Starstruck | Kivi

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- Jay, I'm coming back tomorrow. Te iré a recoger al cole por la tarde. Faltan solo unas horas, ¿vale? Aguanta un poquito más - pidió Chiara a su hermano, por teléfono.

- Es que I miss you so much, Kiki. Estar con mum es aburrido. Ya he jugado a la play mil veces y hecho los puzzles de Rusli... Le he echo otro dibujo a Vi... I am bored now - protestó el niño.

- ¿Quieres enseñarle ese dibujo a Violeta? - preguntó la traductora.

- Yes! Le pediré a mum que le haga una foto y se lo envíe. Y le hago un audio también... Si me contesta... Eso me animaría.

- ¿Y no prefieres hacer videollamada con ella? - ofreció.

- ¿Puedo? - se emocionó el niño.

- Wait a minute, voy a intentar conseguirlo. No se si podré, ¿eh? - se hizo la difícil la traductora.

Chiara cortó la videollamada, con intención de volver a llamarle cuando hubiese conseguido convencer a la cantante. Sabía que no le sería nada complicado. Así que salió al salón a buscarla.

- Vivi, te toca ejercer de novia.

Violeta, que estaba revisando sus redes, que echaban humo, en el móvil, casi lo lanzó por los aires al escuchar esa frase.

- ¿Q-qué? ¿N-novia? ¿Qué? - expresó confundida, tras un carraspeo.

- Te toca ejercer de novia de Jay mientras yo termino la maleta - enfatizó la morena el nombre de su hermano-. Está aburrido y le he dicho que trataría de conseguirle una videollamada contigo.

- Joder, Kiki... - suspiró la cantante, reponiéndose con esa aclaración y quiso ironizar-. ¡Qué gran esfuerzo por tu parte gestionarle algo tan inalcanzable!

- Soy la mejor hermana del mundo, ¿verdad? - le guiñó un ojo Chiara-. Te ha hecho un dibujo, dice. Está aburrido, my poor Jay. A ver si le animas un poco. Pero, sobre todo, que no se te escape que estoy aquí contigo.

- Vamos de tapadera en tapadera, me preocupa esto... Es un patrón no muy sano - puso los brazos en jarra la pelirroja, mientras se mordía el labio, tratando de esconder una sonrisa.

Chiara se acercó a atrapar ese labio inferior, lamerlo con toda la lentitud del mundo y luego apartarse, dejándola con ganas de mucho más.

- Esta tapadera es distinta. No vamos a romperle el corazón a mi hermano. Me niego - fue tajante la traductora.

- ¿Nunca? - alzó una ceja Violeta.

- No ahora, por lo menos - sentenció y le tendió el móvil-. Toma, habla con tu novio.

Violeta enganchó con el dedo la cinturilla del pantalón de la morena para acercarla a ella y darle el beso con el que había amagado.

- Ahora sí - murmuró satisfecha, lamiéndose los labios para disfurtar del sabor de Chiara-. Qué menos que pagarme el favor con un beso en condiciones...

- Luego te lo pago en mejores condiciones todavía, pero no se lo digas a mi hermano.

Violeta soltó una carcajada y le lanzó una camiseta, que estaba encima del taburete de su cocina, como muchas otras prendas de ropa de la traductora que había ocupado cada lugar de ese piso con sus cosas en tan pocos días.

Violeta y Jay hablaron de todo un poco, incluso le ayudó la cantante con sus deberes de mates, como ya era costumbre. Solo colgaron cuando Chiara tuvo hecha la maleta y le hizo señas a la pelirroja para que se despidiera de su pequeñito.

- No me quiero ir - musitó la traductora, con la maleta en la mano en el recibidor del piso, mientras esperaban a que el Uber que la llevaría a Atocha avisara de su llegada.