7. Pequeño avance

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En su vida nunca esperó estar haciendo una locura como esta, todos los que conocían a Quackity sabían que entrar en uno de sus tantos juegos era una pérdida total.

Pero debido a la curiosidad terminó por aceptar, no olvidaría la vez que Rubius había llegado aquella mañana luciendo un mal semblante, diciendo que un chico de primer año había logrado engañarlo, Luzu creyó que estaba exagerando hasta que mencionó que era el molesto mejor amigo de su hermanito.

Fue entonces que entendió todo, negándose mil veces cuando Rubius le suplicaba hablar con él para perdonarle su deuda.

Se había prometido nunca meterse en uno de los tontos juegos del chico, pero ahí se encontraba siguiendo a aquel molesto y loco señorito.

Ciertamente, ver aquel aspecto nada cuidado del más bajo, le hacía recordar la época adolescente del chico, a pesar del tiempo seguía luciendo como lo recordaba, cuando aparecía sin invitación alguna para ver a su Roier.

-Creí que estarías ocupado dirigiendo tu magnífico parque.

El menor soltó una risa recargados contra su auto.

-si, pero tengo buenos empleados que me ayudan. Soy una persona ocupada, así que debes sentirte agradecido de que te doy mi valioso tiempo, Lusu.

El castaño rodó los ojos irritado.

-No eres el único ocupado sabes, yo también estoy al tope de trabajo, por eso mismo es que casi no tengo tiempo para mi.

Suspiro frustrado, recordando todas las citas que tendría al regresar, aquello llamó la atención del contrario.

-¿ah sí? Si está tan ocupado, ¿qué hace aquí doctor Haworth?

-Eso no te importa.

-No, no, recuerda nuestro trato. Contesta la pregunta.

-¿Y cómo sabrás si miento?

-Yo lo decidiré, ¿iniciamos?

Le extendió aquella mano que miró el mayor, aquel chico era como el mismo demonio, no podía bajar la guardia. Pero había tantas preguntas que deseaba conocer, preguntas que sabía que su hermano no le diría, además de que ahora mismo estaba mandando todo a la mierda, sin pensarlo estrecho su mano pactando, haciendo sonreír más amplio a Quackity.

-Bien, primera pregunta. ¿Qué haces aquí?

-Decidí tomarme un descanso. Me toca, ¿Porqué Roier no me dijo que eras dueño de Las Nevadas?

- Si crees que se lo pedí, la verdad es que no. Me da lo mismo que supieras o no, aunque dándote un extra. Me comentó que tu novio se quedó sin un lugar en nuestro evento especial.

Luzu gruñó, maldiciendo a su hermano por hablar demás.

-Mi turno, ¿de qué exactamente deseas descansar?

-Entonces sabias que Auron amaba tu parque y aun así no te apiadaste de mi.

-Responde mi pregunta, pero si esa es la tuya.

-No lo es.

Quackity se sorprendió un poco, ocultando sus manos en los bolsillos de su sudadera, riendo.

-Eres malísimo jugando este juego Lusu.

-Solo no acepto tus absurdas condiciones.

-Oh vamos es divertido, además no te he preguntado nada difícil.

-Aun, te conozco bien Alexis. A puesto que estas intentando hacer que baje la guardia para soltar la bomba.

-Wow, dos puntos para ti. ¿Feliz?

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