love's dissonance

37. Para mi dulce patito.

Los padres de Haworth junto a su hermano y su cuñado, como el tío y los primos de Morningstar se encontraban esperando impacientes por la llegada de ambos, ya era de noche y habían podido tranquilizar la conmoción entre sus familiares explicándoles todo, como dejándoles en claro que no iban a tolerar cualquier insulto hacia el menor. Para la sorpresa de Roier cuando la madre de Marc parecía molesta por la situación fue el mismo Marc, quien se levantó acompañando a sus tíos y a su primo defendiendo a Morningstar.

Pero toda ansiedad se esfumó, al escuchar el ruido de los caballos como mientras Quackity ayudaba a Luzu a bajar, el cual soltaba quejidos de dolor.

–Luzu, querido.

Diana fue directo a su hijo como su padre.

–Llamaré al médico de la finca –comentó Cellbit desapareciendo de inmediato.

–¿Qué pasó? ¿Dónde estaban?

–Lo siento Diana, Joel por mi culpa Luzu...

–No es tu culpa –cortó el castaño– Solo me caí del caballo.

Joel y Diana se sorprendieron, mirando al chico.

–Alex –hablo serio el padre, el chico esperaba que sus suegros lo odiarán– tu también estás con golpes.

Morningstar los miró confundido, mientras la mujer se acercó revisando su rostro.

–Dios santo... Deben tener cuidado los dos, nos tenían tan preocupados.

Quackity miró a Roier, quien parecía aún molesto.

–Roier, perdón por...

–No digas nada –se acercó abrazandolo, dejando salir un largo suspiro– Por favor, no te vuelvas a ir de esa manera, estaba tan asustado.

Susurro a punto de llorar, para que solo él pudiera escuchar, Quackity correspondió aquel abrazo.

–Perdón...

–No –lo tomo de los hombros alejando– Ni se te ocurra disculparte, si lo haces te juro que hare que cuides a Bobby por medio año. Vamos adentro, Luzu y tú necesitan una buena revisión.

–Adentro... con tu familia...

–Todo está bien –confirmó Roier– Ellos no se podrán pesados y si lo hacen, pueden irse mucho a la verga.

–Rogelio que te dije de esa boca.

–Esta vez no mamá, no permitiré que le falten respeto a mi hermano y a mi mejor amigo. Antes de que hagan eso, yo insultaré a toda su descendencia pasada y la que viene.

Luzu y Quackity se sorprendieron, pero sonriendo. Era sorprendente ver cuánto había cambiado, incluso Roier, quien era el más tranquilo, dejando pasar esos temas estaba ahí dispuesto a defenderlos con uñas y dientes.

Al principio fue algo incomodo para Quackity sabia que los familiares le miraban con sus distintas opiniones, pero mayor fue su sorpresa cuando incluso Marc se mostró más comprensivo soltando un comentario que las personas siempre tendrán sus opiniones, pero eso era lo de menos.

–Bien creo que debemos planear que sucederá –comentó Vegetta luciendo serio, todos los participantes que habían estado en la boda de Quackity se encontraban reunidos en una habitación lejana del resto de la familia, todos menos Maxo, el cual estaba vía llamada.

–Ostia chaval, en verdad que se metieron en una muy grande.

–Doblas.

–Mañana es el aniversario de Las Nevadas –comentó Foolish– Y Quackity tiene que dar el discurso como todos los años.