love's dissonance

6. Ser fiel a ti.

Tal vez su decisión no fue la mejor, tal vez estaba haciendo muy inmaduro, pero no podía seguir así. Por eso sin dudarlo después de salir de aquel apartamento de su pareja, se dirigió a casa de sus abuelos para pasar la noche por lo menos, al día siguiente recibió como ya esperaba mensajes de Auron disculpándose por lo sucedido, antes hubiera dejado pasar aquello, hubiera aceptado aquellas disculpas para proponerle tener una cita romántica, pero esta vez Auron había ido demasiado lejos.

Por primera vez ignoro aquellos mensajes que se volvieron en llamadas, espero el mejor momento para irse a su apartamento que compartía con él,  agradecía saber los horarios de Auron. Fue entonces que al entrar se detuvo analizando todo, recordando la pelea recién con él, para aparecer un recuerdo de aquel chico que le había atormentado su propio pasado.

No todo tiene que ser perfecto Haworth, ¿por qué no lo intentas al menos una vez?
Deja que todos se vayan a la mierda, y elígete a ti primero, por lo menos una vez.

Alzó su rostro con decisión, tomando su pasaporte y documentos importantes, para salir y tomar el primer taxi que encontrara mientras le daba indicaciones de su destino, comunicándose con sus abuelos e informándoles su decisión, al igual que informando a su secretaría que suspendiera todo hasta nuevo aviso.

Se detuvo frente al aeropuerto, comenzando a dudar, pensando si estaba haciendo lo correcto, comenzando a dudar. Pero nuevamente volvió a su mente aquel rebelde “niño” que había conocido, encontrando el valor y comprar el primer boleto de avión que lo llevara a su destino, informando a sus padres y apagando su celular.

Roier despertó a mitad de la noche escuchando el sonido del timbre insistente, se levantó molesto junto a Cellbit dispuesta insultar y correr al maldito enfermo que se le ocurría aparecer en su puerta a las 3 de la mañana, pero mayor su sorpresa y el enojo desapareció cuando frente a su puerta se encontraba su hermano mayor, quien le dedicó una leve sonrisa.

–Hola Roier.

–Luzu… ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en España?

El mayor río levemente.

–Cosas pasaron… lamento molestarte así, ¿crees que pueda pasar?

–Eh… si, si pasa, pasa es tu casa.

Se hizo un lado dejando entrar al mayor, Cellbit les dio su espacio argumentando que iría por algo de beber para los tres.

–¿Y bien? ¿Qué sucedió?

–Yo… no le he dicho a nadie esto…

–¿Acaso mataste a alguien?

–¿Qué? Roier ¿cómo puedes preguntar…?

–Es que te aparecen misteriosamente en mi puerta, a media madrugada. Dejame decirte que soy malo mintiendo, no creo que puedas esconderte aquí y…

–Roier… yo no he matado a nadie.

El menor soltó un suspiro aliviado.

–Gracias a la virgencita, ya estaba planeando como ayudarte.

Luzu soltó una risa divertida, alejándose de escuchar las palabras de su hermano y saber que tenía su apoyo en algo tan retorcido.

–Puedes estar tranquilo Roier, en serio no he matado a nadie, tal vez lastimado…

–Luzu, ¿qué sucedió? Tu no haces algo así, le hubieras dicho a nuestros papás sobre tu llegada, yo hubiera sabido…

El mayor soltó otro amargado suspiro.

–Yo… termine mi compromiso con Auron, no puedo casarme con él.