25. Continuos sentimientos

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–Vaya… eso suena… una mierda.

Luzu soltó un largo suspiro, dejó todo su peso en aquella silla.

–Roier por favor.

–Es que Luzu la neta, la neta. Carnal tu tienes la culpa de todo, el Alex Quackity estaba que se moria por ti y tu de pendejo.

–Guapito, a Luzu le tardo algo de tiempo darse cuenta de lo que sentia, al igual que a ti.

–Ganthiño con todo respeto no digas mamadas mi amor, que fueron más de diez años. Y no quieras meterme, que tu sabes perfectamente que lo nuestro es diferente. Además, Luzu se enamoro del roba herencias, aunque si me deja algo intranquilo lo que nos conto.

–¿Qué parte?

–Esa que ni yo, ni tú entendemos bien las cosas. Creí que el problema era la familia, pero suena como si Quackity siguiera asustado, la pregunta es de que.

El castaño mayor se reincorporo pensativo ante aquellas palabras que de cierta forma tenían razón, ¿qué era lo que no entendían? ¿Y por qué Quackity quería evitarlo? La respuesta llegó recordando a aquella chica, la ex prometida de Quackity.

–Cellbit, ¿crees que puedas darme el teléfono de tu hermana?

🍎

Quackity se encontraba en el aeropuerto impaciente, luciendo preocupado e intranquilo, cuando finalmente noto la razón de venir hasta ese lugar, se apresuro acercándose a tres personas, los cuales le reconocieron.

–¡Primo!

Gritaron dos chicos mayores a él, corriendo y sin duda en abrazar al chico, quien correspondió su abrazo con una sonrisa.

–Cochi, Beni, no saben cuanto los extrañe.

–Y nosotros a ti cabrón.

–Pero mirate, esos trapitos que te cargas te sientan bien.

Los tres se rieron, cuando Quackity paso al verdadero problema, cambiando un rostro de preocupación al ver como se acercaba el último invitado.

–¿Cómo se siente? ¿Todo bien con el vuelo tio?

El hombre suspiro, asintiendo cansado.

–Si mijo, solo estoy algo cansado por el largo camino, lamento que tengas que molestarte…

El pelinegro nego con una sonrisa.

–Para nada, en verdad estoy tan feliz de poder ver a los tres. De hecho se quedarán conmigo.

–Pero Alexis eso es…

–Es necesario tío, finalmente soy el líder de los Morningstar, saque a ese grupo de parasitos.

Sus dos primos lucian impresionados.

–Sacaste a los niñitos ricos de la casotota que tenian tus abuelos, ¿y esos viejos donde quedaron?

–Retirados y lejos de aquí, así que no tienen nada de que preocuparse.

–Beni, viviremos como reyes.

–A huevo, el primo Quackity es la mera riata.

El hombre suspiro al escuchar a sus amigos.

–Lo lamento Alexis.

–esta bien tio, en verdad me faltaba algo de compañia en esa casa. ¿Nos vamos?

El hombre asintió. La llegada de su familia fue ruidosa, incluso los trabajadores se mostraban sorprendidos por ver a aquel par de primos escandalosos que tenía, Quackity instalo primero a su tío seguido de mostrarles a cada uno sus habitaciones respectivas, una vez que sus primos se fueron a explorar aquel lugar, el chico volvió hasta donde estaba aquel hombre que había luchado por él cuando murieron sus padres.

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