- ¡Violetita! - la recibió su padre con un abrazo intenso-. ¿Cómo estás, cariño? No sabes cuántas ganas tenía de verte.
- Eso, niña. Que nos tienes muy abandonados - añadió su madre, tirando de ella para recibir su abrazo.
- Estoy super contenta de que estéis aquí - les dijo, cuando le devolvieron algo de espacio personal-. Yo también os he echado mucho de menos.
- Tú debes ser la Kiki, ¿no? - se dirigió su madre a la medio inglesa, que se había quedado justo al lado observando el reencuentro.
- Eh... Sí. Encantada, Susana - se acercó tímida a saludar con dos besos a cada uno.
- Violeta nos ha hablado muchísimo de ti - le informó Juan Carlos, mientras se sentaban en la mesa del restaurante donde la cantante había reservado mesa.
- ¿Ah, sí? - miró entonces Chiara a Violeta.
- Yo le hablo a todo el mundo de ti, Kiki - aseguró la pelirroja.
Chiara se sintió muy mal ante esa afirmación, pues ella hacía todo lo contrario, siendo contadas las personas que sabían de su contacto con la artista.
- Es lo que tiene que seáis tan buenas amigas - añadió Susana, haciendo énfasis en la última palabra, como cuestionándola.
- Ya te lo he dicho, mamá. Somos muy, muy amigas. Nada más, ¿verdad, Kiki? - buscó su apoyo.
- Exacto. Violeta es una amiga increíble - añadió, sin demasiada efusividad.
Por suerte, Juan Carlos rápido cambió de tema. Antes de que la dichosa palabra se le atragantara a la traductora.
El resto de la comida pasó entre anécdotas de Violeta de pequeña y adolescente. También le contaron a Chiara cómo la música había sido siempre el motor de la vida de la pelirroja y cuánto les emocionaba verla encima del escenario.
- Ya nos ha dicho que tú la estás aconsejando con el tema de su carrera en solitario - apuntó Susana-. Nosotros le insistimos también en que siga su instinto y luche por lo que quiere.
- Violeta es artista, y su criterio siempre tiene que ser el más importante - afirmó la medio inglesa-. Está genial que gente con experiencia le presente ideas y propuestas...
- Pero tiene que estar cómoda con las decisiones que toma, ¿verdad? - completó Juan Carlos la frase, a lo que Chiara asintió.
Violeta, aunque con un poco de vergüenza porque hablaran de ella como si no estuviera ahí, se sintió en armonía. Las tres personas que había en aquella mesa la veían como era y confiaban en ella y en su talento. Y eso no era algo que pudiera decir todos los días en la industria que la rodeaba.
- Hablando de esto... Necesito que después de comer me acompañéis los tres a un sitio - se hizo la misteriosa Violeta.
- ¿Los tres? - repitió Chiara, frunciendo el ceño.
- Sí. He quedado con la discográfica para firmar el contrato y quiero que estéis conmigo - anunció, mirando primero a sus padres y después a Chiara.
- ¿Qué? ¿Vas a firmar? - preguntó Susana.
- Sí, mamá. Yo tengo claro que quiero hacer música. Y esta es la oportunidad que tengo. La voy a aprovechar - explicó.
- ¡Es es mi chica! - exlcamó Juan Carlos-. Claro que sí, cariño. Solo tienes que mantenerte fiel a ti misma y ellos te acabarán dejando hacer lo que quieras. Porque madre mía el talentazo que se llevan contigo... Si son listos, deberían tenerte entre algodones. ¡Joder, vas a sacar música tuya! Es increíble.

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Starstruck | Kivi
FanfictionNo hay nada que haga más feliz a Jay que conocer a Violetta, su artista favorita. ¿Qué pasará cuando Chiara, su hermana mayor, le ayude a cumplir su sueño?