Starstruck | Kivi

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Violeta seguía sosteniendo sus manos, acariciando con el pulgar el dorso de una de ellas, mientras su mirada se mantenía fija en los ojos de Chiara. Lentamente, una sonrisa cálida se dibujó en el rostro de la cantante, creyendo haber encontrado las palabras adecuadas.

- Kiki - comenzó Violeta, con voz suave pero firme-. Gracias por abrirte conmigo. Por hacer el esfuerzo. No hay que ser muy lista para ver cuánto te cuesta. Que confíes en mí es... se siente muy bien.

- No me des las gracias. Que tú me hayas escuchado y mirado como lo has hecho también se siente muy bien - contestó la traductora.

- Me alegro - le sonrió.

Después las envolvió el silencio, mientras la cantante ordenaba de nuevo sus ideas.

- He pasado una mañana horrible, sinceramente, Kiki. Me ha dolido mucho despertarme sola, que te fueras... Y luego que no dejaras que habláramos.

- Lo sé. Perdón - volvió a disculparse Chiara.

- Sabía que tenía que haber algo detrás de tu manera de actuar, del insomnio... Y me preocupa que sufras tanto. Y que comunicarte no sea tu fuerte - explicó, jugando con la unión de sus manos.

- No, no lo es en absoluto - le dio la razón la morena.

- Y aún así, desde hoy soy la segunda persona que sabe todo eso de ti. En toda tu vida. Eso es mucho.

- Ya, Vivi, pero...

- Pero, nada - la cortó-. Lo siento, Kiki, pero nada de lo que me has dicho me asusta lo suficiente. Todo lo que has compartido conmigo solo demuestra tu valentía. No veo un desastre... Veo a una mujer fuerte y valiente que está haciendo lo mejor que puede.

- Violeta, no... - negó con la cabeza-. Tendrías que estar enfadada, decepcionada conmigo, por no haberte contado mis issues desde el principio, por hacerte perder el tiempo, por...

La pelirroja la interrumpió, arriesgándose a acallarla con un beso tiernísimo en sus labios. Un beso que hizo que Chiara cerrara los ojos y se quedara saboreándolo cuando Violeta se separó un poco. Una lágrima rodó por la mejilla de la morena.

- Escúchame, Kiki. Yo no sé que me has hecho, pero todo lo que me has contado hoy... - chasqueó la lengua, buscando las palabras adecuadas-. Si querías asustarme has conseguido lo contrario. Ahora me gustas mucho más. Siento que puedo entenderte mejor y eso me gusta, aunque pueda ser difícil.

Chiara la miraba conmovida por el brillo que percibía en la mirada de la cantante. Buscaba un atisbo de duda, de mentira, pero encontró sinceridad y transparencia.

- No sabes... - chasqueó Chiara la lengua-. Violeta, no sabes lo que significa para mí que puedas decirme esto y sea de verdad.

- Entonces, deja de intentar alejarme y pon tu atención en eso. En el lado bueno. Porque digo yo, que aparte de ansiedad y miedo, también sientes cosas bonitas cuando piensas en lo que hay entre tú y yo... ¿O no? - alzó una ceja.

- Muchas cosas bonitas - sonrió Chiara inconscientemente, solo de pensar en sus sentimientos hacia la cantante-. Tú eres... Eres increíble. Si yo supiera que puedo hacerte feliz, ni en mil vidas te dejaría escapar...

- ¿Y si empiezas entonces por pensar que igual sí puedes hacerme feliz?

- Vivi... - suspiró Chiara-. Me da miedo ilusionarnos. Y que luego sea una guerra perdida...

- ¿Una guerra perdida por qué?

- Por mi ansiedad, por mis issues... Intentar luchar contra eso siempre ha sido una guerra perdida - musitó la traductora.