Sombras Del Pasado: Tras La Pista De La Verdad

CAPÍTULO 16

15 de mayo de 2022, Ciudad del Sur

¿Mis motivos para continuar con toda esa mierda?... podría decir que es una pregunta fácil, pero no lo es. En realidad, hay muchas razones por las que decidí continuar. Diré dos de ellas, y cada uno escogerá la que crea mejor...

La primera..., todo lo hice por mis hijos. Para darles lo mejor, y que no tuvieran que avergonzarse de un padre, el cual no consiguió darles lo que necesitaban. Lo que debía brindarles. Ellos fueron mi motivación para continuar sobre esa ladera, saber que era lo que se ocultaba en la punta de la montaña..., los secretos. Además, mi esposa me alentaba. Ella y solo ella, conocía hasta mi más desagradable recuerdo. Lo sabía todo. Y, aun así, continuó a mi lado hasta el último día, fiel. Eso era todo. Ellos me motivaban a lograr lo que mi padre me pedía. Solo lo hice por mis hijos. Por mi esposa.

¿Convincente?...

O qué tal si en una segunda opción..., solo lo hice por venganza. Tal vez las palabras de mi padre solo me llevaron por el camino que quería seguir. ¿Nunca fue una opción?, seguramente solo necesitaba convencer a mi padre de que él llevaba las riendas de mi vida, que me controlaba. Aunque nada de eso fuera cierto, porque... ¿Cómo puede continuar una historia trágica, si no hay un villano en la historia? No tendría lógica, ¿verdad?

O que tal y en realidad se trataba de mi juego..., mis planes. Al final de cuentas mi padre no se mantenía en todo esto, ¿verdad?

Que tal y... los golpes que me daba mi padre cada vez que lo veía solo eran aquella razón, aquel suspiro entre llantos que me insistiera en mis adentros continúa... De esa forma todo sería más sencillo. Tendría un motivo que me llevaría a arruinarles la vida a los Wilson, sencillamente alguien a quien culpar.

Y es que..., su maldita hija, era la persona perfecta para pagar las consecuencias de todos sus errores. ¿Por qué? Fácil, la protegían como su tesoro más preciado, algo intocable. Algo que podía arder si tratabas de acercarte. Y... eso me atraía. Una meta la cual se catalogaba como imposible. Por supuesto, yo no tenía por qué ensuciarme las manos, si mi padre era el peón adecuado. Él se encargaría de la parte... desagradable.

En cambio, yo solo tenía que conseguir que todo saliera a la perfección.

¿Cuál es más convincente?...

Sin rodeos. Durante muchos, incluso demasiados. Más que mi propia vida. Seguro que cuando era un embrión mi padre ya tenía aquellos planes en su cabeza, listos para ser incrustados en la mía. En mis pensamientos. Algo que me atará a él.

Hice lo posible por mantenerme al tanto de cada movimiento que daba esa familia. Debía mantenerlos a mi alcance. Y, todo eso, me hizo darme cuenta de un pequeñito cabo suelto. Uno al que debía ponerle fin.

Aunque el señor Vicent estuviera con el bando opuesto, eso no significaba que no tenía otra salida. No solo tenía ese contacto. Ya era viejo y seguramente un joven no querría hacer ningún acuerdo conmigo. Eso lo había aprendido de mi padre. Emocionante, ¿no?

De acuerdo, tenía poco tiempo. Debía actuar lo más pronto posible. Los Wilson empezaban a darse cuenta de mis movimientos. Comenzaban a crear suposiciones sobre mis planes, y los de mi padre. Y para el colmo de mis penas, ninguno de mis hijos quería continuar con esa mierda. Siempre me decían que era una pérdida de tiempo, pero... ¿Iba a tirar más de tres décadas a la basura? Por supuesto que no.

Fue entonces que una luz tomó brillo en medio de la oscuridad. De mis cavilaciones.

—Hola, padre...

Escuchar su voz era una melodía para mis oídos. Creía escuchar ángeles, tocar sus trompetas al darse cuenta de que mi meta se acercaba.

—¡Hijo, pasa! —le pedí haciéndole un gesto con la mano para que se acercara más hasta llegar al otro lado del escritorio. Uní las puntas de mis dedos, ansioso de su avance. Mis labios esbozaban una sonrisa de lado, sin despegarlos. Este pegó un suspiro al tomar asiento en frente de mí, en un profundo silencio. Balanceé mi mirada en algunos puntos de la habitación en la espera de su respuesta. Carraspeé para atraer su atención—. ¿Noticias interesantes?...