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El sonido del despertador hizo que Violeta abriera los ojos de golpe, tardando unos segundos en ubicarse.

Cuando lo hizo, palpó el espacio a su lado con un miedo terrible en el cuerpo. Pero se relajó al encontrarse con la piel desnuda del brazo de Chiara, que se había puesto algo de ropa y la miraba, tumbada por encima de las sábanas, después de apagar la alarma del despertador.

- Buenos días, Vivi. Estás de suerte. No he huido de mi propia casa - bromeó la morena, que había notado su tensión inicial y el descanso que había supuesto para la cantante el hecho de encontrarla a su lado.

- ¿Llevas mucho despierta? - frunció el ceño Violeta.

- Un rato - se encogió de hombros, dando a entender que era mucho más que eso-. He aprovechado para hacer cosas productivas. He trabajado un poco, he tranquilizado a Ruslana, que me estaba acribillando a mensajes y...

Un ruido metálico hizo que Chiara dejara de hablar y Violeta se asustara.

- ¿Qué ha sido eso? - preguntó la pelirroja, incorporándose un poco.

- Ah, es Jay. Te está haciendo el desayuno - informó la traductora con una sonrisa-. How cute!

- How cute? ¿Has dejado a un niño de siete años solo en la cocina, Kiki?

- Está untando nocilla en unas tostadas. Y el cuchillo tiene punta redonda, don't worry. ¿Además no lo hacía tan bien en la cocina? ¿No era tu pinche fiviriti? - hizo burla de eso último, ganándose una palmada en el muslo por parte de la pelirroja.

- Además de celosa, tienes un morro, Kiki... - rio Violeta-. Deberías ser tú la que me hiciera el desayuno.

- ¿No es Jay tu novio? Pues que ejerza - sentenció Chiara.

La morena se disponía a levantarse de la cama para ir a controlar a su hermano, pero Violeta tiró de su brazo para que cayera de nuevo a su lado. Cuando la tuvo a su alcance dejó un pico largo en sus labios.

- Ahora sí, buenos días - sonrió la pelirroja-. Te robo algo de ropa y salgo a degustar esas tostadas con nocilla del minichef.

No tardó mucho Violeta en aparecer por la cocina de esa casa y notar el dulce olor a chocolate y pan tostado.

La mesa estaba perfectamente puesta con tres vasos de zumo de naranja, dos cafés con leche hechos por Chiara, un colacao, y tres platos a rebosar de tostadas con nocilla. 

- Good morning, Vi! - se acercó Jay a abrazarla, súper sonriente.

- Good morning, monito! - besó su pelo y le miró, retirándole restos de chocolate de la boca, aunque supuestamente no habían empezado a desayunar. A leguas se notaba que el pinche había probado su creación antes de tiempo-. ¿Has dormido bien?

- Sí. Pero la próxima vez duermes conmigo - reclamó Jay-. Me ha dicho Kiki que has dormido con ella porque tiene la cama más grande, pero para otro día yo le puedo cambiar la mía y...

- ¡A desayunar, Jay! - interrumpió Chiara, que no estaba nada de acuerdo con ese cambio. Violeta la miró, divertida-. Que se enfrían las tostadas...

Violeta tomó asiento junto a Chiara, mientras que Jay se sentó en frente.

Al ver la manera tan abstracta e irregular en la que el chocolate estaba extendido por las tostadas, a Violeta le salió una carcajada, que tuvo que frenar en seco ante la mano amenazante de Chiara que se posó en su brazo y tiró hacia ella.

- Ni se te ocurra reírte de cómo ha hecho Jay las tostadas, porque te echo de esta casa, Violeta Hódar, por muy guapa que seas - la seriedad en su tono hizo que la cantante todavía tuviera más ganas de reírse.

Starstruck | KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora