2. Segunda vista

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–Alexis…

Todas las memorias de su niñez y adolescencia volvieron a su mente como si fuera capaz de vivirlas por tercera vez.

Mientras aquel chico cruzaba sus brazos, dándole una mirada altanera junto aquella sonrisa que encantaría a más de uno, pero para Luzu la odiaba con todo su ser.

–Pero mira quien se le ocurrió volver. ¿Qué no estabas jugando a la casita?

El mayor frunció su ceño.

–MI HERMANO –hizo énfasis en aquellas dos palabras– Roier por si se te olvida, me invitó, su prometido no pudo asistir así que vine yo en su lugar. Y es obvio que estaría aquí en su boda. ¿Y qué hay de ti? La última vez y fue bastante tiempo eras abogado, ¿acaso tan mal te fue?

El rostro del más bajo frunció suavemente su ceño sin dejar de sonreír.

–Mira hijo de…

–Alex –interrumpió Roier, interponiéndose entre ambos– que bueno que llegaste.

Este relajo su mirada al mirar a su querido amigo.

–También me alegra verte.

–Creo que hoy no fue un buen día verdad, ¿quieres que re agendamos para otro día?

–No, no te preocupes. Acabo de terminar con algunos pendientes, además te prometí que todo saldría como te mereces.

–pero no tenias que planear todo esto, te dije que cellbit y yo nos conformabamos con algo discreto.

–Ay rey, tú te mereces esto y más.

–En eso coincido con Alexis, pero deberías escuchar primero a tus clientes. ¿O no te enseñó eso tu jefe?

–Luzu…

–Mi jefe, claro deja le pregunto.

–Alex, no tienes…

Sacó su teléfono fingiendo que hacía llamada, mientras Roier negaba al saber que ya nadie podría detenerlos de pelear nuevamente.

–Si jefe, hay un idiota que se cree el dueño de todo dándome el sermón de la semana. ¿Ah si? De acuerdo –miró al castaño volviendo a sonreír burlón– que te vayas al demonio Haworth, yo soy quien manda aquí por si en tu pequeña y egocéntrica cabeza no cabe. Y para tu información, no soy Alexis, puedes llamarme Quackity o Morningstar.

–¿Cómo alguien como tú puede estar a cargo de aquí?

–Luzu… Alex es dueño de Quackity studios que está a cargo de Las Nevadas.

–No  solo de las Nevadas, tenemos franquicias  de casinos, restaurantes y otro tipo de tiendas.

Haworth se mostró sorprendido ante aquel dato.

–¿Sorprendido? No eres el único importante aquí Doctorcito. Y si tanto te preocupaba mi estado, me gradué con honores en derecho, pero eso ya lo sabías, ¿no es así?

Su hermano le miró confundido.

-Espera, ¿Quackity a que te refieres con eso?

–Que el doctor Haworth te lo diga. Yo vine a enseñarte lo que tenemos planeados para tu  y vivieron felices por siempre.

–Eres un gran amigo.

Roier abrazo al contrario, el cual correspondio aquel abrazo, dedicándole una sonrisa arrogante al castaño mayor, quien quería matar a aquel chico.

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Después de aquel encuentro lo que restaba de la cita fue bien, dejando sorprendido a Luzu por los elegantes y hermosos salones que les presentaba en aquel elegante casino.

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