Capítulo 2

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Alfonso Herrera tenía demasiadas cosas que hacer esa mañana, como siempre, pero como su jefe de Recursos Humanos había sufrido un pequeño accidente doméstico, y no iba a poder acudir al trabajo hasta última hora de la tarde, había decidido
suplirle durante las entrevistas.

No quería dejar en manos de nadie más algo tan importante como la contratación del personal de sala, que eran la cara visible de la empresa, así que en ausencia de Peter, que no solo era su jefe de Recursos Humanos sino también su hombre de
confianza, no le quedaba más remedio que entrevistar a la joven que a primera vista, tenía un currículum brillante.

Tan brillante que al momento saltaron todas las alarmas...

¿Cómo Peter podía haber seleccionado a alguien con un perfil así para el puesto? ¿Ese hombre se había vuelto loco o qué?, pensó.

Porque era evidente que incorporar a alguien formada en una prestigiosa escuela de negocios y que había montado tres clubs exitosos en Chicago, era un auténtico peligro.

Alfonso resopló y justo en ese instante su secretaria le informó de que la joven había
llegado:

—Hazla pasar, por favor —le pidió Alfonso convencido de que aquello no iba a durar más que un par de minutos.

Y es que no iba a ser tan imbécil de incorporar a su empresa a una cerebrito
talentosa que tenía toda la pinta de tener capacidad para no solo desentrañar
hasta el último secreto de su modelo de negocio, sino perfeccionar con absoluta brillantez.

—Señorita Puente... el señor Herrera le espera... —le dijo Brenda, la secretaria del señor Herrera, con una sonrisa enorme.

Anahí miró a esa chica que parecía una modelo de revista, con su casi metro setenta, su pelo abundante, la sonrisa perfecta y un cuerpazo increíble, y por primera vez sintió que tal vez su objetivo podía escapársele de las manos.

Y no es que ella se sintiera acomplejada por su físico porque, a pesar de que no era muy alta, ni muy rubia, ni tuviera una talla 100 de sujetador, se sentía orgullosa de su mirada limpia y de su sonrisa franca...

¿Claro que eso sería suficiente para Alfonso Herrera?

Respiró hondo para ver si de esa forma lograba quitarse esos temores de última hora y se recordó que era una mujer valiosa y luchadora, y que iba a seguir siéndolo
independientemente de lo que pasara en la entrevista con ese triunfador.

Si lograba entrar, perfecto y si no... seguiría adelante con más fuerza todavía.

De tal modo que en cuanto escuchó que la secretaria la invitaba a pasar, se levantó de un respingo, agarró el maletín y replicó con una sonrisa ancha, y destilando seguridad y confianza en sí misma por los cuatro costados:

—Muchas gracias. Eres muy amable.

Brenda le devolvió la sonrisa y luego le deseó en voz baja:

—Mucha suerte.

Anahí agradeció sus buenos deseos con una leve inclinación de cabeza y acto seguido
Brenda abrió la puerta del despacho de su jefe.

Ya no había vuelta atrás, Anahí se mordió los labios y caminó hacia la enorme mesa
donde alguien trabajaba detrás de una pantalla gigante, tan enorme que solo se
le veía la frente amplia y el cabello oscuro:

—Buenos días —saludó Anahí en un tono de voz que denotaba aplomo y confianza.

Alfonso se echó a un lado y entonces la vio...

Lo cierto era que cuando había estado analizando su currículum ni siquiera se
había parado a mirar la foto, su formación y experiencia le habían impresionado
tanto que se había perdido algo que estaba completamente a la par.

Love Bites (AyA adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora