Harry Potter y el Cambio mas Pequeño

Epílogo

Harry se despertó en su cama, con sus brazos alrededor de Fleur mientras tres niñas pequeñas saltaban sobre la cama.

Cada niña tenía cabello plateado. La mayor tenía ojos verdes, mientras que la niña de tamaño mediano tenía ojos azul oscuro, salpicados de verde, y la más joven tenía ojos azul claro.

Harry se rió y soltó a Fleur de su abrazo para tomar a la niña mayor en sus brazos, quien estalló en un ataque de risas.

'No papá, déjame ir'. Ella llamó mientras luchaba por escapar de su alcance.

"De ninguna manera Amaryllis, nunca te dejaré ir". Harry se rió antes de que las otras dos niñas se miraran.

'Iris, busquemos a papá y rescatemos a Amaryllis'. Dijo el más joven.

Las dos niñas se lanzaron sobre Harry y lo enterraron en un montón de extremidades y cabello plateado.

Fleur se rió al verlo.

"Monique, sabes que no es justo atacar a tu padre". Fleur amonestó mientras tomaba al más joven en sus brazos y bañaba su pequeño rostro en besos.

Amaryllis tenía seis años, Iris cinco y Monique tres.

Harry salió del montón de chicas Veela y saltó de la cama en pijama.

"Fuera con todos ustedes, necesito una ducha". Sonrió mientras Amaryllis salía corriendo de la habitación con un grito de alegría, seguida por Iris.

Monique se retorció en el agarre de su madre hasta que logró escapar. Su grito estridente resonó en los oídos de Harry mientras corría para alcanzar a las otras dos chicas.

Harry se volvió hacia Fleur, quien le sonrió.

"Nunca me canso de despertarme con sus caras". Fleur susurró, y Harry se acercó para abrazarla.

"Yo tampoco." Harry reflexionó y la besó.

Los llantos de un bebé rompieron su momento y Fleur le sonrió.

—Yo me ocuparé de Evangeline. Te duchas y preparas el desayuno. Fleur lo besó y salió de su habitación, envolviéndose en una bata mientras salía de la habitación.

Harry sonrió y fue a darse una ducha.

Después de terminar de ducharse, bajó las escaleras de Potter Manor y bajó al comedor donde sus tres hijas estaban sentadas con tazones de cereal. Un elfo doméstico estaba cerca con una amplia sonrisa al verlo.

'Maestro Harry, señor, ¿qué quiere desayunar esta mañana?' preguntó el elfo doméstico, y Harry suspiró.

'Vamos, Kipsy, hemos tenido esta discusión miles de veces. No es necesario que nos prepares el desayuno, podemos hacerlo nosotros mismos. Dijo Harry y el pequeño Elfo sacudió la cabeza.

'No, amo Harry, señor, por enésima vez. Un buen elfo alimenta a su amo, señor. Ahora, ¿qué será? preguntó el pequeño elfo de rostro severo.

Harry se rió.

'Bien, tú ganas. ¿Puedo darme unas tostadas, por favor? Ya sabes cómo me gustan. Preguntó Harry y un momento después, un plato de tostadas apareció en el asiento que usualmente usaba, la cabecera de la mesa.