—PARTE 2—
16 de mayo de 2022
Era estúpido fingir una vida donde se suponía que todos lo deseaban.
Donde en cada mirada que encontraba, escuchaba un murmullo, diciendo que querían ser como yo. Pero no sabían lo horrible que escondía en esas capas de maquillaje y las sonrisas de oreja a oreja que les mostraba en cada fiesta, con la intención de reunir nuevas amistades, que algún día mi hermano podría necesitar.
Ese día evadí las llamadas de mi hermano. Al atardecer ya habían sido más de veinte, pero aun así no me bastaban para escucharlo. Necesitaba entender su euforia por conseguir sus metas, utilizando mi vida.
Necesitaba entender la razón por la que debía ser el estereotipo que ellos querían.
Fue cuando entendí que no debía ser así. Ellos no eran los dueños de mi vida para decidir que hacer conmigo, era lo suficientemente mayor para tomar mis propias decisiones y volverme independiente. No debía hacer lo que ellos quisieran.
Regresé a casa con esa expectativa. Me repetí constantemente que no volverían a hacerme a su antojo.
Sin embargo, el destino tenía otros planes...
Al llegar a casa, había algunos autos negros afuera. Supuse que vendrían a ver a mi hermano, no le tomé importancia. Entré por la puerta con tranquilidad, subiendo las escaleras sin temer que Anthony me gritara detrás. Abrí la puerta de mi cuarto, encontrándome con la sorpresa; no había nada.
—Hermanita, solo quiero lo mejor para ti, y si debo usar métodos más..., eficientes, entonces lo haré. —su voz arisca se escuchó detrás de mí, siendo claro en sus palabras.
Ya no tenía miedo, no debía tenerlo.
—¿Y quién se supone que te crees para decidir lo qué es mejor para mí? —inquirí al girarme en su dirección, viéndolo a los ojos sin dejar que mis emociones me dominaran. Él ensanchó una sonrisa, advirtiéndome—. Yo nunca te di el poder de controlar mi vida, y nunca lo tendrás.
—No estoy controlando tu vida, Bella, solo estoy tratando de... —inició, pero yo lo detuve.
—¡Mi nombre es Loret! —recalqué cada palabra, marcando con firmeza mi nombre—. ¿Necesitas que te lo deletree para que lo comprendas? —pregoné, hastiada de él.
Hizo una mueca con su rostro, soltando una carcajada, intentándome hacer sentir inferior a él. Lo podía notar en sus gestos tan marcados y con una sola intención, destruirme.
—Así que el cachorro ha decidido enfrentarse al mundo... —vocalizó, sonriendo con la mirada—. Ahora no quieras hacerte la víctima en todo esto, Loret —remarcó mi nombre—. Sabes muy bien que eso no te queda en absoluto, tú decidiste estar en este juego desde el principio, no vengas a ponerme como el villano de tu vida, porque no lo soy.
—Nunca te pedí que me destruyeras, solo quería... —busqué una palabra entre mis pensamientos.
—Fama..., eso es lo que siempre quisiste. Decías que nadie te tomaba en serio y que estabas harta de todos los malos tratos, así que te ofrecimos eso, y tú lo aceptaste sin pensarlo dos veces, Loret o ¿Bella? —aclaró, volviendo a dejarme en el suelo, tirada. Bajé mi mirada sin ser capaz de responder—. Ese nombre es el que tú quisiste, nosotros nunca te obligamos a tenerlo. Supiste desde un inicio todo lo que involucraba, y aun así, aceptaste hacerlo.
Jugueteé con mis dedos como un modo de distracción. Subí mi rostro hasta el suyo, deseando tener algo con lo que pudiera defenderme.
—Ustedes... —sentí como mi corazón se hacía pedazos, latiendo más rápido. Maquiné algo, pero todo era absurdo. Mis ojos comenzaban a nublarse en medio de mi llanto, solo podía sentir eso, dolor.
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Sombras Del Pasado: Tras La Pista De La Verdad
Misterio / SuspensoSe suponía que me olvidaría de la existencia de mis padres, ellos se habían ido sin ningún aviso, dejándome con mis abuelos fingiendo que solo se irán por un fin de semana por trabajo. Se suponía que debían regresar por mí, pero no lo hicieron. El...