CAPÍTULO 13

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12 de mayo de 2022

Me apresuré para llegar a tiempo a casa y poder arreglarme decentemente para ver a Elías, no sabía si debía llamarlo "cita", bueno, yo no lo consideraba de esa forma. Aun así, eso solo creía yo. Mis amigos decían que era una cita y debía causar una buena impresión para ser agradable y no sé cuántas cosas más, las cuales no presté atención. Y es que realmente no me importaba si le caía bien o mal a Elías. Para mí solo sería un reencuentro entre viejos compañeros de clase. Me mentalicé eso todo el tiempo hasta que llegó Elías por mí y le abrí la puerta de mi casa.

—Hola... —dije soltando un suspiro por lo bajo, tomando aún el costado de la puerta.

La verdad en toda mi vida, esa era la tercera vez que salía a solas con un chico. Sí, los únicos eran Matthias, Thiago y aquel día, Elías. Supongo que en mi adolescencia no era la chica más guapa y atractiva para los chicos, además de que en el pueblo siempre se trataba de ir a clases y regresar de inmediato a la casa de mis abuelos. Y, tampoco era ese tipo de chica que le gustara salir tanto. Prefería quedarme en casa, dentro de mis cavilaciones. Ese era mi lugar.

Sin embargo, ahora era una adulta. No debía permitir que mis temores y mis tormentos me dejaran en la soledad por el resto de mis años.

—Hola, Katie —desvió su mirada hacia mi ropa con mucha apreciación—. Te ves muy hermosa.

Comenzaron los elogios y agradecimientos por parte de cada uno respecto a nuestra vestimenta. Podría decir que parecíamos dos adolescentes fracasando torpemente.

Antes de que las cosas se volvieran incómodas, él tomó la iniciativa de abrirme la puerta del copiloto, extendiéndome su mano libre para ayudarme a entrar en el auto. Me dedicó una sutil sonrisa cordial al cerrar la puerta para seguir su camino del otro lado.

—¿Pongo música? —asentí. Supuse que sería bueno para calmar el silencio que se podría venir— Bien...

Me empezó a platicar sobre sus gustos musicales y porque prefería la música de Justin Timberlake mientras sonaba Love Never Felt So Good dando golpecitos sobre el volante al ritmo de esta. Y, realmente me impresionó ver su gran entusiasmo al hablar sobre eso, era como ver a un Elías totalmente diferente. Yo no recordaba que fuera así en la primaria. Al contrario, era más serio y reservado, ante todo. Demasiado callado a comparación de ese momento. O al menos así fue hasta que le llegó un mensaje a su celular. Por un momento se quedó muy serio, tensando su mandíbula, mientras mantenía su mirada fija en su celular. Se desvió de la ruta para no chocar con nadie.

—¿Todo está bien? —me escuché decir un poco preocupada. Este me miró por encima de su celular de reojo.

—Nada importante. —pensó algo durante unos segundos antes de hablar. A simple vista se veía muy tenso, su mandíbula delataba aquello. Dio indicio de querer hablar, pero se contuvo por un momento hasta lograr soltarlo—: Bueno, es mi madre..., necesita que vaya a casa ahora, será algo rápido...

Había algo en sus palabras que sonaba preocupado. Dude un segundo sobre mi respuesta, pensando qué era lo mejor ante la situación. Tal vez se trataba de una señal del universo diciéndome que me salvaría de un desagradable momento. Pero, nada de eso ocurrió. El universo no se interpuso al final. O al menos yo no lo dejé.

—¿Está bien? Luego de eso podremos ir al restaurante...

Asentí con mucha lentitud. Por alguna razón, mi cuerpo tomó poder en mis decisiones sin siquiera pensarlo antes.

—Bien.

El resto del trayecto fue un completo silencio en el auto. La única voz que se escuchaba era la de Justin Timberlake. Supe que algo no iba bien por el cambio tan repentino de Elías, quien había dejado de cantar, tararear o siquiera mover las yemas de sus dedos sobre el volante mientras esperábamos que el tráfico descendiera.

Sombras Del Pasado: Tras La Pista De La VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora