Love Bites (AyA adaptación)

Capítulo 37

Anahí sin dar crédito, sin entender cómo lo que iba a ser un día perfecto se había

convertido en una terrible pesadilla, habló:

—Perdona, eres tú el que me acusas de ser una mentirosa y una ladrona. Yo no te he hecho

nada...

—Me has roto el corazón, ¿te parece poco? Yo me abrí a ti por primera vez en la

vida y resulta que te importaba una mierda. ¿Para qué follabas conmigo?

—Por favor, Alfonso, te estás equivocando... —balbuceó Anahí con dos lágrimas enormes

recorriéndole el rostro.

—Y yo, como un cretino, creyendo que si no te abrías a mí era porque necesitabas

tiempo... Qué necio fui... Pensaba que había encontrado a la mujer de mi vida y

resulta que he sido un juguete en tus manos. ¿Qué querías un maestro en el arte

del placer? ¿Alguien que te follara de todas las maneras posibles? ¿Estabas

harta de ser una niña buena y decidiste empezar a ser mala con el más canalla

de los hombres? ¿Era eso, Anahí?

—¿Sabes que esta tarde venía con la intención de decirte que te amaba? ¡Pero te lo has

cargado todo con tu desconfianza! —le reprochó Anahí muy enfadada.

—¡Hechos, nena! Hechos y nada más...

—Te juro que no he robado dinero de la caja, que no sé cómo ha llegado ese dinero

al vestido pero seguro que tiene una explicación. Habla con Michael por favor,

él te confirmará lo del vestido y seguro que sabe la razón por la que ese

dinero está ahí...

—Michael está de vacaciones, estará fuera toda esta semana y no hay manera de contactar

con él.

—¿Cómo? No me dijo nada...

—Ha sido una sorpresa, Peter me pidió que les diera una semana libre, necesitaban

estar a solas unos días para dar rienda suelta a su amor. Están muy enamorados...

—Ahora lo entiendo todo, esa víbora ha aprovechado su ausencia para montar toda esta

trama de terror...

—Es imposible que Linda haya podido tramar nada en tan poco tiempo. Anoche se

enteró de que se iban...

—Tiempo suficiente para poner ese dinero ahí... Dios mío, Alfonso, me duele tanto que la

creas a ella antes que a mí. No me esperaba esto de ti... —musitó Anahí que estaba

rota de dolor.

—¿Y crees que yo esperaba todo esto de ti? ¿Qué necesidad tenías de ponerte esos

vestidos y de meter la mano en la caja? Yo te lo habría dado todo si me lo

hubieras pedido, todo... La luna incluso... Todo. Joder, Anahí, pero ¿qué mierdas

has hecho? Anoche mismo le hablaba a Peter de lo felices que somos nosotros

también, que ojalá que pronto nos pudiéramos escapar los cuatro a algún sitio