poco probable que ellos fueran a la fiesta, ¿no? —inquirí al recordar eso que me dijo en la llamada que tuvimos una noche antes porque no podía dormir de los nervios, aunque los de Maia eran por las mariposas que revoloteaban en su vientre.

—Sobre eso...

—¿Van a ir?

—Sí..., hoy por la mañana Estefan me confirmó que no solo iría él, también sus hermanos.

—¿Y Ryan? —inquirí al no escuchar ese nombre.

—Tal vez.

—¿O sea que no es seguro?

—No le pude hacer muchas preguntas al respecto. Ya se estaba pensando que me quería ligar a tu hermano, aunque nadie sabe que lo son, cierto. Pero, voy a lo mismo... relájate. Solo deja que las cosas fluyan.

Como si fuera tan fácil... Al menos no para mí. Incluso cuando llegaron Neil y Helen para recogernos estuve inquieta, perdida entre mis pensamientos. Me preguntaba cualquier cosa que pasaba por mi cabeza, para luego contradecirla y decir otra cosa que no tenía nada que ver porque recordaba que no había hecho algo durante el día y era momento de ponerme en marcha. Lo sé. Yo misma me enredaba en mis palabras.

—Katie.

Parpadeé al escuchar una voz hablarme sin estar segura de quien era. Tal vez era Neil o incluso Maia, quien por lo que llegaba a escuchar había perdido uno de sus zapatos bajo uno de los sillones. O...

—Katie, ¿me estás escuchando? —esta vez la reconocí, Helen. Se había acercado hasta la isla de la cocina, sentándose a mi lado.

—Perdón ¿qué decías?

—Pensamos que es mejor pasar la noche en un hotel que está cerca de donde se dará la fiesta. Ya sabes cómo es Neil, quiere quedarse hasta para ayudarles a limpiar.

—¡Eso no es cierto! —replicó él, tratando de defender su palabra.

—¿Prefieres que regresemos antes de que se descontrolen las cosas? —inquirió al notar mi silencio. Negué con la cabeza.

Sombras Del Pasado: Tras La Pista De La VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora