Capítulo 47

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Después de asearse en el cuarto de baño, ambos regresaron a la fiesta, felices y

cogidos de la mano. Es más, se les notaba tan dichosos que recibieron la

felicitación de todo el mundo...

—No sé lo que habrá pasado en ese despacho, hija. Pero no sabes lo que me alegro...

—le dijo su madre en cuanto los vio regresar juntos.

—Al final he ganado la apuesta que tanto te escandalizó cuando estaba a punto de

entrar en el club Herrera. ¿Recuerdas, mamá? Te dije que todo iba a salir bien. Y

aquí estamos... ¡Soy feliz y lo estamos celebrando en el mejor restaurante que

además, es mío! Estoy que floto y te estoy muy agradecida por todo lo que has

hecho para que Alfonso y yo estemos juntos.

—Solo deseo tu felicidad, cielito. Y con Alfonso sé que estarás siempre en buenas

manos. Adoro a ese joven, es más le quiero ya como si fuera un hijo. Solo falta

que te pida la mano muy pronto, estoy loca por ser abuela...

Anahí se rio, mientras pensaba que a lo mejor no faltaba mucho porque lo que acababa

de hacer con Alfonso era una locura, pero necesitaba hacerlo así. Había hecho el

amor con él tal y como lo estaba sintiendo en lo más profundo de su ser,

entregándose entera, dándose hasta el final, con amor puro y duro.

—Ojalá señora Puente... Yo lo estoy deseando —aseguró Alfonso.

—Sí, pero antes tienes que hacer los deberes y pedirle la mano y todas esas cosas.

Que a mí sabes que me gustan las cosas bien hechas, Alfonso... —le recordó la

señora Puente.

Alfonso se rió a carcajada limpia, mientras pensaba que él desde luego era el principal

interesado en casarse, que ya no podía vivir sin esa mujer maravillosa que le

miraba muerta de risa.

Luego la madre les dejó solos otra vez, pero al momento llegaron Michael y Peter que

también se alegraron mucho de que estuvieran juntos:

—El amor siempre gana, amigos —dijo Michael.

—Gana, pero no veas lo que ha costado ganar el partido —reconoció Alfonso.

—Y da gracias, porque a mí Peter me hace eso y le tengo un año debajo de la

ventana haciendo méritos. ¡Mira que fiarte de la víbora de Linda! ¡Oy, qué

error más garrafal!

—Anda cierra el pico, que estamos muy bien y no necesitamos para nada que vengas tú

ahora a sacar cosas del pasado... —bromeó Alfonso sin soltar a Anahí de la mano.

—Estuvo fatal, pero con esto aprendí que hay algo más fuerte que todo. Y es el amor...

Amo a Alfonso, pero esto no significa que te vuelva a pasar otra. Una y no más...

—le dijo Anahí apuntándole con el dedo.

Alfonso cogió la mano dulce de ella, la besó y luego aseguró:

—Te voy a hacer tan feliz, Anahí mía, que no vas a saber si vives o sueñas...

Love Bites (AyA adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora