10. Declaración silenciosa

226 40 26
                                    

Quackity se dejó caer en su cama suspirando, cubriendo sus ojos con su brazo, deseaba poder olvidarse de lo sucedido aquellos días. Fue entonces cuando escuchó su teléfono, el cual tomó, frunciendo su ceño. Se trataba de Rubius invitando a reunirse con los demás, rápidamente el menor recordó al castaño, intentando negarse, desde el asunto del beso habían pasado algunos días y no había visto o hablado con el doctor, era mejor así. Ni siquiera sabría que decir o qué expresión hacer después de lo sucedido.

Pero rápidamente su amigo le comento que el nombrado no se encontraba, el pelinegro se quedó pensativo, en verdad deseaba poder distraerse un poco, terminando por aceptar. Rubius le dio la dirección aquella noche se desocupo temprano usando ropa casual, manejo hasta aquel bar que el más alto le había indicado, suspirando frustrado al notar que aquel lugar se encontraba algo retirado, por lo que dejó su auto comenzando a caminar, solo estaría un rato y no tomaría más que una copa al no está de humor y tener que trabajar al día siguiente.

–Pato, si viniste.

Rubius se acercó recibiendolo con un gran abrazo.

–Te dije que vendría, ¿no?

–Últimamente nos tienes muy olvidados, te extrañamos.

–Ya no seas dramático vieja, ya estoy aquí.

–¿Y cómo va el trabajo? ¿Algo nuevo que contar?

–Lo de siempre ya sabes, buenas noches.

Saludo a los demás.

–He Quackity hasta que te dignas a aparecer –río Alexby.

–Vaya, el señor pudiente vino –comentó Lolito–¿Tomarías trago conmigo?

El chico negó sonriendo, conociendo las actitudes bromistas y algo cuestionables de aquel pelirrojo. Después de un largo rato se escuchó unas risas.

–¡Luzu!

Quackity se tenso, mirando con molestia al rubio, quien lucía igual de confundido que él, pero rápidamente frunció su ceño al notar que no se encontraba solo, sino que estaba acompañado por Auron. El chico suspiro, tomando sus cosas dispuesto a salir de aquel teatro barato.

–He pato, ¿a dónde vas?

–Lo siento, creo que ya es hora de irme, mañana tengo trabajo pendiente, será para la otra.

Todos se despidieron de él, menos el castaño que había tomado asiento con su pareja, Luzu le miraba detenidamente, pero el menor prosiguió por retirarse. Por primera vez inconscientemente deseaba que el hermano de su mejor amigo fuera tras de él, como aquellas veces pasadas al menos para pelear, quería que lo eligiera a él y no a aquel molesto novio que tenía, se detuvo fuera de aquel lugar suspirando mientras miraba la noche, pasando unos minutos sin pasar nada, aquello fue suficiente para que Quackity volviera a su realidad.

–¿En qué pensaba?

Río suavemente, sintiendose un completo tonto de creer que aquel hombre vendría por él, después de todo no era ni siquiera cercanos. Continuó su camino entrando a su auto, revisando su celular y notando un mensaje de un número desconocido.

Número desconocido:

¿Por qué te fuiste tan rápido?

Debemos hablar de lo que sucedió, Alexis.

Mordió su labio sintiendo molestia, él también tenía muchas preguntas como ¿porqué Auron estaba aquí?, ¿por qué había llegado con él en primer lugar?

Su mente se veía nublado por todas esas preguntas y sus propios sentimientos, justo cuando iba a encender su auto, se detuvo al ver a dos personas que reconoció como Lolito  y Auron.

love's dissonanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora