Starstruck | Kivi

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- Vivi, ¿te puedo preguntar algo? - rompió Chiara el silencio que las envolvía.

Tras la jornada de playa, habían dejado a Jay con Emma y se habían escapado a esa cita que tanto deseaban.

- Sí, claro.

- Esa cara triste que tienes... ¿Es porque nos tenemos que separar otra vez? ¿O porque te pasa algo? Porque dudo que sea porque no te esté gustando esta pizza. Vale que casi es la hora de merendar y no de cenar, pero no puedes negar que está deliciosa...

- No me pasa nada - se encogió de hombros-. Solo que no quiero irme. Es eso.

- Mientes muy mal - frunció el ceño Chiara, dudando de su palabra.

- No pasa nada, Kiki. De verdad. Es verdad que la pizza está increíble - le dio otro mordisco.

- ¿No me lo quieres decir porque es algo que me puede agobiar?

El silencio de Violeta respondió a la pregunta de Chiara sin que la pelirroja tuviera que hablar.

- Dímelo, please. Prefiero saberlo...

Violeta bajó la mirada, dudando sobre qué hacer.

Desde esa conversación con Jay en el agua, había un tema que danzaba a sus anchas por su mente.

Tras unos segundos de silencio, la miró directamente y suspiró.

- ¿Quién es Amy?

Escuchar ese nombre de boca de la pelirroja dejó a la traductora en shock.

- ¿Has leído la libreta? - fue lo primero que le salió decir a Chiara, descolocada como estaba. Pero no tardó ni un segundo en recular-. No. Eso es imposible. Tú nunca harías eso, estoy segura. Pero, entonces...

- Me lo ha dicho Jay - aclaró la pelirroja.

- ¿Jay? - se sorprendió aún más la traductora.

- Sí, en la playa. Estábamos en el agua y de repente me preguntó si creía que tú estabas enamorada. Porque él sí lo creía.

Chiara bajó la mirada, sintiéndose un poco expuesta.

Su hermano era un niño pequeño e inocente cuyos principales focos de atención eran sus series favoritas, los discos de Violetta, los juegos de la play y disfrazarse de Spiderman.

Por eso le sorprendía a la morena que su hermano, sin haberlo hablado con ella, le hubiese dicho a Violeta que creía que ella estaba enamorada.

Cómo si Jay supiera lo que era eso.

El silencio las envolvió y Violeta decidió seguir con su relato.

- Me dijo que estás igual que con Amy. Y que no quería que después de ese estado de enamoramiento viniera la tristeza, como esa vez.

La traductora se quedó todavía más impactada con esa información.

Por lo general, Jay no hablaba de cosas serias.

Y ni siquiera esperaba Chiara que el niño tuviera tan presente esa historia. Y mucho menos que hubiera puesto en palabras tan grandes y a la vez tan simples lo que había ocurrido.

Enamoramiento y después tristeza. Esa era la transición que, por desgracia, el niño había aprendido como lógica. Como conceptos enlazados. Había aprendido del amor desde la perspectiva de su relación con Amy.

Amy. El tema.

Chiara suspiró agobiada.

Su corazón empezó a latir a un ritmo endemoniado y tuvo que llevarse la mano al pecho, al notar la presión. Trató de coger aire para poder respirar profundo y tranquilizarse.