EPÍLOGO

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Tres meses después, Anahí y Alfonso se casaron muy enamorados en Nueva York y lo

celebraron en los locales de ambos.

Anahí no estaba embarazada, pero se quedó un año después y nació un niño precioso al

que llamaron Alfonso como su padre.

Lorreine, que acababa de iniciar un romance con Pierre el chef, fue la madrina del

pequeño y Michael que llevaba meses de feliz matrimonio con Peter: el padrino.

Obviamente, el niño fue el consentido de todos, hasta que al año siguiente llegó una niña,

Joana, que le robó todo el protagonismo.

La señora Puente estaba encantada de ver a su hija tan feliz al lado del crápula

que en su día despertó todas sus alarmas, pero que había llegado a querer como

un hijo.

Y ni que decir tiene que, como habían soñado, la casa de Anahí y Alfonso se llenó de

risas, de amor y de felicidad: porque amar es un sueño maravilloso que a veces

se hace realidad...

Love Bites (AyA adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora