CAPÍTULO 20

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30 de mayo de 2022, en la media noche

Estamos acostumbrados a recibir la palabra papá como aquella persona que te protege y enseña a salir adelante. Aquel hombre por el que deseas ser así de grande, seguir sus pasos. Convertirte en él. Pero..., ¿qué pasaría si esa figura no es lo que aparenta ante las personas?

Mi padre..., ese hombre tan vulnerable que llegué a encontrarme en el baño, tumbado en la bañera mientras mi madre le lavaba el cabello con cuidado de no lastimarlo. Aquel hombre que siempre llegaba a casa con moretones, golpes, marcas de dolor. Todas ellas ocasionadas por su padre.

Entonces..., ¿qué debe hacer un padre en verdad?

Recuerdo que todas las noches que ocurría lo mismo, me quedaba tras la puerta de mi habitación, escuchando las palabras de mi madre, reprendiéndolo mientras él solo se quedaba callado.

Yo comprendía su dolor. No era algo fácil alejarse de su propia sangre, en especial si es el único recuerdo que te queda de tu vida. Perder a tu madre me imaginó que es el peor dolor del que cualquiera pueda sentir. Ver como esa mujer que te acunó sobre sus brazos, te guardó sobre su regazo hasta que te quedaras dormido..., muriera frente a tus ojos.

Entendía que mi padre le tuviera tanto rencor a los Wilson, ellos tenían las de ganar en todo. Sin embargo, yo no compartía el mismo sentimiento. Y..., al enterarme de todas las cosas por las que pasaban, no dudé ni un segundo en ayudarlos. Así que en esas estaba, cuidando de una linda chica de nombre Katie, quien no tenía la menor idea de lo que pasaba en su vida...

—Me aseguré de que se quedará dormida. —mencioné mientras tomaba asiento en uno de los sillones que daban hacia la chimenea.

—Es idéntica a su madre... —inició diciendo mi tío—. Son tan parecidas que me cuesta creer que es real, ¿lo puedes creer?, Samira estaría muy contenta de tenerla entre sus brazos para acariciarla una última vez.

—Y así será...

—No es tan sencillo, Thiago. Sabes que sus padres están negados, las cosas se les salieron de control y por ahora intentan salvarles la vida a sus hijos, que no es algo fácil.

—Nunca podré comprender por qué hicieron todo esto...

Ese es el error que suelen cometer. Convencerse de que están haciendo lo correcto cuando pasa todo lo contrario. Tratan de protegerlos de algo invisible. Algo de lo que ni siquiera es seguro que suceda, pero se aferran a esa idea, tanto que terminan tomando decisiones apresuradas. Justo eso fue lo que paso con los Wilson. Creyeron que hacían lo correcto.

—Solo debemos acoplarnos a lo que tenemos. —levantó su vista un segundo a la chimenea antes de volver a bajar la mirada—. No podemos decidir por ellos. Recuerda que nosotros solo estamos tratando de ayudar, aunque se supone que vamos del equipo contrario. —volvió su vista, esta vez al vaso de vidrio con un líquido transparente hasta tomarlo y llevarlo a sus labios.

—No creo que sea bueno que tomes a estas horas.

—Lo sé. Pero esta es la única forma de mantenerme quieto, el insomnio me está matando...

—Pues he de informarte que no eres el único, todos estamos pasando por esta mierda y que tú estés tomando, no nos ayuda en nada, Billy.

—Entonces nos quedamos jodidos todos. —sujetó aún al darle un nuevo sorbo a su vaso.

Solté una risa irónica.

—¿Y sabes que es lo peor de todo esto? —inquirí, aunque me lo decía más para mí mismo—. El maldito causante es mi padre... Y ahora tengo que actuar a sus espaldas, porque ya ni siquiera sé de lo que puede ser capaz de hacer contra sus propios hijos...

Sombras Del Pasado: Tras La Pista De La VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora