Anahí se dirigía en metro a la entrevista de trabajo con un impecable traje sastre oscuro de Armani y un maletín de piel donde llevaba su brillante currículum.
Podía haberse comprado un par de trabajos modernos en algún outlet para acudir a la entrevista, pero hacía tres días que se había mudado desde Chicago y apenas le había dado tiempo ni a respirar.
Además, ¿para qué disfrazarse de algo que no era si al final su currículum iba a delatarle?
Brillante expediente académico en la escuela de negocios de Booth y empresaria de éxito con tres locales nocturnos en Chicago, ¿cómo no iba a vestir de esa forma?
Porque, aunque hacía unos meses hubiera vendido su parte del negocio a John su socio y antiguo novio, ella seguía siendo esa mujer emprendedora y luchadora, capaz de
enfrentarse a cualquier reto.Como este de dejar atrás su confortable vida en Chicago, hacer las maletas y empezar desde abajo en una ciudad tan loca y trepidante como Nueva York.
Pero tenía que hacerlo, después de romper con su novio de toda la vida y su socio, por puro desgaste y de mutuo acuerdo, necesitaba un cambio de aires y sobre todo un cambio de vida radical.
Por eso, cuando por casualidad vio un anuncio en el que se solicitaban camareras para uno de los locales de copas de moda de Nueva York, ni se lo pensó. Era la ocasión propicia tanto para cambiar de ciudad, como para conocer el negocio desde dentro y en profundidad, antes de dar el salto a lo que era su verdadera meta: crear su propia cadena de locales por todo el mundo como el mismísimo Alfonso Herrera.
Y es que ya que se trataba de aprender, había que hacerlo de los mejores y sin duda Alfonso Herrera lo era...
A pesar de tener solo 33 años, ya poseía más de treinta clubs repartidos por los lugares más exclusivos del planeta y frecuentados por personas influyentes y poderosas, desde políticos a cantantes, pasando por modelos y empresarios billonarios...
El único inconveniente era la fama de crápula y de canalla que le precedía, pero a
ella qué le importaba si su único objetivo era trabajar duro y aprender al máximo de ese genio de los negocios.Y para eso, después de una dura fase de preselección en la que había superado varios psicotécnicos, entrevistas y pruebas de idiomas en Chicago, ya solo le quedaba pasar la última entrevista con el jefe de Recursos Humanos en Nueva York.
O eso creía...
El caso fue que llegó por fin a su estación de metro, se bajó y en cuanto salió a la superficie recibió la llamada de su madre que estaba muy preocupada por ella.
—Mamá, no es buen momento para hablar. Estoy a punto de llegar al local de Alfonso Herrera en el Soho...
—Katy por eso mismo te llamo, todavía estás a tiempo. No entres en ese nido de perdición, por lo que más quieras.
Anahí resopló porque estaba más que harta de escuchar las monsergas de su madre sobre Alfonso Herrera.
—Mamá ni que fuera a entrevistarme con el mismo diablo...
—Pues casi. Oh Katy, mira que eres terca. Si siguieras las noticias de la farándula como yo, sabrías que ese hombre no es nada recomendable. El otro día precisamente leí unas cosas horribles sobre él.
—¿Algo tan terrible como que es uno de los empresarios del año? ¡Mamá, por favor, no creas esas patrañas!
—Tu abuela decía que cuando el río suena, agua lleva... —replicó la madre muy preocupada.
—Mamá, por favor, tranquilízate que no pasa nada. Es solo un trabajo, como otro cualquiera...
—Alfonso Herrera no es un hombre cualquiera, es un golfo desalmado que usa a las mujeres como si fueran pañuelos. En cuanto te vea querrá que seas una muesca más en su revólver.
—Sé muy bien a lo que he venido a Nueva York, no voy a perder el tiempo con nada que no sea trabajar duro y aprender al máximo de él.
La madre resopló desesperada y replicó a su hija, muy ansiosa:
—¡Mira qué eres obstinada, hija mía! Si pudiera ahora mismo me plantaba en Nueva York para traerte derechita a casa. No puedo quedarme de brazos cruzados, mientras tú te adentras en la boca del lobo.
—Mamá, tengo 27 años, tengo edad suficiente para cuidarme sola. No pienso caer rendida a los encantos de Alfonso Herrera, es más para que te quedes tranquila te diré que ni siquiera es mi tipo.
—¡No seas ilusa, Katy! Nada puede frenar a ese tipo de cerdos sin escrúpulos. Te embaucará, te seducirá, te manipulará y logrará lo que quiera de ti sin que apenas te des ni cuenta. Nadie está salvo ante esa clase de hombres, cielo.
Nadie. Son gente turbia, retorcida, oscura... Por favor, no vayas a esa entrevista... En Chicago montaste con John tres locales, tú ya tienes experiencia de sobra. No necesitas irte con Alfonso Herrera a aprender desde la base, tú ya lo tienes todo para crear tu propio negocio...
—No, todavía me falta y eso es justo lo que quiero aprender de él.
—Arggg. Eres igual que tu padre, que hasta que no se da contra la pared no escucha a nadie. Luego no me llames para que recoja tus pedacitos, cielo... Bueno, mejor sí, llámame. Soy tu madre, siempre voy a estar ahí... Las madres somos así de tontas.
—Te agradezco tu preocupación, mamá, pero es innecesaria. Va a salir todo genial. Y ahora te dejo que estoy en la misma puerta del club Zank. Deséame suerte, anda...
—No me pidas eso. ¡Solo faltaba! Al revés, te deseo que te vaya muy mal y te vuelvas a Chicago.
—Solo por lo que me ha costado hacer la mudanza, ya no me sacan de aquí ni con agua caliente. Aparte de que he pagado tres meses de alquiler por adelantado...
—Con tu currículum puedes trabajar en cualquier sitio, ojalá no te seleccionen y no te quede más remedio que aspirar a un trabajo como Dios manda, en un horario decente. ¡Es que solo de pensar que puedes acabar de camarera en ese antro de vicio y desenfreno se me ponen los pelos de punta!
—Mamá que es uno de los mejores y más exclusivos locales de copas de Nueva York, para ya con eso por favor...
—Sí, pero el dueño es un degenerado, a saber qué se cuece en sus cocinas.
—Cuelga de una vez, déjame que pase la entrevista y te cuento con pelos y señales. Te lo prometo. Jajajajaja.
—Tú ríe, que como decía mi abuela: "ya llorarás, querida". Y mucho.
—¡No seas dramática, mami! Es más, te invito a que vengas dentro de un mes a verme a Nueva York y veas lo felicísima que soy con mi nueva vida y mi nuevo trabajo.
—Ojalá, pero eso solo sucederá si no te seleccionan para trabajar en el club de ese pervertido.
—¿Apostamos algo? —preguntó Anahí convencida de que todo iba a salir a las mil maravillas.
—Te recuerdo que nosotros no somos de apuestas, señorita. Madre mía, ¿es que no ves lo que está pasando? Todavía no has entrado a ese antro de perdición y ya te
estás yendo hacia el lado oscuro. Apuestas... ¡Válgame el cielo!—Sí, gano yo, y soy requetefeliz, os venís todos, a Nueva York y os invito a una
cena en el mejor restaurante... Y si pierdo y lloro mares enteros... pues... Mmmm.
¡Os venís también a consolarme y me haces tu famosa bomba de chocolate para que
se me pase! ¿Qué te parece? Jajajajaja.—Me parece que Dios quiera que nadie ni nada se lleve tu alegría ni enturbie tu
corazón, querida Katy. Rezaré por ello...—Gracias, mamá. Y ya sí que cuelgo que faltan tres minutos para las diez...
Anahí colgó delante de la puerta del local, donde informó al vigilante que estaba
citada a las diez para una entrevista. El hombre la hizo pasar y ella esperó en
una sala minimalista y funcional a que el Jefe del Departamento de Recursos Humanos la entrevistara.Lo que menos podía imaginar era que tras la puerta de madera maciza quien le
estaba esperando realmente era el mismísimo Alfonso Herrera...
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Love Bites (AyA adaptación)
FanfictionSINOPSIS: Cuando Anahí Puente acepta el puesto de camarera en uno de los locales de copas más famosos de Nueva York, no se imagina la que se le viene encima. Y es que a pesar de todas las advertencias que le hacen sobre el dueño, ella decide hacer c...